miércoles, diciembre 28, 2011

El año del Maziello

Buenas, muchos pensarán que esta blog estaba muerta pero aquí estoy yo para desmentirlo. Si no se ha escrito desde hace un tiempo se debe a dos factores.
Primero, a que yo no lo he hecho y el resto de satélites que frecuentan/frecuentaban esta blog son más perros que Niebla e incapaces de perpetrar una entrada en ella.
Segundo, como diría mi hermano el mediano, no me ha rotao, usease, no me ha salido de los güevos y tampoco ha habido nada digno de contar como para interrumpir la faena que tengo ultimamente.
Pero los hechos acaecidos de una semana a esta parte me obligan a perpetrar nuevamente en esta blog para haceros partícipes del pensamiento que me embarga desde el día 22 de este mes. Así como la cultura china tiene años de la cabra (el mío por ejemplo, no comment), el cerdo y hasta la rata, creo que el año 2012 va a ser... el año del Maziello!!!

Fíjense ustedes que conforme nos acercamos al 2012 se van sucediendo una serie de acontecimientos que así parecen confirmarlo. Además según los mayas este es el año del fin del mundo, totalmente normal si se trata del año del Maziello, imposible que llegue a fin. Si un buen maziello es capaz de fundirse la cartera larga todos los fines de semana, para una vez que le dedican un año lo tiene que espiazar seguro.

En deportes por ejemplo, los tres equipos más representativos del mundo maziello (al Zirigoza no lo cuento), a saber, los de Güesca,

El Balonmano, sube a Primera y no solamente no va último sino que el otro día casi empata en casa de los cheposos. Y espera, que en cuanto entre en 2012 se va a poner en órbita.

Los del Baloncesto (que a cada año le cambian el nombre), el otro día ya le cascaron en casa a uno de los gallitos de la competición. Estos seguro que se meten en los playoffs y entonces trasladarán la sede de juego al pabellón del Parque permitiendo claro está, fumar puros y echar pacharanes como si se fuera a terminar el mundo.

Y los del Furbol. Empezaron bien mal la temporada pero conforme se acercan al año Maziello se están convirtiendo en unos titanes. Lo mismo llegan a junio y a alguno lo convocan para jugar con la selección, al tiempo.

El día 22 de este mes, pega el petardazo y no sólamente cae el Gordo en la provincia sino que también toca un tercer premio y un quinto de la Lotería de Navidad. Mazielloland (dícese del páramo que va desde los Monegros hasta la Jacetania) es ahora un territorio en el que si en algunos pueblos ya tenían tierras, tocinos, tractores y rotovatores por castigo ahora van a tener todavía más.

Quizá mucha gente no vea signos claros en estos hechos, en cualquier caso me han servido de entradilla para mostrar al mundo los escalofriantes hechos acaecidos en el día de autos del 25 de diciembre. En dicha fecha, en las casas normales, se suele comer y lifarear para celebrar la llegada del niño Dios, del anticristo Satán, por ser Hannuka, el Natalis Solis Invictus, o directamente porque sale de los huevos.

Previamente, el día 24 se ha cenado como si se fuera a terminar el mundo y además existiese una especial inquina y animadversión hacia dos especies animales, el langostino y el bacalao, y toda la familia se esforzase por eliminar de la faz de la Tierra todo vestigio de estos animales. Lo que un buen maziello no sea capaz de deglutir durante la cena por estar en estado de vómito inminente, lo hará sin dudar al volver a casa tras haber salido a dar una vuelta, beberse diez pacharanes para bajar la cena y atracar la nevera de madrugada comiéndose los langostinos sin pelar hasta que una nueva arcada haga aparición.

Tras levantarse el 25 por la mañana, mejor o peor, el buen maziello vuelve a tener gusa. Esa creciente sensación de que una fuerza de la Naturaleza, una caja de Pandora, ha sido abierta la noche anterior y para calmarla necesita más y más y más. Se sentará a la mesa, le sacarán otra vez comida hasta que las tripas se le repreten y deba hacer una de esas visitas al inodoro, eternas visitas, en las que uno no sabe si tendrá que quedarse allí a dormir.

Pero al fin termina, y decide salir de nuevo de casa para bajar la comida. Entre pitos y flautas, los regalos de Navidad, de Hannuka, o de lo que sea, y las interminables visitas al baño, nada más poner el pie en un bar al buen maziello le entra otra vez hambre. Y comienza a reclutar a sus iguales para acometer la nada fácil tarea de buscar un sitio donde cenar.

Y he ahí donde estriba la primera dosis de Hijoputismo Ilustrado. Como bien nos dijo un hombre de bien hace unos años "con lo bien que estariais en casa, cenando los canalones que han sobrado de la comida y teneis que ir a hacer el cabrón a un bar". Pues eso...

El caso es que al final se conforma un cuarteto para llevar a cabo la tropelía. En otros tiempos este grupo hubiese sido más nutrido, en otros tiempos hubiese sido más esquifido. Éramos los que éramos, no le daremos más vueltos. El caso es que, el Marqués del Mundo al revés, la Alimaña Azucarera, su hermano, bautizado aquella noche como la Zarigüeya (Azucarera también) y yo mismo nos dirigimos a cierta cafetería donde hace tres años nos pretamos las sobras de la comida de Navidad (chuletones, pavo guisado, solomillos al roquefort...) para ver si este año teníamos la misma suerte.

Nada. Aquello sacaba pintas de cerrar pronto y no había mucho ambiente de cena. De todas maneras recuerdo como la Zarigüeya (el hermano de la Alimaña por si no ha quedado claro) me dice algo así como "tú estás mal de la cabeza, ¿el menú de navidad te quieres arrear? yo me apreto un bocadillo y voy que ardo".

Por si acaso expreso mi total negativa a cenar de bocadillo en tan señalada fecha y teniendo canalones esperando en casa (hace dos años la misma panda de maziellos cenó de pizza, pero ese día hubo mosquitos con 90 de pecho y perros con caparras en las tripas, se podía tolerar) y nos encaminamos a probar a la carretera Graus a un par de establecimientos. Nada, cerrados. No obstante, de camino la gente ya fantaseaba con la posibilidad de joderse unas carrilladas de cerdo o unos jarretes. La caja de Pandora se iba abriendo.

Así es que decidimos ir al Chino. Porque ya se sabe que esas gentes no tienen ni santos, ni niño Dios, ni anticristos, ni Hannuka, ni ostias en vinagres. Esa gente trabaja y trabaja y trabaja con el firme propósito de cuando se mueran ver quien es el más rico del cementerio. Llegamos, y en la puerta reza un cartel bien grande que pone. MENU, 7'5 €.

