martes, diciembre 28, 2010

Hazañas Buquizas (III): Bailando con Onsos

Debido a la acogida de las dos anteriores entregas, a que estando de vacaciones se dispone de más tiempo y a que hasta el hermano de la Alimaña Azucarera y el del Kaiser Cagón han pedido nuevas entregas, ahí va una de esas de cosecha, de las que te dejan la picha derecha...

Corría el verano de 2006 y era uno de esos jueves en los que yo, el zampolit, estaba cenando en mi casa de Katowice probablemente viendo Perdidos o SMS (sí, sé que la temática de las dos series dista bastante, pero vivir solo es lo que tenía, que te podías aficionar a muchas y muy diversas cosas) cuando recibí una llamada al móvil.
Para el que se haya perdido en lo de SMS decirle que el episodio tipo era algo tal que así



mantenido durante unos 30 minutos. Bueno, te enganchas a ello entre partido y partido del Mundial de Fútbol y después no puedes dejar de verlo... pero en fin, yo creo que estaba viendo Perdidos cuando veo que el Marqués me llama por teléfono.
Después de los consabidos saludos, qué pasa puerco, hola cerda, que quieres, tal y cual, me pregunta si quiero subir al día siguiente a las fiestas de ese pueblo que está al lado de otro que tiene una colegiata. Ahora no recuerdo el nombre. Bueno, al pueblo del Marqués, el que está al lado del del Frutas. El pueblo que preside la nave Victory. Ese.
Le digo que no. Mejor dicho, que NO. Hombre, pero qué tienes que hacer mañana, súbete, o es que te quedas por Polonia. No, no me jodas, subir, subiré pero que no voy a las Fiestas, coño. Venga va, que os invito a cenar. Pero a cenar... ¿a una cena de esas sociales? paso. No, hombre no, que haremos brasada en mi casa.
Ah, haber empezado por ahí, ENTONCES ASÍ SÍ.
Luego te enteras que la misma maniobra es utilizada para convencer a la Alimaña Azucarera, a Portugal (supongo que el portugués a la altura de "os invito a cenar" le sudaba la polla compartir mesa y mantel con medio pueblo, y no sería tan reticente, se vende por un pozal de acelgas) y a la Zeta.
Así pues, el viernes nos juntamos ese quinteto titular para subir a la casa del Marqués. Ya entonces me pareció que se había comprado un poco bastante de comida mas como esas monstruosidades me gustan para luego poder contarlas me callé, pero lo que allí estaba por suceder era una apología de la fartalla y de la sinrazón.
Llegamos al palacete familiar del Marqués y empezamos a sacar ahí carne y carne y más carne, pa un regimiento. Botellas de licor como para doce gachos. Embutidos a punta pala y dos tartas al whisky que se fueron a la nevera ya que según la Zeta "no hacía falta meterlas en el congelador". Volveremos al tema de las jodidas tartas.
Bueno, empiezan a hacer la brasada y mientras veíamos un Betis-Madrid del Trofeo Carranza (¿por qué razón estoy condenado a acordarme de detalles tan estúpidos?) en el que la Alimaña tenía el corazón dividido comenzamos a trasegar cerveza y panchitos, y queso y secallona y más cerveza. Como el día de Lekumberri (ver Hazañas Buquizas II) , gente normal no hubiese ya cenado pero nosotros ahí estábamos. Además, no lo sé a ciencia cierta pero me juego los cojones y no los pierdo, Portugal seguro que venía merendado de casa y hasta cenado.
Pero ¿a qué denomina Portugal como merienda?
Dícese del frugal tentempie compuesto por trallo de secallona, media barra de pan, buen piazo de queso, yogur y vaso palmero de colacao con paquete de galletas.
Después de esto si tienes cojones, cena. Pues Portugal cena.
¿Y a qué denomina el portugués como cena?
Dícese del conjunto de viandas ingerido viendo el Pasapalabra (o sea, que empalma merienda y cena) compuesto por platazo de acelgas con trocetes de jamón o chorizo o media vaca rustidetes por encima, buen trallo de longaniza (para el común de los normales, la longaniza entera) y tres o cuatro mandarinas. Y ya luego lo que pille ese día por la nevera, que puede ser cualquier putada tipo chuletón o joderse un pollo...
Después de esto, una persona normal se va a dormir o a tomar por culo a Urgencias para que le hagan una lavativa porque le van a petar las tripas, pero Portugal, es entonces cuando se va de CENA.
El menú de la CENA en casa del Marqués estaba compuesto, creo recordar (como he dicho, me puedo acordar de la alineación titular de Alemania en Italia '90, pero de otras cosas...) y si no que me rectifique el Marqués, por:
4 kilos de costilla de cerdo (éramos 5 "personas"), 1-2 pinchos morunos por cabeza, 2 longanizas, 1 chorizo, puede que hubiese alguna torteta... no recuerdo. Jamón, chorizo, secallona, un queso cojonudo, la de Dios... El detalle importante era el de la monstruosa dosis de costilla de cerdo habilitada para el evento.
Hubo instantes de la velada en los que el Marqués o la Zeta contaban sus habituales historias y yo solamente podía reir y reir. Pero había dos entes sentados a la mesa que en lugar de costillas parecía que estuviesen comiendo sandía ya que en lugar de huesos parecía que tirasen al plato pepitas. A ese ritmo devoraban la Alimaña y Portugal quienes no decían nada. Sólo comían. Como onsos.
Evidentemente, había bebida. El Marqués sacó "el vino del Papa". Yo no sé si era del Papa de Roma o de qué cojones era pero aquel vino estaba buenísmo. Nos zumbaríamos botella por cabeza, fijo. Pero ahí con la cantidad de carne que estábamos comiendo es que ni se subía a la cabeza. Cuando se acabó ese vino, se sacó champán. Aquello era insano, y no había una mente lúcida para detenernos. Sencillamente, dejamos de comer porque se nos terminó la comida, si hubiera habido más, hubiéramos comido más, hasta reventar.
Llegó la hora de los postres. Las jodidas tartas. El que dijo que aguantaban en la nevera, se equivocó. Dos litros de tarta al whisky derretida, vulcada a unos platos, aderezada con más whisky y tomada con cuchara como si fueran sopas. Menuda pastureta...
Tras eso, los licores. Cada uno se había subido una botella de lo que le apetecía más luego había "los clásicos". Como he dicho, diez o doce botellas seguro que habría. Comenzamos a beber como si se fuera a acabar el mundo y al principio no subía, no...
Eran pasadas las 11 de la noche que nos poníamos a cenar y pasadas las 4 de la mañana alguien tuvo la feliz idea de mirar el reloj para ver si era hora de bajar al baile. Ni primera ni segunda sesión. Tras vulcarnos más de una botella de licor por cabeza nos arrastramos hasta la plaza donde nos encontramos a Rusia, que pululaba por ahí.
Allí ya vimos que el baile estaba en sus últimos estertores y que la fiesta continuaba en otra plaza en una disco móvil. Echamos una caña en la barra y aquella fue la caña que nos jodió a todos. El ruso desapareció y a partir de ahí comenzó el show.
La plaza estaba presidida por una cruz de unos cuatro o cinco metros de altura, justo en medio. Después de bebernos media barra, de los típicos encontronazos con gente de otras culturas y otras latitudes, esta vez no con franceses sino con polacos, se nos distinguía del resto de gentes por la siguiente forma de proceder.
La gente "normal" se salía de la plaza, hasta un descampado, se bajaba la bragueta, se sacaba la chorra, meaba, se sacudía, se guardaba la chorra, abandonaba el descampado, entraba en la plaza.
Nosotros, nos bajábamos la bragueta, salíamos de la plaza, hasta un descampado, nos sacábamos la chorra, abandonábamos el descampado, nos sacudíamos, entrábamos en la plaza, nos guardábamos la chorra (y el penúltimo y antepenúltimo paso podían estar perfectamente intercambiados). En una demostración fehaciente de que el orden de los factores, SÍ altera el producto.
Llegados a un punto, Portugal decidió echar una cabezadita al pie de la cruz. La Alimaña se fue a la barra a vigilar el grifo de cerveza, no fuese a escapar. Los otros tres elementos nos encaminamos a una repisa de la cruz que nos dejaba como a metro y medio por encima del suelo y, con los pantalones bajados y en calzoncillos, comenzamos a bailar ahí subidos como si fuéramos las gogos del lugar. Unas gogos con leche-limonada y por detrás chocolatada en los calzoncillos. Muy bonito.
Se acaba la música, ya de día, y nos empiezan a echar pa casa. Intentos de ligoteo por allí, por allá, que si con la campeona de martillo de la RDA, que si con una zagala que estaba un poco sorda. Al final, retirada al palacete. Portugal, la Alimaña y el Marqués van tirando unos metros por delante. Yo me quedo con la Zeta y no se le ocurre otra cosa que bajarse pantalones, bajarse calzoncillos y ponerse la camiseta a modo de turbante. Y una vez hecho esto comienza a caminar como un pingüino.
Estos van tirando y llegado a un punto miran para atrás y no nos ven, deciden desandar el camino a ver dónde estamos y la estampa que ven fue, en palabras del Marqués y la Alimaña, "un jodido aquelarre". La Zeta sentada en el suelo, zorro y en pelotas, y yo danzando a su alrededor como si fuese un indio arapahoe dando palmas.
Se reemprende la marcha y al pasar junto a la casa de unos tíos del Marqués, la pobre primeta que iba a sacar al perré a pasear queda seriamente horrorizada al ver a semejante atajo de truhanes y sobre todo a la Zeta en pelotas con el cargamento que lleva ahí abajo. El perré también se quedó cutio.
Al final llegamos a casa y, de una puñetera vez, nos echamos a dormir. A la mañana siguiente, aparte de que casi nos matamos bajando en la caravana rodante de la Muerte del Marqués cuando pilotándola, éste intentó un lanzamiento acrobático de bordajo por la ventanilla que casi nos vamos por el arcén, la Alimaña con todo su cuajo espeta:
-Oh, pues yo ayer no bebí tanto en el baile.
-Joder, que no-terció el Marqués - nos bebimos media Dinamarca, pequeña Alimaña.
-Oh, pues he mirado la cartera y "sólo" ("Sólo" después de haberte bebido una botella de vino, una y pico de whisky... en fin) me he gastado 20 €.
-¿Y qué bebías, simpatica Alimaña?
-Cerveza
-Las cerveza costaba 1 €, Alimaña, saca cuentas, puerco...
Los demás no debimos ir muy desencaminados. Al menos la Alimaña se acuerda de lo que se gastó y de lo que se bebió, qué le vamos a hacer...

