jueves, noviembre 04, 2010

Estrellas de Leyenda (VII): el genio de Titogrado

Bien, una vez hecha la entrada de los tovarichs para que el crío de Naval se quedase tranquilo y recuperase sus actividades habituales como hacerse de grupos del feisbuk de dudosa catalogación, la blog recupera su pulso habitual. Se hablará más en otro momento acerca de los tovarichs pero ahora es hora de acercarnos a un personaje salido de uno de esos pintorescos países de la costa adriática en los que el día a día de la gente está sazonado de sindiosismo e hijoputismo a partes iguales.
Me acabo de dar cuenta, y es cojonudo, de la especial relación que tengo con la antigua ciudad de Titogrado más conocida actualmente como Podgorica. Esta ciudad es la capital de ese país, llámenle país, llámenle vodevil, denominado Montenegro. Tal y como comienza esta entrada uno pudiera pensar que estamos a punto de hablar acerca de ese hombre que no aparece entre los mejores valencianistas de todos los tiempos por el mero hecho de fichar años después por el Madrid, pecado que la Secta más grande al sur del delta del Ebro (al norte ya sabemos todos cual es) nunca le supo ni quiso perdonar. Pero no, de la vez que don José Emilio Amavisca Gárate se proclamó campeón de Europa merced a un gol de este señor se hablará en otra ocasión...
Yo quería hablarles de otro personaje que no sabía yo muy bien que fuese de Montenegro. Montenegro... joder, ¡qué país!

Lo primero que te llama la atención de ese lugar es la laxitud en las normas viales. Cuando te cruzas por la carretera con cuatro coches sin matrícula en media hora sólo hay una manera de que el quinto inmatriculado te sorprenda todavía más. Esto es que le hayan practicado un descapotamiento con una black&decker, le hayan quitado los faros y lo vayan arrastrando con una sirga. Y así es...
Por no hablar del escaso apego por su vida que tienen estas gentes. Que todos los viandantes que te cruzas por la nacional vayan por mitad del carril totalmente despreocupados pasa a otra dimensión cuando te cruzas a una bicicleta que viene contra tí, por su izquierda con el sol de cara, y con una bolsa de frutas en una especie de busqueda de notoriedad y demostrar al mundo entero que sí, que practicar deporte y comer fruta puede ser muy perjudicial para la salud...

Seguramente el señor que al marcar un gol provocó que don José Emilio Amavisca Gárate se proclamara campeón de Europa debe de estar en el segundo puesto de mi top 5 de goles más cantados y vociferados a lo largo de mi vida.
Ahora me cuadra que este año para los festivales del vino, el viernes recien llegado de esas tierras montenegrinas, me diese un jamacuco del quince y me pegase 2 horas de reloj metido en Legend of the Time pensando que estaba en un garito de Podgorica... ahora me cuadra, los dos goles que más he voceado en mi puñetera vida los han marcado dos mareaos de allí.

En el 5º lugar de la Lista nos debemos retrotraer al año 2007 cuando Linares, creo, le marcó la taba de la victoria a la Secta "B" en el Muncipal de los Deportes. Los gritos proferidos solamente fueron menores a las posteriores lindezas dichas al capitán de los perdedores de ese día, un tal Marc Valiente.
En el 4º lugar seguramente esté el gol de Andrés Iniesta vestido con la camiseta que se pone durante un mes cada dos años y que no es de color mierda. Los 11 meses restantes es susceptible de que Kleper Laveiran o cualquier virtuoso del balón le haga alguna caricieta en las piernas, pero cuando el 11 de julio de 2010 le clavó la taba a los mandarinas para hacer que Carlos Marchena tuviese algo más que un nombre de guardia civil trasnochado, se le perdonaron algunos de estos defectos.
En el 3º lugar seguramente esté el gol del día que el Espanyol se iba al pozo irremisiblemente. El día que don Ferran Corominas, Coro, metió la taba de la victoria en el último minuto, que sería comparable al Tamudazo en el canódromo de la Diagonal cuando el Farça perdió la Liga.
En 2º lugar el ya mencionado gol del señor que hizo que don José Emilio Amavisca Gárate se proclamase campeón de Europa.

Y en 1º lugar... en primer lugar está esto...
Pongámonos en antecedentes. Año 1994. Cuatro años tragando mierda sin descanso por parte de la Secta de la Diagonal en forma de manitas al Madrid, ligas ganadas en extrañas carambolas, acrobáticas posiciones, verbigracia del Tenerife de los cojones, el agitatoallas de Estebaranz, Valdano y el copón santo. El penalty de Djukic y el parterre en el culo que tenía Cruyff. La potra potrosa de Kaiserslautern y la biblia en verso. La creencia cada vez más fuerte por parte de esas gentes de más allá del Cinca de que el Barça meaba colonia y cagaba fresas. La deshonra cada vez más fehaciente de ser del Madrid y ver que todas tus esperanzas se depositaban en Morales.