O sea, hay gente normal que por 7'5 € cena. Y alguno se debe hasta fartar... Recuerden el dato, menos de 8 euros. Entramos, 3 reconocidos maziellos y la Zarigüeya que, supuestamente, es un hombre de mundo, viajado y educado, pero que en lo más recóndito de su corazón es un señor maziello que para qué.

Nos sentamos. La Alimaña, poco dado a esos sitios, exige como condición pedir algo de carne ya que él no come animales que se puedan comer enteros. El marisco no le va. El Marqués pide vino y ya es feliz, de comer le es igual. Yo me pido la ternera con bambú de siempre (si una cosa está buena pa qué vas a cambiar...) y la Zarigüeya comienza a perpetrar.

El que no tenía hambre. Llegan a tomarnos nota y el zagal se suelta. Que si una ternera con bambú para este, otra con curry para mí, pollo para mi hermano, unos tallarines para aquel... para el medio nos podrías sacar esto y lo otro... y por ser tú -le dice a la camarera- me vas a sacar también esto y lo de más allá.

Resultado, una cuenta a la que más tarde se volverá, y una esponja estomacal que hay que bajar como sea. Llegamos al bar del Negro. Seis personas dentro contando al Negro. Tres de esas personas se van con lo que nos quedamos siete personas dentro a eso de las 2 de la mañana. La Zarigüeya, que ya había dado muestras de enorme valía maziellística decide marchar para casa. Quedamos seis. El Negro avisa de que en breve igual cierra porque la noche pinta mal...

Entra un grupo de gente, la cosa se anima. Comienza a sonar la música más horrenda que uno pueda imaginar, grandes éxitos de la Carrá y mierdas por el estilo, la gente empieza a hacer el gilipollas, llevas una esponja en el estómago de dios es cristo y no haces más que pedir cervezas. Llega más gente y a las 5 de la mañana aquello está a tope. No sabes de donde ha salido tanta peña pero el caso es que sigue sonando la misma música de mierda y te duele la tripa de la descojonada que te estás pegando.

Total, que son las 7 de la mañana y marchas para casa con la esponja en el estómago aniquilada, el bolsillo vacío y otra vez con hambre. Llegas a la cocina y recenas lo que no te has cenado antes, los canalones, los langostinos que aun no han desaparecido tras el langosticidio del día anterior y todo lo que arramblas.

Te echas a dormir y a la mañana siguiente te levantas para comer, de una puta vez, algo normal. Miras la cartera, la encuentras vacía, y encuentras la nota del Chino. Y te viene el flash a la cabeza del cartel de la puerta que reza MENÚ, 7'5€

Ves que tú te has gastado 26 ñapos por cabeza para cenar. 3 veces y media lo que cuesta el menú. Te da una arcada y decides que ese día, no vas a comer. Simplemente tu estómago ha dicho basta. Te sientas a la mesa por decoro y ves que ese día tampoco se come normal, salen a jugar los canalones que no aniquilaste la noche de antes, algún hijoputa de langostino al que le deseas el peor de los males y mil putadas más que no puedes pensar en comer porque te da asco.

Así es la Navidad y así es el maziello... ¡Feliz Año Nuevo (Maziello), pájaros!




martes, octubre 04, 2011

Preparando la temporada 2011-2012

Hola, amigos. Soy el Furby Drogado. Al comprobar la acuciante sequía de entradas en la blog, y teniendo en cuenta que falta nada para comenzar la temporada, he tratado de documentarme futbolísticamente para aquellos que, como yo, somos unos tuercebotas, tratemos de sacar rendimiento, a base de entrenamiento, a nuestra escuálida técnica.
Nunca es tarde para aprender a explotar nuestras cualidades. Solamente con las enseñanzas de un profesor con contrastada experiencia y calidad, podremos aprender unos pocos el perfecto control y golpeo de un balón de fútbol.
Y ese profesor es: ¡Javi De Pedro!






Aquí tenemos una serie de lecciones futbolísticas que la mejor zurda de la LFP de la década de los 90 nos deja a los profanos del deporte rey. ¡Hala, a disfrutarlas!



http://www.youtube.com/watch?v=T5Uik9xbhbc&feature=fvsr



http://www.youtube.com/watch?v=zeyQKmp7HNI



http://www.youtube.com/watch?v=QBxsJZnzYQA




lunes, agosto 01, 2011

Festivales del Vino 2011



Llegan estas fechas tan esperadas en la que al llegar a la explanada del campo de la millera todos nos sentimos como William Munny entrando amenazante a la tasca de los esbirros de Gene Hackman al grito de “¿ Quien es el dueño de esta pocilga ?”.

Al igual que en la mítica escena de sin perdón, los integrantes del buco entran de forma tranquila, pero todo el mundo sabe que algo mala va a pasar, y que alguien va a salir mal parado de dicha situación.

Así que ya estáis todos avisados, iros armando para tal evento, por que William Munny no tiene clemencia con los hombres desarmados...




domingo, junio 19, 2011

Hazañas buquizas: Operación Truño

De esto que voy a contar en esta ocasión debe de hacer algo así como 10 años que es justamente el tiempo que llevaba sin que me ocurriese algo parecido a lo que me pasó ayer por la noche. Uno llega a casa a las tantas de la madrugada, mete la llave en la cerradura y comprueba que han cerrado por dentro y se han dejado la llave puesta. Y uno no puede entrar. Y tiene que llamar y/o aporrear la puerta. Y esta noche me ha vuelto a ocurrir así es que me he acordado de toda esta historieta. Ahí va...


Corría la semana santa de 2002 o por ahí y yo, el zampolit, me encontraba en la biblioteca de Nieblavilla (lugar que también he pisado esta semana, tócate los cojones) haciendo ver que estudiaba algo de Prostitución Técnica junto al Kaiser Cagón que hacía lo propio con alguna asignatura de Administración y Hundimiento de Empresas y junto a uno de los miembros más efímeros de la plantilla del Buco, Frai que se esmeraba en su licenciatura de Física Inservible del Universo. Este último recibió un mensaje por el móvil y me hizo un gesto para salir afuera a charrar.


"Que dice Patxi Panizo que mañana tiene que bajar a Chepilandia para llevar a su madre a la estación de autobuses a que coja el coche de línea para Bilbo Herría"


¿Y qué?, respondí yo. El plan del puto Frailecillo era bajar a Chepilandia a pasar el día. Dadas las circunstancias, chupando del bote en casa, me parecía un poco jeby marchar el jueves de pascua a tocarme la güebada. Frai mantenía que él iba a aprovechar el viaje y que ya se quedaría allí "para estudiar". El Kaiser se mantenía al margen, seguramente tendría que llevar al día siguiente con su padre alguna nevera a vete tú a saber dónde.