domingo, diciembre 26, 2010

Hazañas Buquizas (II): la petit Bayonne

Hace tres años hubo una alineación astral del copón que provocó que en un puente de la Constitución nos coincidieran vacaciones y sobre todo, las ganas, a una pallada importante de mardanetes como para montar una expedición muy numerosa a Francia. Aprovechando tales circunstancias se aprovechó ese fin de semana para visitar la ciudad de Bayona donde se iba a disputar un encuentro de rugby y esa fue la excusa para subir hasta allá arriba.
La expedición estaba compuesta por el Grisnell, el cual dirigía al grupo con su coche, la Zeta, el Marqués, Rusia y Portugal por un bando y por mi mismo conduciendo el Ibiceta donde se montaron Cadel Renton, el Kaiser Cagón y Patxi Panizo. 9 buquizos movilizados para el evento, algo increible que nunca jamás ha vuelto a ocurrir.
El viaje fue uno de los más sicotrónicos que he realizado jamás y de elló da fe el apistonante recorrido empleado para llegar hasta la localidad francesa que por si alguien no lo sabe se encuentra a unos tres cuartos de hora de San Sebastián, todo tieso cara arriba por la costa francesa. Y llegar hasta San Sebastián no tiene más historia que enganchar por Ayerbe o por Jaca. No hay más cojones. O sí, si el que comanda la expedición es el Grisnell...
Con dos cojones tiramos hasta Zuera, sí hasta Zuera, para enganchar la autopista de las Cinco Villas que marcha hasta Ejea. No debe de ser ni carretera nacional, pero por esas rectas ir a menos de 160 km/h parece estar prohibido, ya que los lugareños por menos de eso te adelantan a 200. En hora escasa llegamos hasta Ejea... el problema vino después. Que si ahora hay que tirar pa aquí, que si ahora hay que tirar pa allá. Cuando nos quisimos dar cuenta estábamos subiendo un portaco de dios es cristo hasta llegar a Sos del Rey Católico y después de ratos y ratos, llegamos a Sangüesa. Resumiendo, que dimos más vueltas que un trompichón para no adelantar nada. Hala, eso sí, las curvas de Yesa nos las ahorramos y el Grisnell de ese modo era feliz.
Allí hicimos la primera parada a echar unos cafés. El Kaiser, que se había encargado del alojamiento en un albergue de Biarritz porque según él "en Bayona no hay albergues" http://es.wikipedia.org/wiki/Bayona_(Francia) 45000 habitantes y no hay albergues, tócate los cojones... el Kaiser estaba nerviosete porque decía que a partir de las 14h el de la puerta se iba y que no nos darían la llave hasta las 17h. En lugar de darnos prisa aun fue más motivo para tomarnos las cosas con calma así es que en la frontera se volvió a parar a fartallar un poco. Ir con Rusia y Portugal de viaje es lo que tiene.
Total, que entre pitos y flautas llegamos a Biarritz pasadas las 14h. El albergue cerrado. Así es que decidimos ir a comer, pero claro, en el país de los vulcafresas a esas horas ya están pensando más en la merienda que en comer y estaba todo cerrado con lo cual nos tuvimos que conformar con asaltar un puesto de perritos calientes y de ese modo malcomer en el paseo marítimo. Y ahí fue donde Portugal comenzó a desplegar su magia. No contento con el trallo de frankfurt que se había zampado recurrió al kit de emergencia con el que siempre sale de casa. Comenzó a hurgar en los pantalones y sacó tres hermosas mandarinas que procedió a enjaretarse ante la atónita mirada del personal que ya empezaba a tostarse a base de cervezas palmeras.
Luego nos enteramos que aparte de las mandarinas Portugal llevaba un trallo de secallona guardado en la pernera del pantalón, pero con las mandarinas se debió de quedar fartizo y no lo sacó de momento.
Después de dejar los trastes en el albergue que estaba situado ante un lago alrededor del cual corría alguna zagaleta que se debió de quedar espantada por encontrarse de frente con la Zeta pichando y el resto de buquizos pediendo y rutiendo en la arboleda como si de un akelarre se tratase, emprendimos la marcha a Bayona a ver el partido de rugby.
Cual fue nuestra sorpresa al ver que el estadio de estas gentes era una versión gigante del Municipal, con un bar gigantesco donde corría la cerveza y los bocadillos de salchichas a discreción. Nos jodimos aquellas buenas tres o cuatro rondas de bocadillos y otras cinco o seis de cervezas. La diferencia entre cuando pedía el Marqués a cuando pedía el Kaiser era abismal. Mientras que el Kaiser trataba de parlamentar con el gabacho de la barra, que llevaba una moña bien maja, y le pagaba religiosamente la consumición, el Marqués le tiraba un billete de 20 euros para que cubriera gastos y el gacho nos servía igualmente.
Al rato nos fuimos a nuestras localidades y, si la situación ya era surrealista de por si, al rato se llegó a unos momentos berlanguianos motivados por diversas circunstancias.
Pese a que se adelantó el Bayona, sus rivales, unos ingleses, les pegaron una barrida de muy señor mío con una ventaja al descanso de seis o siete ensayos (como si en fútbol vas perdiendo en casa por 0-4). Pese a que alguno íbamos con los gabachos, el resto de la expedición era abiertamente, y le sudaba los cojones estar rodeados de francesitos, pro Inglaterra. Cadel Renton iba ataviado con una camiseta de Zidane, motivo por el cual su vecino de asiento le dio la chapa pese a que Renton no tiene ni papa de francés. Se limitaba a asentir, pegar calada al cigarro, echar trago de cerveza, mirar al gabacho y de vez en cuando hacer ese gesto tan característico suyo en el que sube los hombros como diciendo "Chitán, ¿qué me estás contando?".
Rusia comenzó a cantar eso de "Alé Zaragoza, alé alé" y a decir que la paliza que le estaban dando al Bayona "no se la hubieran dado al Sevilla de Javi Navarro" y de ahí pasó a uno de sus soliloquios de el Sevilla es bueno, es bueno el Sevilla, sí, sí, es bueno... que puede repetir como un mantra durante horas y horas y horas...
Al final terminó el partido y nos fuimos a dar una vuelta por los bares. Los dos que conducíamos íbamos a base de cocacolas y alguna que otra cerveceta, el resto comenzó una de las vorágines más escándalosas que se recuerdan. En su momento me jodió, ahora no les culpo. Yo hubiese hecho lo mismo.
Primer bar. Una especie de garito en plan country-cowboy como solamente los franceses pueden imaginar-parir-pergeñar un sitio así de decadente. Estamos hablando de que eran las 11 si llega de la noche y la gente estaba en plan Barbastro las 4 de la mañana. No obstante, rápidamente les alcanzamos y sobrepasamos con suma facilidad. A la segunda ronda, el camarero ya era amigo nuestro (no te jode, como para enemistarse con esos sacos sin fondo que consumían a una velocidad 8 veces más rápida que un gabacho) le soltamos que éramos el equipo juvenil de Anaitasuna, le debió de hacer gracia y nos soltó algo de gratis.
Rusia comenzó con sus bailoteos a lo Rick Astley. Masada de tello, golida de dedos, y mirada de doblar cucharas. Al tercer intento una franceseta se lo miraba con ojetes de cordero degollao. "Ostia, y qué le digo si no sé francés", a lo que el Marqués, muy profesional siempre, le contestó que "para lo que tienes que hacer con esa zagala no te hace falta hablar". Al final Rusia no terminó la faena, se siguió masando el tello, y Portugal que es el que dirige los designios de este hombre dijo que había que cambiar de garito.
Entonces nos metimos en una calle estilo el Tubo de Huesca y comenzamos por una punta. E íbamos parando en todos y cada uno de los bares. En uno de ellos, cuyo suelo estaba plagado de huesos de pollo (Francia es un país extraño) ocurrió otra de las situaciones berlanguianas de la jornada. La zorrera empezaba a ser monumental. Con el Grisnell ya íbamos diciendo que cuando se nos inchasen los cojones nos íbamos en coche y que se apañasen los putos gremlins que venían con nosotros. En estas que, como digo Francia es un extraño lugar, ponen la canción versionada por Rage against de Machine de la Marcha Imperial de la Guerra de las Galaxias



Y entonces, no fue el Marqués, ni el Kaiser, ni siquiera Rusia. No. Los tres pilares de la República, el Grisnell, Portugal y yo, con la mano derecha alzada al cielo comenzamos a bailar la jodida marcha como si fuésemos soldados de la Luftwaffe. Evidentemente, al resto les faltó tiempo para seguirnos con los típicos alaridos de arriba lo uno, arriba lo otro. El bar se quedó desierto, los francesetes huyeron pensando que habían ido a topar con un grupo de ultraderecha. Evidentemente no nos dio tiempo a explicarles que estamos zumbados de la cabeza y por ahí, que el Marqués tan pronto se arranca con el himno de la Unión Soviética como con el Caralsol...
Siguiente garito. Allí fue donde conocimos a Juana, una amable camarera que sacó pacharán pa un regimiento. Los niveles etílicos empezaban a ser infames y ahí estando a cocacolas uno se daba cuenta de lo jodidamente lenta que pasaba la noche, y el ridículo que se estaba ahorrando de protagonizar y que, a buen seguro, hubiese hecho de ir mamao. Chupito va, chupito viene, la zagala nos dice que en media hora cierra y que la acompañemos a una discoteca. Cojonudo, ya está el plan montado.
Entonces interviene Renton diciéndole a Juana aquello tantas veces recordado de "¿te puedo dar un beso?". La zagala no sabía lo que hacía cuando dijo que sí. Renton no le pegó un morreo, no. Hizo algo mucho más indecoroso. Cogio la mano de la moza y empezando por una punta y terminado por otra le pegó una lametada como si fuera una vaca.
Acto seguido, se fue a tomar pol culo la discoteca, los chupitos y la madre que los parió. Luces encendidas, cierran, nos echan del garito.
El Grisnell y yo nos vamos enfrente a echar unos bocadillos de lomo mientras el resto iba saliendo del bar. Y era un espectáculo.
El Marqués se encuentra en la calle con un gacho de Santander, comienzan a hablar del Racing, que pim, que pam, se acerca Renton a la orejeta del de Santander y le suelta un rutido de los que hacen época. Será hijoputa este tío, lo mato. No, déjalo que es amigo mío que lo ha hecho sin querer (sin querer por los cojones). Bueno, bueno, pero que se esté quieto.
Ni medio minuto después se le acerca otra vez y le jode otra alentada en la oreja con volúmenes indecentes.
No se sabe como, Renton se escabuye del de Santander y encuentra otro lugar donde dar mal. El fondo de la calle termina en una especie de plaza atestada de gabachos. No se le ocurre otra cosa que gritar aquello tan manido de "Franceses, hijos de puta". Una y otra y otra vez. Hacer eso en España significa no vivir para contarlo (a no ser que vayas con uno de Hecho de guardaespaldas, que en ese caso tienes margen de acción para gritar en el Diecisiete "es cheposo el que no bote" un buen rato) pero como eran franceses, bastante mansos ahí no pasó nada.
Eso sí, procedimos a pagar los bocadillo y enfilar para los coches.
Ya en el albergue, después de estar una hora y pico para hacer los cinco kilómetros de distancia, dando vueltas por Biarritz con el coche como gilipollas haciendo caso de los copilotos que iban mamaos perdidos y no atinaban a encontrar el camino nos echamos a dormir. Portugal pasó todo ese rato echando mano de las reservas y jodiéndose el trallo de secallona que se había echado a la pernera del pantalón.
Rusia durmió con Portugal y como le debían de pudir los pinreles al ruso que Portugal, le dijo que una de dos, o los zapatos o él, se iban a dormir a la bañera. Al final el ruso durmió en la cama y los zapatos en el baño.
A la mañana siguiente, después de ducharnos y de que la Zeta, que no se había traido ni pijama ni toallas ni nada, se secase con las sábanas, nos fuimos a desayunar y nos bajamos a San Sebastián. Estando en el primer bar que encontramos echando un café aconteció la frase más memorable que se recuerda. Decidiendo si comíamos allí, o echábamos unos pintxos y luego comíamos por el camino de vuelta a casa, al ruso se le ocurre soltar semejante gilipollez en San Sebastián:
-Si quereis podemos ir a comer a un garito de kebabs que hay aquí cerca que está bastante bien
Todos nos quedamos mirando sin saber que decir. Era una situación como de estar en una cervecería de estas de dios es cristo decidiendo si tomar una Guinness o una Franziskaner y el camarero te ofrece una Ambar. Era tal el grado de, no sé como explicarlo, que todos nos quedamos callados. Todos menos Portugal quien con toda su mala ostia le dijo al ruso aquello de:
-TÚ NO HAS COMIDO CALIENTE EN TU PUTA VIDA
Frase palmaria con la que el ruso dio por contestada su propuesta de mierda. Nos fuímos de pintxos y después reemprendimos la marcha para casa. Gente normal ya no hubiese parado a comer, pero nosotros lo hicimos en Lekumberri. De primero judías pintas, de segundo entrecot. Un entrecot que estaba de puta madre. Va el ruso y le pide al camarero que se lo haga "muy hecho".
A todos nos lo trae al punto y al ruso un poquer más hecho. Hace una tentativa y le pide que se lo pase otra vez por la plancha. Se lo vuelven a traer, se come dos trocetes, "no sé como cocinan estas gentes", le pide al camarero que se lo pase MÁS por la plancha. Se lo traen carbonizado, el ruso lo corta en trocetes. Pa arriba, pa abajo, los sopesa primero con el tenedor, después con el zarpuz. Sí, con ese zarpuz de onso que tiene, con los unglots de butre que gasta.
Y mientras Renton mirándolo como si fuese el perro de Pavlov, esperando a que le dijese que le daba el entrecot. Y el ruso otra vez diciendo que no sabía como cocinaban esas gentes y vuelta el zarpuz al plato después de haberse masado el tello. ¡Puaaajjjj, qué puerco!. Y entonces, después de haber pretao los trozos aquellas cinco veces con el dedo le dice a Renton que no se lo va a comer que si lo quiere. Un entrecot que tenía que estar más mostoso que las manos de Pinky después de haber pichado...
Continuamos el viaje, esta vez haciendo la ruta de las Bardenas, lugar por el que el Grisnell se empeñó en pasar ya que, se ganaba tiempo. La tercera vez que nos perdimos y en mitad de una carretera que enfilaba a alguna putada tipo Biel o algo así pone los cuatro intermitentes y para. Me bajo del coche para ver que pasa, me acerco y bajan las ventanillas.
La pudor que emanaba ese coche era digna de ser olida. ¡Ostia puta, que asco!. Era como esos pedos que te echas a punta mañana mientras te estás duchando y que, supongo que debido a la humedad y el vapor, se concentran y huelen a mierda pura. Ese olor emanaba de la ventanilla, pero mantenido en el tiempo, así es que eché una mirada al mapa rápida y decidimos dar media vuelta hasta encontrar una carretera civilizada.
Luego nos enteramos que estos carnuces llevaban todo el camino desde Lekumberri pediendo las judías pintas. Que aquello había sido infernal. Que habían empezado el Marqués y el Ruso, pero que después Portugal y el Grisnell se habían unido a la fiesta. Que la Zeta iba dormida y se había despertado por el intenso olor a mierda. Despertarte por que estás oliendo a mierda... que sensación...
Llegamos a casa, volví a acercarme al coche del Grisnell para arreglar cuentas y ese puto coche seguía oliendo a mierda. Los cinco cabrones que iban a bordo eran conscientes pero no hasta tal punto. El Grisnell tuvo realmente conciencia cuando en ese momento se bajó, descargó no se qué del maletero y se volvió a montar. En ese momento, tras haber inspirado durante medio minuto aire sano y no el veneno que llevaba respirando durante más de tres horas, sacó la cabeza y dijo "¡¡¡¡este coche huele a mierda!!!!!"