Y llega lo que según la TV3 era "el partit del secle". Final de la copa de Europa. Milan contra Barcelona. O lo que es lo mismo para un madrista, Belcebú contra Satanás. Solamente faltaba el PSV para que la fiesta fuese completa. Dos semanas dando por culo con el evento, que si los dos mejores equipos del siglo, que si patarrín, que si patarrán, que si la abuela fuma porros, que si el Barça va a hacer historia, no perdón, Historia...
La tarde del partido la TV3 comienza una programación especial a las 3 de la tarde. Uno, que tenía examen de Historia al día siguiente decide un par de cosas ante la inminencia del evento: una, que malo es de pedir pero peor es de robar y, automáticamente, hacerse del Milan durante lo que restaba de día, no más. Dos, mandar el libro de Historia a tomar pol culo y torturarme toda la tarde viendo los reportajes de Romario, Cruyffito, Guardiola y maria santisma que hacían en la cadena de los amigos de lo ajeno.
Seguramente en esos momentos debió de llegar mi hermano el que trabaja en Multipaja (si quieres que se diga el nombre de la entidad correctamente, que paguen) y que me ha cebao esta tarde en su casa y por eso no tengo ganas de cenar y estoy escribiendo gilipolladas ahora mismo...
Él todas estas conjeturas que me había hecho seguramente las había formulado en su cabeza y era en esos momentos más milanista que Berlusconi. Me imagino que nos debimos aprovisionar de pipas o similares y después de ver quince documentales sobre el dream team, la flor en el culo de Cruyff y todo lo que debíamos conocer acerca de la Masía y todos los detalles de la Secta del mundo comienza el partido.
Al descanso se llega con un 2-0 en el marcador. Sobo total del Milan. No obstante, era tal la lavada de cerebro que nos habían intentado hacer en la tele de los amigos de lo ajeno durante toda la tarde que existía la duda, razonable, de que una vez más a Cruyff se le volviese a aparecer la Virgen...
Comienza la segunda parte y a los escasos tres minutos pasa esto...



No. No he cantado nunca un gol igual. No, ni cuando don José Emilio Amavisca Gárate le marcó el quinto al Barça, ni cuando Puyol metió el 1-0 a Alemania, ni cuando Jonatás empató la final de uefa contra el Sevilla, ni cuando el Buco ganó aquel partido contra el Construcciones...
Una cosa es cantar, otra es vocear, hacer cortes de mangas, sacar la cabeza por la ventana y gritar como un estalentao y vuelta a lo mismo, arrodillado frente a la tele, corte de mangas a Zubi, al techo (dedicado al vecino de arriba, fiel seguidor de la Secta), y vuelta a la ventana. Porque después de semejante pava era evidente que el Barcelona NO iba a ganar ese partido.
Al final 4-0, el Milan campeón de Europa, un daño colateral menor, y el derrocamiento del tenderete cruyffista. Al año siguiente desmantelamiento general y largo penar y transitar hasta este nuevo resurgimiento. Pero ahora, como entonces, solamente hace falta que un nuevo Dejan Savicevic venga a menear el árbol para que el Barcelona vuelva a perder copas Catalunyas contra el Júpiter.
Para todo aquel que le interese saber algo más acerca de Savicevic, sobre el que iba esta entrada antes de que me liara con otros temas, aquí tiene http://es.wikipedia.org/wiki/Dejan_Savi%C4%87evi%C4%87
El examen del día siguiente lo aprobé, raspadete pero aprobé, basicamente por dos motivos. Ese hombre hacía examen cada dos semanas o cada una si me apuras, lo que entraba a veces era ridículo y con que atendieras en clase era suficiente. Y si eras un friki que le gustaba la Historia, lo tenías más fácil.
Segundo motivo. Todos los alumnos de buena voluntad debajo del nombre estampamos un claro y gigantesco ¡HALA MADRID! que fue recompensado como merecía con 2 puntos extras. Con dos cojones.

1 comentario:

Chus Hefner dijo...

Tengo ese día guardado en un lugar de honor en mi memoria. ¡Qué eyaculada ante el televisor!
Al día siguiente en el Seminario, a cantar los gozos, y luego a llamar a Nasarre (milanista de pro) para comentar la jugada.

Mención especial al negrer Marcel Desailly, gambiano afrancesado que ese día corrió como nadie sabe y remató la faena con el cuarto gol ante las putas de Barcino.

Su cara sosteniendo la copa fué la portada del "Don Balón" del día siguiente, único ejemplar de una revista deportiva que conservo, por motivos sentimentales.