Y entonces, para convencerme, Frai utilizó un argumento que, a) ni ahora me imagino que osase utilizar y b) en caso de hacerlo lo mandaría a tomar pol culo.


Me dijo que, aprovechando que ese mismo día era el concierto de los críos de Operación Triunfo, lo mismo nos acercábamos al evento a alparcear. Sí, lo reconozco, es muy triste que te intenten convencer con ese argumento y aun es más triste que lo consigan. En esos tiempos teníamos esos extraños vicios y nos tragábamos aquel, lo que fuera, todos los días. En nuestro descargo hay que decir que el vicio no venía tanto por la calidad artística de los participantes sino por las cualidades de las cantantes.


Así es que llegué a casa y argumentando que al día siguiente me bajaba a Chepilandia "a hacer un viaje de ropa para no ir tan cargado el próximo domingo" mis padres me dijeron que ya les parecía bien. Cuando están curados de espantos gracias a tus hermanos mayores hacer estas jaimitadas resulta más sencillo.


Al día siguiente, a eso de las 11 de la mañana la madre de Panizo ya estaba empaquetada rumbo a Euskal Herría y nos quedaba un bonito día para tirar a la basura. Primero creo recordar que fuimos a un taller de coches a que a Panizo le tunearan parte del coche. Del todo surrealista. Creo que esas pichorras aun las lleva en el coche pero no me lo imagino ahora ni chafando la mañana con esas historias ni a nosotros acompañándolo a ello.


Tras maquear al Coupé nos fuimos a comprar la comida y marchamos a casa de Frai. Es acojonante como me puedo acordar de todas estas chorradas, pero el menú consistió en pollo del Guissona, patatas fritas y vino tinto del Galerías Primero, todo ello amenizado por la película "Robin Hood". Tras varias partidas al hijoputa, a eso de las 5 de la tarde se decidió bajar al pabellón del Borboncito, lugar donde se celebraba el concierto-aquelarre.


Mientras jugábamos, eso sí, Frai le grabó a Panizo una serie de CD's para el coche. Al bajar e ir a ponerlos en el cargador, Panizo descubrió que no le cabían. Y comenzó a hacer tría de lo que llevaba. Tres o cuatro salieron del cargador por la vía rápida, pero con uno Panizo se ensañó especialmente. Se trataba de un disco de Pepsi, el Kaiser sabrá de cual hablo, cuyo mayor éxito era una de las canciones de Marylin Manson. A partir de este punto pueden ustedes calibrar el tipo de puta mierda con la que se encontraba Panizo en las manos. Sin dudarlo ni un momento, y plenamente consciente de ello pues antes de proceder dijo claramente "Buenooo, el puto CD del Kaiser", dibujó un arco con su brazo derecho al tiempo que exclamaba un "A tomar por culo" justamente cuando el Cd salía disparado surcando los cielos. Para cuando le quisimos preguntar que qué hacía el disco ya había alcanzado el firme del suelo y rebotaba escascarillado ante la mirada de un cánido. Argumentando que era de propaganda, Panizo legitimaba su acción. Le recordé que yo había visto cómo el Kaiser compraba aquel excremento músical justamente cuando el CD traspasaba la verja de una casa en la linde del Güerva. Panizo, con buen criterio, dijo que le daba lo mismo. Que aquel disco era muy malo.


Llegamos a las inmediaciones del Pabellón del Borboncito y a mí se me ocurre preguntarle a Frai por el Nacho, uno de sus compañeros de residencia. Y Frai pensó que podía estar presente por aquel barrizal y decidió llamarle. Y resultó que sí que estaba y que tenía entradas y le sobraban.


El tema era que el padre de este gacho tenía un concesionario de la marca de autos que patrocinaba a la banda esta de OT. Y aparte de entradas por castigo le habían dado unos pases VIP. No recuerdo por qué, resulta que el gacho rechazó el que nosotros nos quedásemos con las entradas normales y nos dio los pases VIP. Cuatro pases que tuvimos que recoger de manos de un tipo un tanto extraño que trabaja de cronista musical en el periódico, el Petardo de Zaragón. Al evento se apuntó una de las cuñadas de Frai que dio algo de empaque al grupo ya que nosotros tres íbamos en chandal y sin afeitar. Teniendo en cuenta que el resto de las 10 mil personas que pululaban por ahí eran crías de 15 años pa abajo, padres, madres y poco más, cantábamos bastante...


Nos habían dicho que teníamos que entrar por una puerta en concreto así que para allá fuimos. Nos plantamos delante del segurata y le dijimos que nos dejase pasar. Teniendo en cuenta que allí tras las vallas debía haber como 300 crías sin exagerar intentando entrar-colarse, la escena era berlanguiana totalmente. El segurata nos miró de arriba a abajo, valoró la posibilidad de que fuéramos a perpetrar algún tipo de atentado y llamó a un compañero.


Llegó el segundo segurata y acto seguido una tercera. Nos preguntaron algo así como "¿De parte de quién venís?". Entonces caímos en la cuenta de que nos habían dado unos pases cualquiera ya que en la pegatina, que llevábamos en el pecho, ponía "PERIODISTA". El segurata lo había visto desde el principio pero dadas nuestras pintas no se fiaba un pelo, tras contarle la historieta y dejar que llamara incluso al contacto que nos había proporcionado los pases nos dejó entrar no sin antes advertirnos de que "a la mínima, os vais a la puta calle".


Cruzamos un pasillo, otro más y llegamos a una especie de zona de vestuarios. Allí no había ni dios. Ya verás, que nos han engañado... Mientras uno alparceaba por un lado y descubrió que estábamos justo detrás del escenario en el sitio por donde subían a él, otro descubrió que con unas mamparas estilo a las que usan en los hospitales había una especie de corraleta al lado nuestro en la que estaban todas las zagalas de OT aparte del Bustamante, el Bisbal y toda esa farándula. Estaban dentro con gente que tenía un pase VIP como dios manda...