lunes, diciembre 20, 2010

Hazañas Buquizas (I): el Halcón Milenario

El sábado el señor Cochilín aparte de enjaretarse el equivalente a tres sobres para hacer flan Royal con su correspondiente carga de azúcar en forma de cubatas de vodka caramelo, sin fenecer en el intento ni tener que hacer uso de una cuchara para ingerir esa espesura de "bebida", y aparte de dar unas lecciones del arte de la seducción, estuvo dando la chapa con que en el blog del Buco "se hablaba mucho de fútbol y que ya estaba bien de tanto deporte".

Teniendo en cuenta que todavía no se ha hecho una mísera crónica del devenir del equipo buquizo en la liga de este año (hasta que no ganemos me niego) y que, pensando en Cochilín, estoy preparando una previa del Mundial de Balonmano (ilustrado, como a tí te gusta Cochilín, aunque ya sabes que yo con una 90-95 me conformo) no sé de qué se queja este hombre, pero por si acaso vamos a darle lo que quiere para ver si el próximo día de salir no me revienta los tímpanos diciéndome que la blog no le gusta y vamos a inaugurar la nueva sección de Hazañas Buquizas que, evidentemente, no versarán sobre fútbol.

En esta ocasión hay que retrotraerse hasta agosto del 2005 más o menos. En aquellos tiempos un servidor, el zampolit, tenía por insana costumbre venir todos los fines de semana a Barbastro a efectuar más o menos siempre el mismo ritual. Tras dejar los trastes en casa, ducharme y cambiareme me dirigía a la nave Victory a comerme un bocadillo, un helado, echar un café y reclamar mi legítimo derecho a que se me sirviera un vaso de gaseosa como colofón, hecho este último que todavía sigue provocando discrepancias con la dirección del local.

Tras ello y después de que el Marqués acabara con sus labores de contramaestre en el navío, el viernes perfecto se completaba con la asistencia al evento de la Alimaña Azucarera y/o el Furby Drogado. Eventuales apariciones esporádicas eran de la partida muchas veces como Rusia y Portugal, el Kaiser Cagón, el Grisnell, Cadel Renton, el Fary... aunque el cuarteto de las grandes noches era el mencionado al principio. El destacamento de fuerzas especiales de la República de Naval todavía no había hecho aparición en las aventuras buquizas.

El plan era sencillo. O se iba al Robadero o se iba a Domingo. La diferencia estribaba en que en el Robadero uno venía a ingerir como seis cervezas, tres o cuatro chupitos cuya graduación media nunca bajaba de los 50º gracias a mezclas tan exquisitas como el chinchón, el anís mihura o el puto licor de absenta que era más insano que beberse un pozal de supergen; media tortilla de patata y una napolitana. Al final de la operación le extraían un riñón y se le despedía hasta la próxima ocasión. En Domingo se apostaba por las cosas rarunas, que si una Monasterio de Yuste, que si una Grimbergen. Que una de esas está bien, pero cuando llevas cinco... ahí se solía echar unos guiñotes en ocasiones con el doble literano de Juanjo Puigcorbé, que es la única persona de este mundo capaz de vulcarse al suelo desde una de las sillas de Domingo, que tienen unos reposabrazos que te impiden la maniobra a no ser que vayas como el Hijo del Trueno. Pues Puigcorbé lo hizo, y eso que es bien piquiñín, o sea que aparte de zorro debió de pegar un bote para saltar por encima y acabar de morros contra el suelo...

Después de esto invariablemente se iba a echar más cañas y más chupitos al garito dónde unas veces pagábamos nosotros y otras veces la propiedad o se iba al garito donde ahora se establece el Negro, lugar famoso por aquel entonces porque te podías pegar una noche entera echando cuartillos de güisqui, comiendo cortezas y hacer todo esto en calzoncillos sentado como un lord del Almirantazgo en mitad de la barra.

Y después de esto invariablemente se acudía al obrador de una panadería de reconocido prestigio a comer saladitos y chuchos de crema como si se fuera a acabar el mundo. Y siempre, siempre, siempre se iba con la caravana rodante de la muerte, esto es, el Ibiza blanco, famoso por salir indemne de un buen puñado de situaciones sorprendentes y por acumular en su guantera, salpicadero, maletero, debajo de las alfombrillas y entre los asientos, el equivalente en monedos al PIB de Sierra Leona, razón por la cual en multitud de ocasiones se pagaba de allí la lifara.

Pero el día que voy a relatar, por suerte, no estaba la caravana rodante de la muerte. Eran más de las cinco de la mañana y en algún garito nos encontrábamos la Zeta, el Marqués, seguramente la Alimaña y yo. En estas que se decidió bajar como de costumbre a por nuestra nutritiva napolitana de chocolate. Muchas veces tampoco es que hubiese mucho hambre pero el reto que suponía el comerse eso o un chucho de un solo mueso ante el aplauso general precedido de un "a que no tienes cojones..." nos empujaba a ir a la panadería. Pero esa vez no había coche, así es que comenzamos a bajar andando. La Alimaña, si estaba, marchó para casa entonces.

En ese momento, aparece ante nosotros el Emperador con su Halcón Milenario (que más que el Emperador, debería llamársele Chewaca), con evidentes signos de intoxicación etílica, motivo por el cual era blanco fácil para convencerlo de que nos llevase a la panadería. Tras un primera negativa, el bueno del Emperador cede y nos baja.

Mientras terminábamos con las reservas de saladitos del pueblo, alguien sugiere que se podría ir a Estada a echar la última ya que eran las fiestas.

Sin saber como nos encontramos el cuarteto de la Habana montados en el coche del Emperador. Jiji, jaja. El Emperador con una mano en la güebera, con la otra zumbándose una napolitana de jamonyork y queso. De copiloto, el Marqués supongo que zampando también. Detrás, el menda (zampando, claro) y la Zeta sacándose pelos cojoneros y echándoselos al Emperador por la cabeza. Una imagen muy bucólica.

El Emperador enfila por carretera Graus y a la altura del puente yo como que me acojono ya que la Zeta corre a abrocharse el cinturón de seguridad como alma que lleva el diablo. Y estamos hablando de la Zeta, que cuando va zorro tiene de todo menos conocimiento... A la altura de la guardia civil ya no sabíamos si reir o llorar. El paso del Halcón Milenario fue hecho a 140 km/h y repito, el Emperador seguía llevando una mano en la cojonera y con la otra iba empujando napolitana pal garganchón. De vez en cuando, se sacaba rascarse las pelotas y corregía la trayectoria del Halcón dando topetazos al volante.

Se salió a la Nacional no sé como ya que ninguno de los presentes recuerda que el Emperador realizase stop alguno. Debió de ser como la vez que dio la curva de la feria con la furgoneta de reparto y tuvo un sobreviraje motivo por el cual los gitanos de san valentín bebieron pastura para tocinos de gratis durante dos años. Solamente que esta vez no sobreviró y el Halcón Milenario se incorporó a la Nacional. Y entonces la Zeta comenzó a alumbrar al resto de los coches con una linterna que se encontró por la parte de atrás mientras iba diseminando sus pelos por la bandeja superior del maletero. No sé como, llegamos a Estada.

Una vez en el baile (o lo que fuera) vamos a la barra y tras descartar, no sin pernsárnoslo muy mucho, el adquirir un bono de 100 cervezas decidimos sacar rondas al modo tradicional. ¿Qué queréis?. La Zeta una caña, el Marqués una caña, yo una caña. El Emperador, un vodka con limón. Y eso que conducía...

La única compañía en la plaza era la de las camareras, cuatro mareaos del pueblo y una panda de búlgaros que a veces frecuentaba la nave Victory y que trasegaban ginebra y langostinos como si fuesen agua. Lo cual no fue óbice para largarnos echando ostias sino que tuvimos los santos huevos de sacar un par de rondas cada uno. 4x2 = 8 rondas. 8 rondas del Emperador = 8 vodkas con limón.

A pesar de que eran cerca de las 6 cuando llegamos al pueblo, la estancía no se demoró por más de una hora y a las 7 cogíamos de nuevo el Halcón Milenario para volver a Nieblavilla. Saquen cuentas ustedes mismos y obtengan el ritmo infernal al que se bebía esa noche.

Tras hacer unas comprobaciones acerca de la capacidad del Emperador para coger la nave, y se las hacíamos nosotros tócate los cojones, empezamos el viaje de vuelta y a mitad de camino, tócate los cojones otra vez, aparece una niebla preta que ni en diciembre. Ahí es cuando pensamos que nos habíamos ido a tomar por culo por alguna margen y que estábamos en el limbo como los personajes de los Otros, envueltos por la boira. Al final llegamos a casa y no sé los demas pero cuando me metí en la cama fue cuando comprendí la magnitud del acontecimiento y la soberana potra que habíamos tenido de llegar sanos y salvos sin haber incurrido en accidente alguno ni reventada de alcoholímetro por petar el límite máximo.
Eso sí, el Emperador estuvo sacando pelos cojoneros y saladitos de debajo de las alfombrillas hasta navidades.

martes, diciembre 14, 2010

De Estrellas Damm, Mazembes y Pereiros

En respuesta a la inteligente pregunta del señor Langarto que plantea respecto al anterior post si el "tótem-estrella" (ver anterior post, película de Origen, serie de Lost, leer a Dostoievski... para comprender el por qué de la pregunta) lo hemos elegido en estado de vigilia, duermevela o somnolencia le diré que no lo sé... Por lo que a mi respecta solamente decir que, por poner un ejemplo, el 6 de agosto viernes de vinos, me pegué 2 horas (que se dice pronto) en el garito del Negro pensando que estaba en un bar de Podgorica. Convencido de ello, de hecho, sin saber cómo cojones había llegado allí (y éste es una característica muy común en los sueños, el preguntarse qué cojones hace uno ahí). Lo grave del asunto es que cuando tomé conciencia de dónde estaba verdaderamente (supuéstamente) todavía ocurrieron acontecimientos más acojonantes que los que puede uno elucubrar en el estado de duermevela, así es que señor Langarto, le digo que no lo sé de dónde ha salido la afición por la Estrella... aunque me pienso que un componente genético sí que debe de haber pero al margen de eso...
Lo que sí que parece claro es que, sea sueño o realidad, el mundo se está replegando a marchas aceleradas. El primer motivo de sospecha fue el encumbramiento de la mujer cerdo, más conocida por Ferraz nº 70 como Leire Pajín, que obliga a uno a pensar cada vez más poderosamente en votar en las próximas elecciones una hez previamente excretada el domingo por la mañana e introducida convenientemente en el sobre electoral a modo de papeleta (que cada cual discurra la manera más oportuna de llevar a cabo esta operación de alta complejidad) por supuesto anunciando a la mesa electoral de las intenciones y procediendo al derecho a voto (de mierda) sin ningún tipo de pudor o remilgo.
Más datos inquietantes, la operación Galgo. No por la operación en si, sino porque puede ser el principio del fin. Vamos a ver, todos los que leen esta blog tienen los huevos negros (asumo que pocas féminas leen estos posts así es que me voy a pasar por el forro las prescripciones del ministerio de igualdad en cuanto a lenguaje sexista; tengo un documento buenísimo que será analizado en posteriores posts, pero no lo voy a utilizar), como digo, tienen los huevos negros y unos cuantos años como para recordar cuando era un éxito que España quedase quinta en un mundobasket, séptima en un mundial de fútbol, un ciclista ganase dos etapas y la montaña en el tour y un tío de Santander sacase medalla en los 1500, que un colgao quedase último del mundial de fórmula 1 y el mejor tenista del país fuera un Vicario.
Ahora si España queda sexta en el mundobasket es porque se han tocao los huevos, si no pasa de cuartos en fútbol es un fracaso, si no se gana el tour es algo extraordinario, si no se saca medalla en 1500... si no se saca medalla en 1500 es normal, qué le vamos a hacer, unos nacen en Soria y otros en Adis Abeba... perder el mundial de fórmula 1 es por culpa ¡del equipo! y no del españolito de turno que se ha ido de farra la noche anterior y España a veces gana hasta la copa Davis.
Que muchos de esos éxitos han venido por la vía del trabajo y el sacrificio no digo que no, pero que muchos son más falsos que un pacharán hecho en Murcia... también es cierto. Resulta que cuando L'Equipe difunde e informa son unos chovinistas y nos tienen manía. La culpa es de los chuletones de Irún, que llevan clembuterol. Como sigan tirando de la manta aquí va a terminar pringando hasta Iniesta y España será el primer país que gana un mundial de fútbol perdiendo el primer partido y después tiene que devolver la copa porque iban todos de caramelos Petz de Vicentín hasta las trancas...
Se volverá a aspirar a que algún ciclista se lleve la montaña del Giro, que algún ACB gane la copa Uleb o que el Barcelona luche por la Uefa (mira, si es por esto último que los enganchen a todos).
Luego está el tema del Mundialito de Clubes, en el que asumo que tooooodo el mundo va limpio



Y si no lo va es igual. Bien pensado, el fútbol nunca caerá porque aprecia a sus ídolos. A Ben Johnson se le sancionó de por vida. A Cannavaro le dieron un Balón de Oro...
Como iba diciendo, por primera vez en la Historia, un equipo africano pero no de Egipto o Marruecos o de Nigeria o de Sudáfrica, no, de Congo con dos cojones va a disputar la Copa Intercontinental. Es un acontecimiento tanto o más impresionante que cuando la disputó, y ganó, el Patético, que era campéon de mis cojones y subcampeón de Europa. Yo apoyaré al Mazembe, más que nada por ver otra vez al portero botiando por el campo



Y ya por último, la repera. El Gañán, el Pataliebre, el ciclista que le ganó un tour a aquel saco de testosterona con patas llamado Floyd Landis que según la versión USA del asunto iba de whiskys y cervezas hasta las trancas, ha vuelto al deporte en activo. Pero no al ciclocross, o al mountain-bike, no, al fútbol con dos cojones! Óscar Pereiro ha fichado por el Coruxo http://es.wikipedia.org/wiki/Coruxo_F%C3%BAtbol_Club el equipo donde se retiró Giovanella


el hombre que convirtió a Michel Salgado en titular de la selección española y a la pierna de Manuel Pablo en blandiblu. Lo segundo era fácil después de semejante estacazo, lo primero una heroicidad.
¿Qué será lo próximo? ¿Romay fichando por Ducati para las motos de 125? ¿Pedrosa drafteado por Miami Heat? ¿Óscar Sevilla de relaciones públicas en la Puzzle? ¿Prosinecki jugando a hockey hielo? ¿Michel Salgado retornando al Bernabéu a poner orden y sentido?
Quien lo sabe, y recuerden, la próxima vez que se tomen una Estrella comprueben si sabe a Estrella, porque como dice el Langarto a lo mejor lo están soñando...

viernes, diciembre 10, 2010

Acerca de Ruedas, Totems y Loras del Rio

Saludos a todos, al teclado la Alimaña azucarera, tomando nota de los últimos acontecimientos.
El invierno pasado fue el año de Buco Lost. Diciembre y las primeras semanas del 2010 estuvieron marcados por extraños sucesos solo comprendidos por las teorías expuestas en la serie de J.J. Abrahams. En Lost, a un grupo de variopintos personajes les pasaban un mar de putadas al hacer girar una mística rueda situada en un pozo helado en el corazón de la isla. Las mentes pensantes del cuartel general de buco llegaron a una conclusión que lo explicaba todo. J.J. Abrahams es el pseudonimo de alguno de nosotros venido del futuro que desvelo el secreto de la estación Dharma “El Calamar”, situado bajo la nave “Victory”. En ella, el Marques, influenciado por “Pinky” accionaba un mecanismo en un pozo de hielo donde guarda los Gin-tonics que hacia bajar la niebla preta y que nublaba el juicio de la gente.

(recreación del marques accionando la rueda en la estacion "el Calamar")

Todo apuntaba a la rueda, pero después de ver Origen, nuevas teorías perturban las mentes de alguno de nosotros (Si alguien no la ha visto, lo que voy a poner no son spoilers). En dicha película existe gente que se interna en sueños de los demás para hacer putadas. Existen varias maneras para saber si uno esta en la realidad o en un sueño. La principal ayuda es la que se llama un “totem”.

Un tótem es un objeto con características propias que solo uno debe conocer, y por tanto, cuanto se representa en el sueño, difiere del objeto real. Por ejemplo, un dado trucado pude ser un tótem si solo tu sabes que esta trucado, ya que en la realidad siempre sacaría el mismo resultado pero en un sueño creado por otro sacaría resultados al azar.

Ayer por la noche el camarada Zampolit me escribía por el chat del facebook “la estrella es nuestro totem ”. Perturbado por dicha afirmación corrí a ver la película, y ahora entiendo muchas cosas.

(he aqui nuestro totem)

Obviamente, el sabor de una estrella es algo que muchos de nosotros conocemos, pero su efecto en nosotros es una sensación única incapaz de recrear en los sueños de los demás. Debido a esto, mi análisis de los últimos días me acerca a pensar que estamos en un jodido sueño.

El ultimo sábado recuerdo una frase que creo que fue del marques (me es difícil recordar, ya que como dicen en la película, lo que ocurre en un sueño es difícil de recordar) al llegar a la leyenda dijo: ¿Te has dado cuenta de que esta estrella sabe distinta a las que hemos tomada en el Terminus ?.
Después al ir al nash las estrellas se habían acabado, y solo servían San Miguel, la cual tenia un sabor extraño y poco conocido.


Mi conclusión es que estábamos en el sueño de alguien que conoce el sabor de la estrella, pero no es la que mas consume, y por tanto no concreta del todo su sabor, al percatarse de que la gente introducida en su sueño se empezaba a dar cuenta de todo, decidió trasladarnos al nash y quitar las estrellas de nuestro alcance para sustituirlas por San miguel con extraño sabor a cerveza verde de las tierras de la cloaca de Europa... ¿De quien se trataría?

El siguiente Domingo también fue muy extraño, jipis con escotes generosos, latinas animadas y mujeres jamonas por doquier. ¡un domingo!, y la estrella tenia un extraño sabor dulzón que te incitaba al baile ligero. Sin duda otra ensoñación de alguno de nosotros...

El pasado martes el nash si que tenia estrellas (que extraño), así que pedí una. Me la dieron congelada, y se pego media hora sacando espuma de manera lasciva. A mi lado, el ruso se masaba el tello mientras afirmaba: la semana siguiente Zaragoza 2, Madrid 1. Todo era muy raro, así que me acorde de otra cosa, cuando uno esta en un sueño debe preguntarse ¿como he llegado hasta aquí? Si no sabe la respuesta probablemente es que este en un sueño, y yo no se como cojones había acabado allí...