Justo cuando nos íbamos a meter ahí dentro con dos cojones llega uno de organización. Que qué hacemos ahí. Que llevais acreditación de periodista y que ahí no podemos estar (¿¿¿¿????). Vale, que ahora nos vamos. Marcha el gacho y no le hacemos ni puto caso. En ese intervalo las zagalas de OT se han salido de la corraleta por otro lado y ya no las podemos ver. Pasa alguna bailarina, algún vividor de la tele. Llega otro gacho. Que qué cojones hacemos ahí. Que marchemos de una vez. Se va, no le hacemos ni puto caso.


La gente con pase VIP comienza a salir hacia la parte del escenario, va a comenzar el concierto. Nosotros nos quedamos ahí, con dos cojones. Llega un tercer gacho. Antes de que abra la boca o nos pegue con la porra saltamos la valla y nos metemos a la zona del concierto. Acto seguido salen las zagalas de OT al escenario con el Bustamante y compañía.


Total, que ahí estuvimos en primera fila y haciendo viajes a la barra del bar donde debíamos ser de los pocos que se echaban litros de cerveza. Todo muy maziello en un ambiente muy poco maziello.


Acaba el concierto (en su día a lo mejor me hubiese explayado pero actualmente no es que me sienta muy orgulloso de haber asistido a semejante espectáculo) y salimos para fuera en estado de embriaguez. Así es que se decidió acudir a ese antro al que todas las semanas jurábamos no volver a entrar y al que todas las semanas volvíamos para echar cervezas ambar como si se fuese a acabar el mundo. El Chelus.


Y de ahí creo que fuimos a la Zeta a terminar la noche. El resultado fue que Frai se había marchado un rato antes a casa. Recordemos que había bajado a Chepilandia "a estudiar". Por nuestra parte Panizo y yo habíamos llamado a casa antes del concierto avisando de que subiríamos al día siguiente.


Y ahora viene lo grueso, porque con los años lo verdaderamente recordado de este día pasó paulatinamente de ser el concierto de los cojones a ser lo que a continuación voy a relatar.


4 de la mañana. Frai ha marchado a dormir. Como es lógico y normal, Panizo y yo decidimos ir a dormir a mi casa de Chepilandia. Llegamos al portal y procedemos a la apertura del mismo. No conlleva ninguna dificultad y/o incidencia digna de ser contada. Llegamos al Principal. Sin incidencias. Procedo a insertar la llave en la cerradura de la puerta del piso. La llave entra pero no gira. Hay una llave metida por dentro. Cagamiento en los cielos mascullado entre dientes.


Hago un segundo intento como se suele decir, pa por si acaso. Miro arriba a la letra de la puerta, miro a la derecha al cartel del rellano. Me cercioro, Principal Izquierda. Correcto. Panizo, plantea la posibilidad de que nos hayamos confundido de piso y/o planta o incluso de portal. Vuelvo a mirar ambos carteles. La respuesta es no.


No obstante bajamos a la puerta del portal, salimos a la calle y hacemos todo el proceso antes descrito para que Panizo no dude. Estamos jodidos, ¿qué hacemos? Se plantea la posibilidad de ir a casa de Frai y despertarlo para que nos deje dormir en su casa. Esa opción nos costaba 3 minutos de reloj pero nos dejaba serias dudas en cuanto a qué lugar del mismo Infierno podíamos ser enviados en caso de ejecutar dicha opción. Y entonces recupero la noción de lo que está pasando. Estoy intentando entrar a MI casa y me estoy planteando ir a tocar los cojones a otro porque no puedo entrar en ella. Y decido que si a alguien voy a tocar los cojones es al/los/las incautos/as que han cerrado con llave por dentro.


Panizo, muy mirado para esas cosas, me insta a no hacerlo, que podemos llamar por teléfono a Frai, que igual está despierto, que patarrín, que patarrán, que ya es mala suerte, que siendo vacaciones le podía pasar a cualquiera, que quién iba a pensar... le respondo que sí, que me parece muy bien pero que yo esa noche duermo en MI casa.


Así es que repito por tercera vez el proceso antes descrito, me planto delante de la puerta y preto el timbre que, evidentemente, retumba en toda la escalera. Panizo me intenta convencer por última vez, a lo que respondo que si alguno de mis compañeros de piso está dentro mancillando con quien sea me la trae al pairo, que tengo sueño y me quiero ir a dormir. Ahí dentro no se ecucha movimiento y el ruido del timbre es tan desagradable que dudo si no estaré despertando al resto de la escalera.


Decido bajar a pretar el timbre del portal, es más silencioso pero después de un rato ahí tampoco respira nadie. Teniendo en cuenta que llamar a la puerta del piso tiene la ventaja de que te pueden ver por la mirilla y reconocer sin contestar, decido hacer por cuarta vez el proceso antes descrito y nos plantamos otra vez ante la puerta de, recuerdo, MI casa.


Preto el timbre ya sin ningún tipo de contemplación. Puede ser que incluso le meta algún chapazo a la puerta. Tras varios minutos se escucha la llave girar por dentro. La puerta se abre y entonces contemplamos dos caras que mezclaban el sueño y el pavor a partes iguales. Se trataba de uno de mis compañeros de piso y de su madre, ambos en pijama, como es normal a las 4 y, calculo yo y media, y con el susto en el cuerpo.


"Hemos escuchado ruidos en la puerta y pensábamos que eran ladrones, estábamos asustados"


Yo que a esas alturas de la película estaba muy cabreado, aparte de que aun me duraba algo del cebollazo que llevaba encima, hice caso algo omiso a las explicaciones que me intentaban dar y comencé a cruzar el pasillo hacia mi habitación.


"Que hemos venido a comprar, se nos ha hecho tarde y nos hemos quedado a dormir, ya nos ha extrañado que estuviese tu bolsa encima de la cama, ya. Pero quién iba a pensar..."


Como no llevaba la cabeza para muchas conversaciones les dije que no pasaba nada y que perdonaran por la escandalera. Justo cuando entraba a una de las habitaciones para meter ahí a Panizo me di cuenta de que ahí estaba durmiendo la hermana de mi compañero. Así es que al final Panizo y yo nos metimos en mi habitación, tras dar las buenas noches, por estar el resto ocupadas.


A la mañana siguiente cuando nos levantamos ya nos habíamos quedado solos en el piso y no pudimos por más que ir a llamar a Frai "que se supone que estaba estudiando" para contarle la peliculeta. Evidentemente de este último hecho se habló, pero de lo que más se comentó fue del concierto de los cojones.