Y que pasa con Lora del Rio?? Yo hace una semana ni conocía que existía esa puta ciudad. Cuando iba camino de un récord en el “ciudades de españa” del facebook me apareció la muy cabrona, y la falle de 50 kilómetros, Acto seguido maldije para siempre esa puta ciudad. Dos días después fue arrasada por un rió... o a lo mejor es un sueño... Necesito una estrella...

lunes, diciembre 06, 2010

¿MAÑANA ES FIESTA...? (Parte I)

¿Mañana es fiesta?...SI; pues entonces, hoy se sale.

Hasta ahora esta era la frase que guiaba mi conducta en lo referente en las salidas nocturnas aunque a veces tenia mis dudas...Dudas que quedaron resueltas la noche pasada tras los acontecimientos que voy a pasar a resumir a continuación lo mejor que pueda ya que nuestro cronista oficial, quizás teniendo una visión de la noche apocalíptica que se presentaba viró el rumbo y se refugio de la tormenta en la ensenada.

Me encontraba tranquilamente en casa dando de comer al gato cuando de repente, empiezo a oir la voz de mi conciencia sonar a través de mi móvil. !La alarma de la siesta! pienso yo cuando me doy cuenta que de verdad esta sonando tras lo cual, tras una breve conversación con dicha voz se materializa a mi lado adoptando la forma humana de la alimaña azucarera la cual me dice: ¿podriamos ir a tomar un trago?

Antes de que me de cuenta me encuentro en la taberna de la Vera-Cruz frente a unas patatas bravas y dos marineros de la cercana Isla de la Sal sentados junto a nuestro cronista discutiendo sobre cienpies humanos obserbados hacia poco a varias millas de la costa.

Cuando me dispongo a pinchar una de las patatas me doy cuenta que en vez de un tenedor lo que llevo en la mano es un dardo. Descolocado observo con estupefacción que me encuentro en otra taberna, "The Black's Leyend" jugando una diana con mi conciencia mientras una tabernera risueña me dice: "que menos mal que cerrare pronto ya que tengo al capitán navegando hacia el sur en un barco repleto de marineros sedientos de ron". A mitad partida, la moza me dice que me quede jugando con mi conciencia, que ella se va a cenar pero que por si acaso me deja cerrado con llave ante lo cual, sin extrañarme lo mas mínimo, asiento a la vez que pierdo mi tercera partida contra mi conciencia.
Aquello me debió haber puesto sobre aviso pero la puñetera conciencia me convenció, haciendo uso de la frase de arriba para que fuera en busca del capitán del HMS Victory ya que buscaba marineros experimentados en aguas turbulentas para navegar en breve por ellas.

Después de una frugal cena y tras consultar los mapas de navegación del almanaque "Herald of Aragonia" nos encaminamos otra vez a "The Black's Leyend" para reclutar marineros intrépidos a los que no les importase lo mas mínimo su vida ya que el viaje podía ser peligroso como luego se demostró.
Primera ronda: estrella para el capitán, estrella para mi conciencia y tónica con chorro para mi. ¡¡Un cointreau con red-bull!! que no se diga. El capitán y yo nos miramos y asentimos; este marinero seguro que se apunta al viaje. Tras proponérselo (el marinero resulto ser un francés especialista en aborígenes de las indias occidentales; a poder ser con pechos abundantes y caderas anchas) no duda en aceptar.
Tras la segunda ronda creyendo que no recularíamos a nadie más aparecen por la puerta los dos hermanos Pinchones famosos por su altura y "savoir-faire"; el contra "maestre" Lafergeld y su hermano menor, mas conocido como Barbol "manos prensiles". Como la marea alta estaba para empezar el viaje y visto que no se unía ningún marino más decidimos izar velas y adentrarnos en las extrañamente tranquilas aguas del mar de "Nieblavilla"

continuara...

sábado, noviembre 20, 2010

Cromos dorados


Dado que aquí ya no escribe ni el Marqués, ni la Alimaña Azucarera, ni el Furby, ni el Navalero, ni Chus Heffner, el 23 del Buco, o sea yo, se ha propuesto seguir contando chorradas hasta que ganemos algún maldito partido. Ahí va esto que estuve pensando el otro día...


Cuando la plantilla del Buco Juniors era jovenacha no había nintendos ds, ni gormitis, ni pocoyós, ni pleyesteisions, ni belenes estebán. Cuando éramos pequeños, la gente por lo general pasaba las tardes viendo a Espinete, comiendo nocilla en cantidades insanas y pegándose en la calle en alguna de sus múltiples modalidades. Pegándote con mayores a los que habías chuleado en cuyo caso más bien te pegaban a tí, pegándote con tus iguales por alguna dísputa de índole territorial en cuanto a los márgenes considerados legalmente en los que terminaba tu jurisdicción y comenzaba la de otro barrio, pegándote como resultado de alguna trifulca derivada de algún partido de fútbol, pegándote por el placer mismo de pegarte jugando a la taba o a mosca, o, esto sí que era serio, pegándote por alguna tangada manifiesta de cromos.


Cuando éramos pequeños se coleccionaban cromos. Pero no la mariconada de stick cards o como cojones se llamen ahora. Los cromos, cromos eran de cartonete y se pegaban al álbum con pegamento Imedio o El Mago. Todo lo más estaban los de Panini que eran autoadhesivos y ya está. Y no sólo había de fútbol. Los había también, y bien buenos, de ciclismo y de baloncesto. Sí, porque antes los ciclistas en vez de comer chuletón al clembuterol perdían el tiempo posando de esta guisa para aparecer en los álbumes.
Aparte de burrufallas varias como sellos, ornitología, billetes del mundo, adena cuida tu planeta, candy candy, willy fog, la pandilla basura, asesinos en serie (lo juro, sacaron una colección de psicokillers, los ochenta fueron una época convulsa), marcas... la de dios. Pero los que triunfaban eran los de fútbol, para que nos vamos a engañar.

Los álbumes de cromos representan una muestra de historia viva en la que año a año se ve a los héroes de siempre en situaciones inverosímiles muchas veces. Quién diría que don Paco Buyo jugó en el Sevilla (y en el Güesca...) si no estuviera reflejado en un cromo...


Este cromo de Santillana corresponde a la temporada 86/87 y seguramente debió andar por casa en algún album de mis hermanos. Yo hasta entonces sólo hacía álbumes de baloncesto y de ciclismo. Seguramente, si no hubiera pasado de ahí aún me hubiera quedado medio cuerdo. Pero un año después aconteció la hecatombe...

En la puerta del correccional de la plaza del Ayuntamiento al que tenían a bien llevarnos nuestros padres, se colocó a finales del 87 un mareao de la casa Panini a repartir cromos de la Liga y algún que otro álbum. Un año antes ya había tenido la suerte de enganchar uno de los álbumes de ciclismo, y dos años antes también. Debía de ser que los daban por castigo porque si no, no se entiende que tuviera tanta potra. Pero lo del 87 fue diferente. El tío de Panini no daba abasto. Una caterva de críos se arremolinaba en torno a él mientras iba repartiendo sobres y más sobres de cromos. Yo estaba observando sin atreverme a meter en semejante jaleo cuando de repente las masas se disgregaron. El tío se había quedado sin cromos. Agotados.

Entonces me acerqué yo. Me debía de resultar imposible que aquel gacho se hubiese quedado sin un puñetero sobre, como si le saliesen de las mangas y quería comprobarlo con mis propios ojos. En ese momento me miró y me dijo que no le quedaba ni un cromo mientras recogía el tenderete. Si eso, si lo quieres, me queda esto, mientras me tendía el álbum de la Liga.

Como he dicho, a mi por aquel entonces me podías hablar de ciclismo y de baloncesto. De aquellos álbumes con cromos de cartonete en los que salía la cara del gacho en la parte superior sobre un fondo con la bandera de su país (o comunidad autónoma del equipo en el caso de los equipos de basket) y abajo una foto del tipo en cuestión rampante en la bicicleta o tirando a canasta. Cromos de Capablo o de Zapata con el CAI, de Sibilio con el Barça, de Matraca Margall con el Joventut. Perico con el Orbea y Lejarreta con el Caja Rural. Lucho Herrera con el Café de Colombia... Pero de fútbol...

Y entonces intervino mi primo. Joder, claro que lo quiere, cógelo no seas tonto. Pero si a mí esto... Que lo cojas amemblao, si no me lo quedo yo. Venga, pues me lo quedo. Vale, pero no seas tonto, es tuyo, no se lo des a nadie, no se lo cambies a nadie. Cuánto vale. Lo que vale, no lo cambies por menos de 20 sobres de cromos, ¿me entiendes?

Mi primo me hizo la escolta hasta clase no fuese a ser que ese álbum volara y una vez ahí me volvió a repetir que ni se me ocurriese regalarlo. ¿Tú haces esta colección? le pregunté. Sí. Vale, pues entoncés yo también la haré.

Las noticias volaban en esa clase y nada más marcharse mi primo apareció KikeNike a realizar una oferta que ni un amembladé como yo podía aceptar. Comenzó a preparar el terreno aduciendo que qué suerte teníamos algunos que nos daban álbumes de cromos por la cara, y que qué mala suerte que se lo dieran a alguien que jugaba tan rematadamente mal al fútbol (como si hiciera falta tener cojones para comer trigo...) y que no le interesaba mucho todo eso. Entonces, intentó cometer la tropelía.


-¿Me lo das? ¿Me regalas el álbum?


-No. Creo que no. Me han dicho que no lo haga, a menos que me ofrezcan algo a cambio.


-Si quieres te lo puedo cambiar por un cromo de los que me han dado...


-¿Por un cromo? ¿Y que tiene ese cromo de especial para que valga un álbum?


- Es muy raro, no sale facilmente y además es del mejor jugador de la Liga, del mejor jugador del Real Madrid

Había tres jugadores por los que esa negociación se hubiese visto seriamente comprometida por lo que al salir de clase mi primo y al llegar a casa, alguno de mis hermanos me hubiesen metido una hostia como un pan por gilipollas.


Uno era Luis M. Arkonada, portero de la Real Sociedad. Otro era Tommy N'Kono, portero del entonces Español. Y el tercero era don Emilio Butragueño, delantero del, también por entonces, Real Madrid. Atando cabos, deduje que el muy pillastre intentaba cambiarme un álbum por el cromo de don Emilio. Evidentemente le iba a decir que no, pero se podía estirar la negociación a ver que más soltaba KikeNike... pero cual es mi sorpresa cuando se saca de la cartera el cromo de los cojones y dice


-Mira, por este te lo cambio, por este


Tócate los cojones, Mariloles. Por Rafa Martín Vázquez. Hombre no me jodas. Me lo quedé mirando con cara de vetatomarpolculo y le contesté que no, que yo sabía poco de fútbol pero que en casa decían que ese tipo era un mierdas. Que o me lo cambiaba por 20 sobres o verdes las habían segao. Que 20 sobres son muchos, que estás loco. Pues pa tí el Martín Vázquez y pa mi el álbum. Pues en tu casa no tienen ni idea. Pos bueno, pos fale, pos malegró, pijoteras...


Aquelló marcó un antes y un después. No llegué a terminar aquel álbum pero si que completé algunas plantillas. El Barcelona, el Betis, el Español, el Cádiz, Las Palmas y el Logroñes. Pa que más... Pero en las páginas centrales estaba la joya de la corona, la locura. Los cromos dorados.