No sé por qué será, si porque esta noche me ha vuelto a pasar o por qué, pero resulta que al cabo de 10 años cada vez que recuerdo aquel día me viene antes a la cabeza la historieta de la llave que los gorgoritos del Bisbal...

jueves, junio 16, 2011

La Negror no descansa

Damas y caballeros, la Negror no descansa. Nunca descansa. Lo que han visto estos últimos días sobre sus cabezas no es una perturbación atmosférica, ni una borrasca, ni tan siquiera el humo de un recóndito volcán islandés, no. Es el Humo Negro de la Isla de Lost que ha vuelto y se dispersa. Si escuchan por casualidad, aunque la casualidad no existe, a lo lejos una canción de Edith Piaf despierten de una vez...


Mr Eko (interpretado por Chus Hefner), instalado en su puesto de control de la estación Dharma denominada "El Ojo" llevaba unos cuantos días observando perturbaciones en la forma de proceder de los habitantes de la parte de la Isla denominada, "El Buquidero Invernal". Informó de sus investigaciones a Hugo (interpretado por Fränk zampolit Schlek) y éste acudió a esa zona de la Isla a observar y ver que se podía colegir del asunto.


En otros tiempos dicha zona estaba ampliamente controlada por Ben (interpretado por Andy Marqués Schlek) pero ultimamente se encontraba demasiado atareado en la labor de controlar el cuartichón de la rueda que gira la Isla y de insertar los números mágicos en la estación Dharma denominada "La Primitiva".


El doctor Faraday (interpretado por Alimanya Sucrerera) había elaborado una teoría acerca de viajes en el tiempo, perturbaciones en el espacio y dislocaciones extrasensoriales a raíz de exposiciones prolongadas ante las ondas electroMcTétticas que emanaban ultimamente de las profundidades más oscuras de la Isla, de forma y manera que cuando uno de sus habitantes se viese al borde mismo de uno de esos saltos espaciotemporales que le catapultase en el tiempo, al tomar su objeto tótem en las manos, todo volvería a la tranquilidad.


El Señor Saíto (interpretado por G. M. Lafergeld) era el encargado desde hacía mucho tiempo de reconducir a los habitantes de la Isla que víctimas de las dislocaciones espaciotemporales eran abducidos por la mano roñosa y prénsil de la Negror (interpretada por V. Toré Mature Karpets) a otros mundos, otras épocas, otros estados de la mente... en definitiva, confinado entre las fronteras de Mordor lugar dónde el Humo Negro Sauroniano era amo y señor.


En otros tiempos el encargado de dichas tareas había sido Jacob (interpretado por Pinky) siendo el vigilante de los habitantes de la Isla desde su más tierna infancia. Sin embargo, las idas y venidas de unos mundos a otros le hiceron quedar anclado en un estado de duermevela en el que todo era para él un continuo ir y venir de besugos canarios y entrevistas a Migueli el del Barcelona. Había caído en el limbo y se esforzaba por regresar al mundo normal aferrándose a su objeto tótem. Él pensaba que se trataba del cuartillo de whisky DYC. Estaba equivocado.


Desmond (interpretado por el Crío Cavendish) era otro de esos personajes capaces de moverse entre los diferentes estados de la ensoñación prénsil y de las dislocaciones bursátiles del espacio-tiempo. A bordo de su Delorean y junto a su perro Lucas Skywalker era capaz de salir de su retiro en Villacangrejo y plantarse en Nieblavilla sin que el Humo Negro fuese capaz de alcanzarle y sumirle en la Oscuridad. En ocasiones merodeaba por la zona de la Isla denominada "El Buquidero de Verano" pero siempre regresaba raudo y veloz a su retiro antes de que la Negror se instalase por completo en su alma.


John Locke (interpretado por el Grisnell) llevaba semanas en un estado de agitación muy grande provocado por la mano prénsil. Su tótem langartiano ya no era capaz de retornarlo al mundo real y se encontraba tres o cuatro niveles por debajo de la Isla. A pesar de que la música de Edith Piaf atronaba en sus oídos, él en su estado de duermevela la interpretaba como una retahíla de mash-ups incesante que no paraba en su cabeza. Miraba a su alrededor y contemplaba al señor Saíto haciendo uso de su tótem, el Hu-ha chimobayiano, y pensaba "todo está bien". Pero no, no lo estaba...


Mr Eko permanecia durante muchas semanas en un estado próximo a la hibernación hasta que los rayos del sol que traía la primavera bañaban las tierras de la Isla y a sus habitantes. Desde "El Ojo" permanecía acechante a la espera de esos días y, entonces, recobraba la actividad que tenía su punto álgido en la época estival. Los negros nubarrones que acechaban a la Isla en las últimas semanas no le volvieron a sumir en el estado de hibernación, mas al contrario, le revitalizaron todavía más si cabe porque sabía la Causa que los originaba y comenzó a diseñar, más bien a pergeñar, los planos de la Iglesia que edificaría en mitad del "Paso de Jabalís", otro de los enclaves de la Isla.


"Hugo, acude al Buquidero Invernal. Ora et labora. La Iglesia necesitará cancha de baloncesto" le dijo el señor Eko a un atribulado Hugo. Así que Hugo se encaminó a ver que se cocía allí.


Hugo llevaba unos días confuso. Las visiones y/o ensoñaciones habían vuelto. Se levantaba a las 08:15, se acostaba a las 23:42... se despertaba en mitad de la noche a las 04:16... veía los números chungos por todas partes y, como si hubiese caído varios niveles en los estados de duermevela, veía proyecciones del subconsciente por todas partes... en el Buquidero, en la estación Dharma denominada "La Estrella del Tiempo", en los pasillos de Dharmaville... Faraday le había aconsejado aferrarse a su objeto tótem pero algo le decía que quizá su objeto tótem no hubiese sido elegido en un estado de plena consciencia... ese pensamiento y la llamada de Mr Eko le hicieron conceptuar que algo no marchaba bien.


Ben también había tenido problemas espaciotemporales. Los achacaba a sus innumerables horas al frente de la máquina donde insertaba números para salvar el mundo. Estaba convencido de que todo obedecía a un plan y que si no lo ejecutaba, nunca saldrían de la Isla y volarían a, por decir algún sitio, las Bahamas. O cómo le había corregido en alguna ocasión Locke, Nassau, que era mejor que las Bahamas. Pero... ¡Ben nunca jamás había querido salir de la Isla!, entonces, ¿qué hacía intentando convencer a todos los demás de que su labor en la estación "La Primitiva" era primordial para conseguirlo?... algo no encajaba. Sin duda, todo se había vuelto del revés. Ben había estado presenciando también demasiadas visiones del subconsciente y debía de estar atrapado en otro de esos niveles, acuciado por la mano prénsil...


Desmond se aferraba a un viejo periódico del "Diario del AltoDharma" cada vez que volvía a la Isla con su Delorean. Lo hojeaba hasta encontrar la sección del horóscopo y siempre buscaba lo que le depararía el amor. Recordaba haber estado una vez en la barca de Penny pero ya no sabía si había sido un sueño o realidad. Todos los días ponía en hora los controles de su Delorean hacia la fecha que él recordaba pero no sabía regresar a la barca, tal y como le había pronosticado el horóscopo. No se daba cuenta de que una y otra, y otra vez siempre hojeaba el mismo diario, siempre leía el mismo pronóstico. Tenía ráfagas ante sus ojos del futuro. No se daba cuenta de que su futuro ya había pasado. Estaba atrapado en el día de la Marmota...


John Locke llevaba varias semanas comportándose de manera extraña. Se le veía pulular en demasía por la estación Dharma de "La Estrella..." con unos andares extraños. Sobre todo cuando la megafonía dispuesta al efecto de entretener a los habitantes de la Isla arrojaba ritmos discotequeros, se abandonaba a unos bailes que nadie recordaba haber visto ejecutar jamás. Si uno lo analizaba con detenimiento parecía estar poseido... por el Humo Negro (interpretado por V. Toré Karpets) bailando a lo Rick Astley!!!


Saíto y Faraday se habían dado cuenta de estas terribles circunstancias que asolaban a los habitantes de la Isla. Uno se creía muy seguro yendo y viniendo entre mundos paralelos cerciorándose de no caer en el limbo, aferrado a su Hu-ha. El otro no iba y venía, o eso pensaba él, sino que analizaba desde un punto externo, o eso pensaba él, a los habitantes de la Isla como si fueran hamsters de laboratorio, aferrado a su constante, o eso pensaba él, la Estrella Damm...


Pero ¡ay, Babilonia impía!, la Isla caminaba ella misma, con paso distinguido y señorial, por otros derroteros en aviesa connivencia con Ben. Por 30 monedas de plata iba a vender a sus compañeros...


Faraday se encontraba enfrascado en estudios diversos para obtener una constante que les permitiese conquistar la estación "La Estrella..." sin menoscabo de su salud al intentarlo. Así es que decidió no acudir a la escaramuza semanal de rigor. Saíto había desaparecido, sin más. Era muy propio de él. Podía ser una desaparición temporal de varios días. Todos sabían que en realidad para él representaban muchos años en los que en su realidad virtual creada con sus ordenadores había creado un submundo alternativo, o eso creía él. El caso es que no apareció. El resto de habitantes de la Isla se preguntaba quién sería el afortunado que debería acudir a rescatarlo en el caso de que se hubiese quedado perdido en el limbo Hu-hahistico...


Desmond y Mr Eko se quedaron cada uno en su choza de Dharma-ville. El uno porque había tenido la visión de que si creaba una pequeña plantación de pepinos el horóscopo del Alto-Dharma le sería favorable, el otro pergeñando la jugada a seguir en la emboscada prevista próximamente en el "Paso de Jabalís"...


Así es que John Locke, Ben y Hugo se encaminaron a la estación "La Estrella..." a ver cómo podían conquistarla de una maldita vez, a pesar de no contar con el sentido y la cordura de Faraday. Hugo supo en ese momento que estaba vendido... A John Locke sencillamente no hacía falta venderlo ya que era un espectro poseído por la mano prénsil. Todos lo sabían desde que tuvo aquel incidente en el que se negó a fletar un avión, en caso de conseguirlo, a Bahamas pero sí a Nassau... ese desliz le había desenmascarado.


La estación "La Estrella del tiempo" se encontraba a su vez subdividida en varias secciones que copaban el interés de los habitantes de la Isla, en concreto la sección Frederiksberg, en honor del lugar de nacimiento del creador de la fundación Dharma, Alvar Hanso; la sección Alejandría, en honor de la mítica biblioteca egipcia; y la sección Helmántica, en honor del lugar donde se encontraba el archivo general de la guerra civil española dónde había luchado, y muerto, el padre de Alvar Hanso.


Ninguna de estas secciones había sido conquistada por alguno de los habitantes de la Isla, si bien cada semana organizaban varias escaramuzas para lograr el control de dicha estación. Su control conllevaría quién sabe si el destierro de la Negror de esos territorios, el no tener que hacer uso de los objetos tótem y el no tener que estar pendientes de caer en los estados de duermevela. O quizá sólo representase el tener acceso a alguna televisión, recordemos que en Dharmaville-Nieblavilla no había televisores, y poder sintonizar los partidos de la Liga española de fútbol, en concreto los del Madrid. Pero el caso era traspasar las puertas. A cualquier precio. Aunque para ello hubiese que hipotecar un Imperio...


Intentaron una vez más abordar la sección Frederiksberg mano a mano entre Ben y Hugo. John Locke había desaparecido en la espesura de la selva al ritmo de sus mash-ups incesantes. Debía de ser alguien que se encontrase en el nivel superior, Saíto no, desde luego. Alguien que le estaba poniendo a Edith Piaf a todo trapo para pegarle la patada y recuperarlo. Pero Locke hacía caso omiso.


Ben y Hugo quedaron desalentados muy pronto ante la dificultad para asaltar la fortaleza. La ausencia de Faraday y sus sabios consejos que reconfortaban el corazón y ponían cordura en las cabezas de los habitantes de la Isla ante las ensoñaciones que desencadenaban ante sus ojos, hizo que Hugo decidiese abandonar tan ardua empresa y marcharse hacia su choza de Dharma-ville después de que Ben le dijese que él también lo dejaba.


"No es un día propicio, lo dejo. La próxima vez lo intentaré con la sección Helmántica. Yo me quedo a inspeccionar el territorio, pero nada más" le dijo Ben a Hugo y este se fue a su casa.
A la mañana siguiente, Hugo comprobó con pasmo y horror que su reloj se había retrasado 23 minutos respecto al reloj que tenía colgado en la cocina (y esto es cierto, ya saben ustedes que en esta blog nada se inventa, en todo caso se exagera). Supo que Ben había girado la rueda. Supo que Ben le había engañado...


Salió de su casa a toda prisa y encontró a Ben custodiando la maldita rueda que hacía cambiar a la Isla de sitio. Sabía que estaría allí. Y también estaba Jacob... Traición a la Iglesia...