Los cromos dorados estaban reservados a los escudos, las fotos corales de plantilla, los jugadores retirados, las mascotas de los eventos, las panorámicas de estadios, o los jugadores míticos, las denominadas Estrellas de Leyenda. Y ahí comenzó la locura, repito.

A veces no era un cromo dorado propiamente dicho, pero iba orlado o presentado de una manera especial que lo distinguía del resto de la colección.
La hecatombe aconteció cuando un día abrí un sobre y apareció un cromo dorado. Un jugador de la selección mundial. Un semidios. Era Rodion Camataru. Rodion Cama¿qué?. Quién es este tío, pregunté a mis hermanos. Es un rumano. Ruma¿qué?. El Bota de Oro. El qué...


Otro día salió esto

Y este quién es. Uno que jodió al Atlético. Pero de dónde es. Ruso. Cómo el Zalgiris. Sí, como el Zalgiris. Cómo Kurtinaitis. Sí, como Don Rimas. Entonces me gusta. Y dónde juega. En el Dinamo de Kiev. ¿En el qué de dónde?

Eso era, información a embute para un pequeño cabezudo de 8 años absorbiendo sin más, como Bob Esponja, las desventuras de Careca, Ruggeri, Belanov, Altobelli, Elkjaer Larsen, Laudrup, Zavarov o Rummenigge. Rummenigge vestido con la camiseta verde de Alemania. Con dos cojones. Es increible de lo que llega a acordarse uno a veces. No me preguntes que comí antes de ayer, pero del cromo de Rummenigge, joder si me acuerdo...

Los rusos pasaron a ser ídolos por venir del mismo país, entonces, que el Zalgiris, y esto ya es otra historia, los daneses admirados y temidos, los italianos marrulleros, los brasileños virtuosos, los argentinos puercos, los alemanes invencibles y los holandeses enemigos a ultranza. Y más enemigos que iban a ser... menudo fue el 88...

La plantilla del Madrid se quedó incompleta por culpa del cromo de Martín Vázquez que nunca jamás salió. No me importó lo más mínimo. Tenía a N'Kono y a Arkonada y al Tato Abadía y a Camataru.


Con los años la expresión cromo dorado comenzó a mutar y más en este pueblo, mundialmente conocido por ser un vergel para las mentes librepensadoras y clarividentes. Un vivero de poetas, filósofos y estadistas. Cuando pienso en un cromo dorado me acuerdo de aquellas páginas centrales con Camataru y Zavarov, claro, como un recuerdo residual que jamás abandonará mi cabeza, pero a continuación asoma a la mente Pinky. O Extremeitor, o el Duque de Tomatierra, o la Salamanquesa, o la Predicadora. Mank y Perry, el Vago, Decibelios... una suerte de selección local en una ya de por si perjudicada población. Luego están los cromos plateados, no alcanzan a los dorados en "prestigio" pero...


Es mejor ser un cromo plateado. Si eres dorado es que has cruzado el límite. Si eres plateado significa que tienes clase, como Callaghan. Si eres dorado... joder, tu prestigio se te ha ido por la pernera del pantalón en alguna pichada... Entre los cromos plateados podríamos meter a Chainho o al Frutas. A Mortimer, al Furby o al Marqués...


Todo esto se me ocurrió después de ver Gran Hermano, más en concreto la parodia que hacen en la Sexta, Gran Pringao. Si en Gran Hermano meten a desechos de la sociedad con el pretexto de hacer un experimento sociológico, que grande sería meter en una casa durante tres meses a todos estos cromos dorados para que iluminaran al mundo entero con su sapiencia. Que entraran, al igual que los personajes de la novela de Chuck Palahniuk, "Fantasmas", con un único objeto personal. Del resto, Dios proveería...


Imagínense una casa compuesta por estos diez elementos:


Pinky, objeto personal, un besugo disecado o bien un póster de la película "El Sur"


El Duque de Tomatierra, objeto personal, una faltriquera para vigilar por las noches no fuese que le tocase dormir con un negro...


El Marqués del Mundo al Revés, objeto personal, el pin del Racing


Mank, objeto personal, Perry


Perry, objeto personal, Mank


Chainho, objeto personal, el jodido péndulo para interrogar al respetable


Extremeitor, objeto personal, un Terry con hielo


La Salamanquesa, objeto personal, una tragaperras para ir haciendo


La Predicadora, objeto personal, la Biblia, para ilustrar a todos esos impíos


El Furby, objeto personal, una lata de caballa en conserva


Mortimer, objeto personal, los naipes y el tapete


El Frutas, objeto personal, un ejemplar de Mature Women

Animo a los leguleyos aficionados que frecuentan esta blog a que diserten sobre la conveniencia de empezar a meter fondos para que alguna cadena lleve a la tele la propuesta... la casa de los Cromos Dorados...

miércoles, noviembre 17, 2010

La chaqueta mecánica

Sí, han leído bien. En el título de la entrada pone "La chaqueta mecánica". Es una expresión que he escuchado esta tarde en uno de esos bares de moda, de boca de una de las lenguas más procaces y librepensantes del pueblo. Se le podría atribuir también al bueno de Berbeguito (a ver cuando jubilan al Gorgorito de los cojones y crean a su sucesor, Berbeguito, para que explique a los niños cual cura subido al "hipódromo" lo que pasa cuando los negros vienen en "pantera" a este país como si todos fuésemos almas "caricaturas", como si "en teoríca" se les fuesen a solucionar los problemas) pero no ha sido Berbeguito sino Pinky el autor de la desbarrada.
Se acerca el Invierno y como es costumbre por estas fechas, en el cuartichón de la nave Victory, el Marqués del Mundo al Revés se dispone un día de estos a girar la rueda de la Isla y hacer que aparezca la Niebla. Claro, que como ahora es él el que sufre severos episodios de esquizofrenia catatónica (muajajajajá) quizá no quiera girar la rueda...
Bueno, como quiera que los designios del Marqués son inexcrutables y ahora más dado que se encuentra a merced de los elementos, a lo mejor este año tenemos Niebla o a lo mejor no. Esto es como los exiliados de "Amanece que no es poco", que unos días van en bicicleta y otros días huelen bien, pero que no está regularizado y más bien pasa porque les sale de los cojones. Lo que sí es seguro es que Pinky seguirá impartiendo doctas lecciones en la nave Victory.
La primera, el tío se lanza como si un Ramón de Pitis cualquiera fuera y



estuviese enumerando los derechos fundamentales del Hombre en plan "son cinco, la vivienda, la dignidad, esto y lo otro y de lo demás no me acuerdo..." y suelta:
"En Barbastro hubo grandes conciertos, a la Sociedad vinieron muchos y muy buenos, sí, yo me acuerdo de un montón, sí, me acuerdo de Miguel Ríos, sí, y también de, de... de... bueno, vinieron muchos y me acuerdo un montón pero ahora no me acuerdo de ninguno en concreto". Pinky dixit.

Luego, la segunda, en una de esas conferencias acerca del séptimo arte en las que te puede salir con su película favorita "El Sur" para pasar a continuación a describir la fría tarde en la que fue al cine a verla mientras volvía de permiso de la mili en Canarias y de ahí a explicarte todas las posibilidades culinarias (y otras artes) con un besugo o el modus operandi de la jet set del pueblo en los lupanares de la ciudad condal, media un cuartillo de DYC. Con suerte vadeará el tema lo cual reconfortará nuestro corazón pero no te librarás de que de repente se levante de la banqueta y exclame eso de


que en Texas sólo hay vacas o maricones, mítica escena que según él acontece en "La Chaqueta Mecánica". De ahí pasa a hablarte de "La Naranja Metálica" y de las grandes colas que se formaban en el cine para verla. Y de ahí te puede terminar la conferencia cinematográfica con los pormenores de la filmografía del director de "El puente sobre el río Kwai" quien según Pinky era un director "bueno, sobrio y elegante".
La tercera, cuando llega a la Nave el Marqués de Tomatierra (Rampeitor), Pinky emite un comentario jocoso acerca del personaje, situación bien diferente a si el que entra por la puerta es el señor McGregor (Extremeitor) al que le recibirá en actitud cariñosa alentándole en la nuca para que la máquina de ruidos venida de un futuro en el que prospera la III República espete eso de "el corazón de un hombre es importante, pero más importante es cuidar la nuca, aparta de aquí, ¡maricón!".
Por todo esto y más historias que seguro me dejo, no es de extrañar que el Marqués, encargado de comandar la nave Victory, haya comenzado su cuarta lectura del clásico de Dostoievsky "Crimen y Castigo", libro con el que uno siente como si le metieran un eviscerador ungido en salmuera, vía anal, y rechiraran por ahí dentro cada vez que uno lee las disquisiciones de Raskolnikov. Libro que no ha leído Pinky según él "por no ser tan comunista como alguno de sus amigos que se lo ha leído infinidad de veces". Tras el apunte literario, Pinky comenzará otra vez a contarte los grandes conciertos de las fiestas de este pueblo y uno decidirá abandonar la nave Victory para no ahondar más si cabe en su perturbación mental (la suya y la de Pinky, se entiende).
Pero el Marqués deberá quedarse al frente, sin poder abandonar la Nave, a merced de los elementos y de los Elementos. Que le sea leve.

viernes, noviembre 12, 2010

Estrellas de Leyenda (VIII): El Miedo Escénico

¿Qué es el Miedo Escénico? Sería sencillo definirlo, sobre todo haciendo uso de Wikipedia pero algunos ejemplos ilustrativos quizá sean más esclarecedores de lo que queremos decir cuando hablamos de este fenómeno.

Cadel Evans. Giro de 2002. Penúltima etapa. Último puerto. El australiano llega al pie del Folgaria con la maglia rosa. ¿Lo tenía todo hecho? No. El miedo escénico y una dosis deficiente de eritoproyetina hicieron de las suyas de modo que Cadel cogió una pájara de padre y muy señor mio retrocediendo de golpe y porrazo 20 puestos en la clasificación general. A puesto por kilómetro de ascensión. Al final ni Giro, ni podio, ni nada...

Atlético de Madrid. 1997. Copa de España. Canódromo de la Diagonal. El Pateti y la Barçura se enfrentan en encuentro ignominioso de Copa del Bribón. Tras irse al descanso con un 0-3 minándole la moral, la Farça reacciona y mete dos goles tempraneros. Pantic hace el cuarto. Su cuarto gol de la noche. Pero el Pateti en un nuevo ejercicio de miserabilidad tira el partido a la fresquera perdiéndolo por 5 goles a 4. Partido, eliminatoria y orgullo perdidos por culpa del Miedo Escénico.

Stephane Heulot. Tour de 1996. Primera etapa de montaña. El francesito llevaba el maillot que proporciona el mayor honor habido en el mundo del Ciclismo. El día que Mikel Indurain, sí Mikel y si no se lo creen miren, miren

El día que Indurain se hizo humano o no se tomó el desayuno, ustedes elijan, y fue superado en la etapa por una cohorte de 14 ó 15 politoxicomanos (aquel día entraron por delante de él Luc Leblanc, Rominger, Luttenberger, Virenque; Dufaux y Olano, que a lo mejor iban limpios; Escartín como Jesucristo, entre dos ladrones, Riis y Ullrich, a tope; Ugrumov, Berzin, Piepoli, Hamburger, Garmendia y Zülle, que en lugar de ir de grupeto, iban de botellón), ese día, Stephane Heulot haciendo gala de un ñicrismo flaineril muy grande, se apeo en mitad de la subida yendo de líder y llorando. ¡Se retiró yendo líder y no porque se pegase una hostia! Miedo escénico es eso.