"¿Hubo color anoche, Hugo?" -preguntó Jacob


"No todo el que hubiese querido (maldito bastardo -esto lo pensó, aunque no lo dijo)" -respondió Hugo


Ben relató a Hugo las "artimañas" que había empleado para traspasar la puertas de la fortaleza. Hugo no le dijo nada, pero sin duda quedó convencido de que todo era obra del mismísmo Humo Negro que se había adueñado del cuerpo de Ben. Quién sabe desde hace cuánto tiempo. Quizá desde que se dio cuenta de que instalado en el cuerpo del Frutas nunca conseguiría ir muy lejos de la Isla. Desde el mismo momento en el que se dio cuenta de que tenía un DNI caducado...


Las arteras jugadas de Ben fueron desgrandas ante un atónito Hugo y un Jacob que pululaba por ahí intentando acceder a la rueda que gira la Isla. Hugo se sintió vendido y engañado. Derrotado por las circunstancias. Y pergeñó un plan con Faraday para infiltrarse en la fortaleza la próxima vez que Ben, o quién quiera que dominaba ahora mismo ese cuerpo, acudiese a ese lugar. Ahí estarían para desentrañar lo que había ahí dentro. Y si en ese momento acudía Ben, Saíto, o Locke, o el mismísimo Humo Negro a sacarles de ahí argumentando que estaban suferiendo una ensoñación y que hiciesen el favor de tomar el objeto tótem para volver al mundo real, Hugo sabía muy bien a dónde los mandaría a todos ellos. Al mismísimo Infierno... (continuará)

lunes, junio 06, 2011

Frases memorables del Ciclismo

Es un corta-y-pega, pero es un buen corta-y-pega... Tras las conversaciones del sábado acerca del pajarón de Cadel Evans en el Giro 2002 y la etapa de Franco Vona en el Glandon, ahí va uno de esas entradas para que la Alimaña, entre otros, se relama con tanta sapiencia aquí metida. Todas son excelentes, pero la última (y no vale ir directamente a ella)... la última es psicología pura... Que lo disfruten...



Bahamontes, hablando sobre lo de la Romeyere:


"Había dos carritos de helados, cogí un embudo y me puse uno de vainilla. No me podía contener de la rabia. Los aficionados me querían robar el dorsal. Aquello estaba atestado, como en todos los puertos del Tour. Como era una escapada como Dios manda, y no como las de ahora, el pelotón estaba a catorce minutos, pero yo no lo sabía. Como no venía nadie, cogí agua de un arroyo cercano y cuando apareció el pelotón les remojé con el agua".


Entrevista al finalizar la Paris-Roubaix de 1985:


Theo de Rooy: “Es una mierda... esta carrera, es un montón de mierda… estás sufriendo como un animal, no tienes tiempo para mear y te lo haces encima… vas pedaleando sobre el barro, resbalando, y… es una mierda... debes limpiarte si no quieres perder la cabeza…”

John Tesh (CBS): "¿Volverás a correrla alguna vez?"

Theo de Rooy: "Desde luego, ¡es la carrera más bonita del mundo!"


Per Pedersen sobre el Tour de Francia:


"La primera semana te sientes bien, en la segunda pierdes fuerzas. En la tercera semana, estás jodido"


Bernard Hinault :


"Corro para ganar, no para complacer al personal"


Eddy Merckx, tras ganar su primera carrera:


"¡Gané! Ya no tendré que ir a la escuela"


Luis Ocaña a Eddy Merckx en la Paris-Niza 1971:


"Silba ahora que puedes; vendrán días en que no podrás silbar. Yo me encargaré de que esos días lleguen"


Jacques Anquetil :


"Para preparar una carrera, no hay nada mejor que un buen faisán, champagne y una mujer"


Jacques Anquetil, tras ganar una carrera por doce segundos:


"Fueron once más de lo necesario"


Tom Simpson, en el Mont Ventoux:


"¡Subidme de nuevo a mi bici!"


Riis en el Tour '96:


"Cuando eres el mejor, parece fácil"


Bernard Hinault, sobre Eddy Merckx:


"Tiene una cabeza, dos brazos y dos piernas, al igual que yo"


Andrei Tchmil, entrevistado por Rik Vanwalleghem (en francés):


"Le Mur?"

"Aaaah.... le Mur."

"Le Mur... c'est ... le Mur."

"Il est dur."

"Le Mur ?" '...'

"C'est sur."


Peter Van Petegem:


"Desde que tenía 15 años he entrenado aquí cada día, en las Ardenas flamencas. Como profesional, he rodado entre treinta y cuarenta mil kilómetros al año. Mientras los demás se juntaban alrededor de una mesa en Navidades, yo entrenaba cinco horas al día ¿O cómo crees que se gana la Vuelta a Flandes? Estaba ocupado en ello seis meses al año."


Freire a Boogerd en la Flecha Brabancona, a 500 metros del final:


"¿Cuántas vueltas quedan?"


Noël Vantyghem:


"Entre Merckx y yo hemos ganado todas las clásicas: yo gané Paris-Tours, y él todas las demás"


Heinrich Haussler:


"A Pozzato siempre le gusta lucirse ante las señoritas"


Bernard Hinault, Coors Classic de 1985:


Periodista:"¿Por qué no colaboró con Davis Phinney (esprinter)?"

Hinault:"Porque no soy estúpido"


El comentarista David Duffield (Eurosport), sobre Didi Senft (El Diablo):


"Un día le dirán dónde puede meterse el tridente, y no creo que le plazca"


Un compañero de fuga de Johan van der Velde:


"¡Dondequiera que estés, nunca creas a un neerlandés!"


Gerrie Kneteman:


"No puedes correr el Tour a base de mantequilla de cacahuete"

"Un ganador se forja con odio. Yo he odiado a todo el mundo para lograr el éxito"

"El ciclismo femenino profesional es como tener a vegetarianos trabajando en un matadero. Son cosas que no encajan"

"No puedes sacar a una vaca del campo si la vaca no está"

"Los premios están en la llegada. Esa es la verdad"


Bernard Hinault:


"Mientras respire, atacaré"


Lucho Herrera, sobre el dopaje:


"En cuanto ví a culogordos subir como aviones. Entonces lo supe"


David Duffield, tras el ataque de Camenzind en el Mundial de 1998:


"¿Quién demonios va a ir a por él?"


David Duffield, presenciando a Dufaux en Romandía '98, cuando subía tan fuerte que debía frenar en las curvas:


"Es absolutamente imparable"


Ferdi Kübler:


"Ferdi atacará ahora. ¿Preparada, Francia?"


Raphaël Geminiani, a Kübler:


"Ferdi se callará ahora, o Ferdi será golpeado en la cabeza"


Andy Schleck, tras ganar en Lieja:


"El año que viene tal vez debería ir al Tour de Flandes..."