Pero volvamos al fútbol. Porque si se ha hecho famoso el término del Miedo Escénico es por culpa de un equipo y más en concreto de unos de sus exjugadores, aunque el verdadero artífice fuese otro bien diferente sobre el que trata veraderamente la entrada. Jorge Valdano, aparte de juntaletras ocasional, florero del Madrid y eventual entrenador con mayor o menor éxito, también fue jugador de fútbol, malo, pero jugador de fútbol. Para lo malo que era, gano bastante porque tuvo la suerte de estar bien acompañado.

Diciembre de 1984. El Madrid, perdón, EL REAL MADRID, encaja una dolorosa derrota en Bruselas a cargo del Anderlecht, perdón, EL ANDERLECHT en tercera ronda de copa de la Uefa. Sí, porque el Madrid de vez en cuando jugaba la Uefa. 3-0.

Y entonces comenzó la Leyenda. El tal Valdano, como buen argentino resumió lo que sus compañeros se dedicaban a expresar como Miedo Escénico. Valdano pasaría a la Historia, pero los que hicieron Leyenda fueron los demás, empezando por Juan Gómez "Juanito", postrarse. A ellos se les atribuyen las siguientes frases:

“La primera patada la pegamos nosotros; los tres primeros disparos son nuestros y el primer disparo o a gol o a la valla y bien fuerte para que acojone al portero; cuando nos hagan una falta tres de nosotros a por el árbitro y otros tres a por el infractor…”

Y ocurrió esto.



A partir de entonces surguió la leyenda del Bernabéu y las remontadas imposibles. La gente se cagaba en el coliseo blanco. Les entraba el canguelo.

Al año siguiente el Madrid volvía a jugar la Uefa. Cosas que pasan. Y en la final se enfrenta al Colonia, ese equipo que también lleva un buco en el corazón. En esencia no fue una remontada porque el partido de ida fue en casa, pero pasó esto



Aniquilación. Un rodillo. El Colonia no parecía el Colonia, sino un Racing o un Espanyol a merced de los elementos. Superados por los elementos. El Bernabéu volvía a dictar sentencia.

Pero el espíritu del equipo, el que hacía todo esto posible, aparte de la calidad de Hugo Sánchez y Butragueño, Santillana o Michel, era Juanito.

Juanito llegó al Madrid proveniente del Burgos pese a que el Barcelona ofreció casi el doble de dinero. Eso no fue excusa para que el malagueño no acabase en Chamartín. Según cita wikipedia como jugador era listo, hábil, intuitivo y rápido. En el aspecto negativo, su temperamento visceral le ocasionó graves perjuicios a lo largo de su carrera deportiva, en 1978 fue sancionado con dos años sin disputar partidos europeos por agredir al arbitro germano-oriental Adolf Prokov; En 1986 escupió a Uli Stielike, cuando este ya era jugador del Neuchatel, durante un partido de copa de la UEFA; En 1987 fue suspendido de partidos europeos durante cinco años por el famoso pisotón en la cabeza a Matthäus durante un Bayern de Munich-Real Madrid. Como curiosidad explicar que Juanito, como disculpa, regaló posteriormente a Matthäus un capote y un estoque de torero.
La directiva del Real Madrid le multó con 300.000 pesetas por torear vaquillas en una corrida benéfica. En otra ocasión fue multado con 140.000 pesetas por decir que Amancio (entonces entrenador del Madrid) «lleva a Lozano a Bruselas de intérprete». Además una juerga nocturna en Milán le supuso una multa de 400.000 pesetas y ser apartado temporalmente del equipo por Amancio.
Juanito disputó dos finales europeas con el Real Madrid, la primera fue en 1981, era la final de la Copa de Europa, pero el Liverpool FC arrebato el título al Madrid. La segunda fue la final de Recopa de 1983, esta vez el Aberdeen privó al Madrid del título; tras esta final Juanito acusó a Stielike de ser un mercenario, convirtiéndose desde entonces en enemigos irreconciliables.

El tropezón con Matthäus fue tal que así, si no llega a estar el arbitro lo mata



Pero vamos, que él también recibió como en aquella ocasión en Belgrado cuando jugándose la clasificación para el Mundial 78 contra Yugoslavia no se le ocurrió hacer otra cosa ante esas gentes que esto



Al final, y más después de su trágica muerte,



no es de extrañar que la afición del Madrid lo considere un Mito. Si acaso, EL MITO del madridismo por encima de Gentos, Butragueños, Diestéfanos o Raúles. Por la casta, la brega y el corazón que puso en cada uno de los partidos que jugó con el Madrid, en todos los partidos del Bernabéu, cada minuto 7 de la primera parte se escucha esto


jueves, noviembre 04, 2010

Estrellas de Leyenda (VII): el genio de Titogrado

Bien, una vez hecha la entrada de los tovarichs para que el crío de Naval se quedase tranquilo y recuperase sus actividades habituales como hacerse de grupos del feisbuk de dudosa catalogación, la blog recupera su pulso habitual. Se hablará más en otro momento acerca de los tovarichs pero ahora es hora de acercarnos a un personaje salido de uno de esos pintorescos países de la costa adriática en los que el día a día de la gente está sazonado de sindiosismo e hijoputismo a partes iguales.
Me acabo de dar cuenta, y es cojonudo, de la especial relación que tengo con la antigua ciudad de Titogrado más conocida actualmente como Podgorica. Esta ciudad es la capital de ese país, llámenle país, llámenle vodevil, denominado Montenegro. Tal y como comienza esta entrada uno pudiera pensar que estamos a punto de hablar acerca de ese hombre que no aparece entre los mejores valencianistas de todos los tiempos por el mero hecho de fichar años después por el Madrid, pecado que la Secta más grande al sur del delta del Ebro (al norte ya sabemos todos cual es) nunca le supo ni quiso perdonar. Pero no, de la vez que don José Emilio Amavisca Gárate se proclamó campeón de Europa merced a un gol de este señor se hablará en otra ocasión...
Yo quería hablarles de otro personaje que no sabía yo muy bien que fuese de Montenegro. Montenegro... joder, ¡qué país!

Lo primero que te llama la atención de ese lugar es la laxitud en las normas viales. Cuando te cruzas por la carretera con cuatro coches sin matrícula en media hora sólo hay una manera de que el quinto inmatriculado te sorprenda todavía más. Esto es que le hayan practicado un descapotamiento con una black&decker, le hayan quitado los faros y lo vayan arrastrando con una sirga. Y así es...
Por no hablar del escaso apego por su vida que tienen estas gentes. Que todos los viandantes que te cruzas por la nacional vayan por mitad del carril totalmente despreocupados pasa a otra dimensión cuando te cruzas a una bicicleta que viene contra tí, por su izquierda con el sol de cara, y con una bolsa de frutas en una especie de busqueda de notoriedad y demostrar al mundo entero que sí, que practicar deporte y comer fruta puede ser muy perjudicial para la salud...

Seguramente el señor que al marcar un gol provocó que don José Emilio Amavisca Gárate se proclamara campeón de Europa debe de estar en el segundo puesto de mi top 5 de goles más cantados y vociferados a lo largo de mi vida.
Ahora me cuadra que este año para los festivales del vino, el viernes recien llegado de esas tierras montenegrinas, me diese un jamacuco del quince y me pegase 2 horas de reloj metido en Legend of the Time pensando que estaba en un garito de Podgorica... ahora me cuadra, los dos goles que más he voceado en mi puñetera vida los han marcado dos mareaos de allí.

En el 5º lugar de la Lista nos debemos retrotraer al año 2007 cuando Linares, creo, le marcó la taba de la victoria a la Secta "B" en el Muncipal de los Deportes. Los gritos proferidos solamente fueron menores a las posteriores lindezas dichas al capitán de los perdedores de ese día, un tal Marc Valiente.
En el 4º lugar seguramente esté el gol de Andrés Iniesta vestido con la camiseta que se pone durante un mes cada dos años y que no es de color mierda. Los 11 meses restantes es susceptible de que Kleper Laveiran o cualquier virtuoso del balón le haga alguna caricieta en las piernas, pero cuando el 11 de julio de 2010 le clavó la taba a los mandarinas para hacer que Carlos Marchena tuviese algo más que un nombre de guardia civil trasnochado, se le perdonaron algunos de estos defectos.
En el 3º lugar seguramente esté el gol del día que el Espanyol se iba al pozo irremisiblemente. El día que don Ferran Corominas, Coro, metió la taba de la victoria en el último minuto, que sería comparable al Tamudazo en el canódromo de la Diagonal cuando el Farça perdió la Liga.
En 2º lugar el ya mencionado gol del señor que hizo que don José Emilio Amavisca Gárate se proclamase campeón de Europa.

Y en 1º lugar... en primer lugar está esto...
Pongámonos en antecedentes. Año 1994. Cuatro años tragando mierda sin descanso por parte de la Secta de la Diagonal en forma de manitas al Madrid, ligas ganadas en extrañas carambolas, acrobáticas posiciones, verbigracia del Tenerife de los cojones, el agitatoallas de Estebaranz, Valdano y el copón santo. El penalty de Djukic y el parterre en el culo que tenía Cruyff. La potra potrosa de Kaiserslautern y la biblia en verso. La creencia cada vez más fuerte por parte de esas gentes de más allá del Cinca de que el Barça meaba colonia y cagaba fresas. La deshonra cada vez más fehaciente de ser del Madrid y ver que todas tus esperanzas se depositaban en Morales.

Y llega lo que según la TV3 era "el partit del secle". Final de la copa de Europa. Milan contra Barcelona. O lo que es lo mismo para un madrista, Belcebú contra Satanás. Solamente faltaba el PSV para que la fiesta fuese completa. Dos semanas dando por culo con el evento, que si los dos mejores equipos del siglo, que si patarrín, que si patarrán, que si la abuela fuma porros, que si el Barça va a hacer historia, no perdón, Historia...
La tarde del partido la TV3 comienza una programación especial a las 3 de la tarde. Uno, que tenía examen de Historia al día siguiente decide un par de cosas ante la inminencia del evento: una, que malo es de pedir pero peor es de robar y, automáticamente, hacerse del Milan durante lo que restaba de día, no más. Dos, mandar el libro de Historia a tomar pol culo y torturarme toda la tarde viendo los reportajes de Romario, Cruyffito, Guardiola y maria santisma que hacían en la cadena de los amigos de lo ajeno.
Seguramente en esos momentos debió de llegar mi hermano el que trabaja en Multipaja (si quieres que se diga el nombre de la entidad correctamente, que paguen) y que me ha cebao esta tarde en su casa y por eso no tengo ganas de cenar y estoy escribiendo gilipolladas ahora mismo...
Él todas estas conjeturas que me había hecho seguramente las había formulado en su cabeza y era en esos momentos más milanista que Berlusconi. Me imagino que nos debimos aprovisionar de pipas o similares y después de ver quince documentales sobre el dream team, la flor en el culo de Cruyff y todo lo que debíamos conocer acerca de la Masía y todos los detalles de la Secta del mundo comienza el partido.
Al descanso se llega con un 2-0 en el marcador. Sobo total del Milan. No obstante, era tal la lavada de cerebro que nos habían intentado hacer en la tele de los amigos de lo ajeno durante toda la tarde que existía la duda, razonable, de que una vez más a Cruyff se le volviese a aparecer la Virgen...
Comienza la segunda parte y a los escasos tres minutos pasa esto...



No. No he cantado nunca un gol igual. No, ni cuando don José Emilio Amavisca Gárate le marcó el quinto al Barça, ni cuando Puyol metió el 1-0 a Alemania, ni cuando Jonatás empató la final de uefa contra el Sevilla, ni cuando el Buco ganó aquel partido contra el Construcciones...
Una cosa es cantar, otra es vocear, hacer cortes de mangas, sacar la cabeza por la ventana y gritar como un estalentao y vuelta a lo mismo, arrodillado frente a la tele, corte de mangas a Zubi, al techo (dedicado al vecino de arriba, fiel seguidor de la Secta), y vuelta a la ventana. Porque después de semejante pava era evidente que el Barcelona NO iba a ganar ese partido.
Al final 4-0, el Milan campeón de Europa, un daño colateral menor, y el derrocamiento del tenderete cruyffista. Al año siguiente desmantelamiento general y largo penar y transitar hasta este nuevo resurgimiento. Pero ahora, como entonces, solamente hace falta que un nuevo Dejan Savicevic venga a menear el árbol para que el Barcelona vuelva a perder copas Catalunyas contra el Júpiter.
Para todo aquel que le interese saber algo más acerca de Savicevic, sobre el que iba esta entrada antes de que me liara con otros temas, aquí tiene http://es.wikipedia.org/wiki/Dejan_Savi%C4%87evi%C4%87
El examen del día siguiente lo aprobé, raspadete pero aprobé, basicamente por dos motivos. Ese hombre hacía examen cada dos semanas o cada una si me apuras, lo que entraba a veces era ridículo y con que atendieras en clase era suficiente. Y si eras un friki que le gustaba la Historia, lo tenías más fácil.
Segundo motivo. Todos los alumnos de buena voluntad debajo del nombre estampamos un claro y gigantesco ¡HALA MADRID! que fue recompensado como merecía con 2 puntos extras. Con dos cojones.

lunes, noviembre 01, 2010

Estrellas de Leyenda (VI): fútbol soviético

Lo que tiene publicar encuestas en sitios con una clientela como la de esta blog es que se hace por demás. Conociendo la calaña de muchos de los que leen estas chorradas uno ya se puede imaginar que alguno va a hacer la algarada. Esta vez le ha tocado hacerla al 3 del Buco, que se está dedicando a votar todos los días desde el puesto de trabajo, como un gañán, borrando el historial de internet para votar una y otra y otra vez. Como es inevitable que el zagal siga votando por una entrada del fútbol soviético, se la vamos a dar para que deje de romanciar y pueda dedicar el resto de su tiempo laboral a hacerse fan de paginetas del feisbuk o a hacer incursiones en las oficinas de Multipaja sembrando el terror entre las nuevas becarias.

La Unión Soviética nunca se distinguió como una potencia en el mundo del fútbol. No eran malos, pero tampoco eran los mejores como podían ser en el resto de los deportes. Aun así les dio para ganar una Eurocopa y llegar a la final de dos más, cuajar buenos mundiales y ganar algún título a nivel de clubes. Sus jugadores eran en su mayoría auténticos artistas del balón con una técnica exquisita pero con cabezas no muy bien amuebladas. Como casi todos los jugadores del Este.

La primera gran estrella fue Lev Yashin. El considerado mejor portero del siglo XX por la Fifa, ganó con su selección unos Juegos Olímpicos, una Eurocopa y disputó cuatro Mundiales, llegando




a cuartos de final siempre, y disputando las semifinales en el Mundial de Inglaterra cuando ganaron los inglesitos por decreto ley. Apodado "la araña negra" por su vestimenta y sus movimientos, defendió la portería del Dinamo Moscú durante 22 años, consiguiendo todos los galardones individuales imaginables incluido el Balón de Oro siendo hasta la fecha el único portero que lo ha obtenido. Curiosamente es el único arquero al que le han metido un gol olímpico, esto es un gol de saque directo desde el corner, en un Mundial. Se retiró en 1971.

Por esas fechas comenzaba a despuntar en el Dinamo de Kiev un delantero ucraniano de nombre Oleg Blokhin. Permanecería en el club hasta el año 87, ganando dos Recopas de Europa, la del 75 y la del 86, esta última ante el Atlético en uno de los mayores baños que se recuerdan en una final europea comparable quizá al sobo de Atenas del 94. No obstante, estos dos hechos merecen su espacio aparte y serán convenientemente analizados en posteriores entregas.

La camada del 86 del equipo de Kiev estaba comandada por el gran Lobanovsky, uno de los mejores entrenadores europeos de siempre y practicaba un fútbol rapidísimo de toque y combinaciones con jugadas realizadas de memoria que literalmente ahogaba al rival. Blokhin era uno de los veteranos y lejos quedaba su Balón de Oro ganado en el año 75, pero unos jóvenes Demianenko, Rats, Zavarov o Belanov conformaban la columna vertebral de la selección que sorprendería al mundo en el campeonato del 86 pero que caería demasiado pronto en octavos contra Bélgica. Blokhin años maás tarde se convirtió en seleccionador de Ucrania y en un personaje capaz de soltar pozaladas de mierda de este estilo: "Cuanto más ucranianos jueguen en la liga local, más ejemplos habrá para las generaciones jóvenes. Que aprendan de Shevchenko o de Blokhin y no de un Zumba-Bumba (sic) al que encontraron en un árbol, le dieron dos bananas y ahora juega en la liga ucraniana." Haciendo referencia a la llegada de jugadores africanos a la liga ucraniana. Sin comentarios.

Y llegó el año 88. Eurocopa de Alemania. Cuando la disputaban las 8 mejores selecciones del continente y aquello era un torneo serio. La Unión soviética se presenta con una de sus mejores selecciones de todos los tiempos e indudablemente, su último gran equipo.

En la portería, Rinat Dasayev. Un titán bajo los palos, uno de los mejores porteros de la época compitiendo por ese cetro con don Paco Buyo o Jean Marie Pfaff. Un tío extravagante que después de todo esto vino a Sevilla a jugar con Maradona y la cohorte de estorrocadores del Pizjuán, más famoso ya en esa época por empotrar el coche en mitad de una fuente que por sus paradas, acabó su carrera por una lesión. Pero en el 88 era un titán.

En la defensa, Demianenko y un gran Vassily Rats. Una auténtica ametralladora desde el lateral izquierdo que enchufaba goles desde fuera del área con suma facilidad.

El centro del campo estaba plagado de artistas. Un joven Alexei Mikhailichenko, que iba para figura pero se quedó en un jugador correcto de la liga escocesa y poco más. Pero entonces era el Maradona del Don. Gennadi Litovchenko, una máquina jugando al toque con los compañeros.

Sergei Aleinikov. Más conocido en el Barranqué como Delfín Aleinikov. Gran centrocampista que militaba en el Minsk y que al año siguiente ficharía por la Juventus. Ese mismo viaje pero desde Kiev lo haría Aleksandr Zavarov.

En la delantera, Igor Belanov, del Dinamo de Kiev. Ganador del Balón de Oro de 1986. Acompañándole, su compañero de club, la ametraladora de Dnipropetrovsk, Oleg Protasov.


Primera fase. En el primer partido la URSS vence por un gol de Rats a los mandarinas de Marco Van Basten postulando sus opciones a llegar lejos. En el segundo partido empatan a uno contra Eire, sí, la Eire de Whelan, McGrath, Bonner, Staunton y Townsend, Aldridge y Cascarino, quienes habían vencido en la primera jornada a los albión con gol de Houghton (el que luego la enchufó en Nueva York ante Italia, posiblemente uno de los irlandeses que mejor debe de dormir todas las noches). Ambas selecciones comandaban el grupo.

Y en el último partido acontece la cacicada. La URSS se deshace sin dificultades de los albión con goles de Delfín Aleinikov, Mikhailichenko y Pasulko. En el otro partido, los mandarinas vencen en los últimos minutos con gol de Kieft (uno de los integrantes del PSV de tan infausto recuerdo). La Unión soviética pasa como primera de grupo, Holanda como segunda. Irlanda es tercera y queda apeada de la competición.

En el otro grupo Alemania es primera por diferencia de goles con Italia quienes se deshacen facilmente de España y Dinamarca que ya no eran las del año 86 aunque pocos podían imaginar que cuatro años después los daneses tendrían una segunda juventud. Pero eso ya es otra historia.

Semifinales. En Hamburgo, en un partido de alto riesgo, los mandarinas vencen con gol in extremis de Van Basten a la Alemania de Matthäuss. Los teutones se vengarían dos años después en el Mundial, aunque para entonces el señor Koeman ya habría soltado la pozalada de mierda correspondiente manifestando que "me gusta jugar partidos contra Alemania, porque así puedo cambiar la camiseta con algún jugador y limpiarme después el culo con ella". De aquellas lluvias los lodos de Italia 90, pero esa ya es otra historia del señor Rudi Völler...

La URSS por su parte le mete un batán de muy señor mío a los italianos que no se creían que sólo les metieran dos. Litovchenko y Protasov.

Y llegó la gran final en el Olímpico de Munich. Realmente no hubo mucha historia. Los holandeses llegaron un poco a trancas y barrancas cuando eran los favoritos desde el principio. Los soviéticos sobre los que había alguna duda inicial pegaron un sobo continuo durante el campeonato. Pero en la final se cambiaron las tornas y Holanda se impuso desde buen principio con goles de Gullit y Van Basten. Os dejo con el famoso gol de Van Basten, que bueno era un rato y al menos no jugaba en la secta del PSV.


Después de aquello la URSS se vino abajo y no sólo en lo futbolístico. Al Mundial de Italia acudieron donde les gastaron judiada tras judiada. Tuvo la mala suerte de cruzarse con Rumanía cuando empezó la explosión de estas gentes. 0-2. En el segundo partido, a vida o muerte contra Argentina se vivió una de las mayores cacicadas de la Historia del futbol. Nos ponemos en situación. Nery Pumpido, el portero titular albiceleste, se parte la pierna al chocar contra su compañero. Sale Sergio Goycoechea, a la postre uno de los mejores jugadores de aquel Mundial. Nervios en Argentina pues no se sabía como podía reaccionar el chaval. No importa. Ahí estaba el maldito enano cabrón y un sueco impresentable perpetrando con el silbato para echar a la URSS del Mundial. A continuación, las imágenes.



Uno que con 9 añitos quería que ganase la URSS y que perdiese Maradroga a partes iguales se llevó buen chasco. Si a eso se le une que era junio, hacía calor, la gente estaba con las ventanas abiertas y la calle de encima de casa exudaba argentinismo a raudales, jodía mucho, mucho. Resultado final 0-2.

En el partido siguiente la URSS le metió 4 tabas a Camerún que estaba impresionando y pasó 1ª de grupo. En el otro partido Rumania y Argentina firmaron unas sospechosas tablas que llevaban a los dos a la segunda fase (entonces pasaban los mejores terceros) y a la URSS a la calle.

Para terminar, os dejo un resumen del Italia-URSS de la Eurocopa del 88 ya que no hay mucha videoteca al respecto. Se intentará encontrar un video impresionante de un partido de clasificación entre la RDA y la URSS, pero ya será para otro día...