Andy Schleck:


"Hasta los 16 nunca entrené. Solo cogía la bici para ir al pueblo de al lado y comprarme un helado"


Udo Bölts, motivando a Jan Ullrich en el Tour '97:


"¡Tortúrate, cerdo!"


Bernard Hinault, al frente del pelotón durante una etapa llana:


"Mañana os haré sentir como imbéciles"


Belda a Manzano:


"¡Manzano me cago en tu puta madre, como no ataques me voy a follar a tus hijas!"

viernes, junio 03, 2011

Hazañas Buquizas: los Tecnogays y otras leyendas

Buenas, soy el cronista habitual. Llevo la cabeza como un bombo debido a varias razones, el trabajo, los estudios y el tiempo de mierda con que nos deleita los primeros compases de Junio. Si en este pueblo se cambiase de fecha las fiestas, seguro que las clavarían esta semana y no cambiaría gran cosa. La gente está de exámenes y todos los días llueve, pero eso que llevaríamos adelantado para el resto del verano...


A lo que íbamos, que aprovechando las circunstancias hoy vamos a recordar la decadente sucesión de acontecimientos que sucedieron hará como 4 años cuando el ayudante de matasanos conocido como la Zeta terminó su carrera y le dieron vía libre para perpetrar en los sanatorios autonómicos. Ese día un nutrido grupo de mardanos, entre buquizos y curicurikeros, se pusieron de acuerdo para bajar a Chepilandia a participar de los fastos del evento. El evento en si, como sabrá todo aquel que haya desfilado por la Putiversidad de Mierdagoza en los últimos tres lustros se compone de una cena "de gala" en uno de los múltiples guariches destinados a tal efecto con la consiguiente barra libre. Quien dice barra libre dice administración de bebidas espirituosas de dificil catalogación con las que uno consigue ponerse verde-azulado y aparecer en Valdespartera tras viajar cuatro veces en la línea de bus haciendo el trayecto de ida y vuelta víctima del comatoso estado metílico alcanzado tras la barra libre de los cojones.


Evidentemente, la mardanada de Nieblavilla nos saltamos la cena y acudimos directamente a la barra libre. De las huestes buquizas éramos de la partida el Marqués Mourinhizado, el Kaiser Cagón, el Furby Amandrilado y servidor. Quedamos con los curicurikeros en uno de esos antros de buffet libre para cenar y a algunos ya se nos puso mal cuerpo de ver al Furby zamparse toda suerte de viandas en múltiples y acrobáticas posiciones y sin ningún orden ni sentido aparente. Ahora la fritanga, ahora un canalón, ahora una pata de pollo, ahora macarrones, ahora un flan, ahora una mandarina, ahora un trozo pizza...


En su descargo he de decir que yo ya llevaba el cuerpo un poco machacado. Por razones que no vienen al caso, el Marqués y yo tuvimos la fantabulosa idea de bajar a Mierdagoza en el coche de línea. Con parada incluida en Güesca. Y con café incluido en la estación de autobuses de Güesca. Y, joder, con una agradable conversación mantenida con un par de agüelas a raíz de que un carnuz, un hijo de la gran puta que estaba sentado en mitad de la jodida cafetería, tenía la hucha del culo a la vista de todo el mundo. Era una visión vergonzosa, escandalosa, una de las tres o cuatro cosas más asquerosas que he visto en mi puñetera vida. Si estábamos 200 personas en ese local, 198 le estábamos viendo la raja del culo a ese matután. Él, por razones obvias a no ser que tuviese el cuello como la niña del Exorcista, no podía hacerlo pero su novia, ¡Joder de Dios!, debía de estar embobadica perdida con el zagal para no darse cuenta de que TODO el jodido bar le estábamos viendo la hucha peluda al mozo. Y no por gusto precisamente, pero era una de esas ocasiones en las que uno no puede apartar la mirada...


Para acabarla de joder en la segunda parte del trayecto al Marqués le dio por hablar de Dostoievski y literatura rusa, lo juro, mientras yo intentaba echar una cabezada. Desde las peripecias de Rodion Romanovitch Raskolnikov hasta las frases más lapidarias de los Apuntes del Subsuelo pasando por la jodida muerte del tontolaba de Iván Ilich... Total, un viajecito para recordar...


Terminamos de cenar, depende de lo que se denomine como cenar ya que hay que recordar que por ejemplo el Furby se encontraba en su fase bostoniana en la que se enjaretaba borguiles de patatas bravas para siete comensales él solito, y nos encaminamos al guariche donde se servía la barra libre en taxi.


No sabía que los onsos tuviesen la facultad de conducir autos. Desde ese día sé que pueden, porque nos tocó en suerte un plantígrado 2x2 en primera apariencia de aspecto noble y bonachón. El Kaiser se adjudicó la plaza de copiloto y el Marqués y yo íbamos en la parte trasera. Ya se sabe que con un taxista en Mierdagoza el 80% de las conversaciones girarán en torno al Mierdagoza. Y ese fin de semana el Mierdagoza debía de "jugar" contra el Pateti, he aquí un extracto de la conversación...


ONSO: Y qué, zagales, le apretará el Zaragoza al Atlético?

KAISER: (políticamente correcto y tras ver el banderín del Mierdagoza colgando del retrovisor) a ver, a ver! Ojalá!

YO: (así revienten los dos)... me es igual, a mí no me va el fútbol (te evitas que te calienten la cabeza)

MARQUÉS: (así revienten los dos)... me es igual, con tal de que le revienten las dos rodillas a Torres (te aseguras conversación hasta el final del trayecto)


ONSO: (profundamente extrañado y estupefacto) ¿¿¿¿cómo??? ¿¿¿Por qué????

MARQUÉS: porque lo odio, quiero decir, LO ODIAMOS. Que estos no dicen nada pero el sentimiento es generalizado.

ONSO: no hombre no, zagal, en este mundo no hay que odiar a nadie! ¡Que está muy feo! que no te guste como juega...

MARQUÉS: ... no, si a mí me trae sin cuidado como juegue, es un débil y punto. Un mierdas!

ONSO: .... bueno, pues por lo que sea. Pero odiar no, hombre...


MARQUÉS: ya bueno, perdone es que (desviándose un poco del tema) ¿sabe que pasa? que somos rudos y toscos, pero de buen corazón, es una manera de hablar. Yo no quiero que le partan las rodillas (los cojones) pero claro, le dan tanto bombo sobre todo en Antena3...

ONSO: ah, pero... en Nieblavilla se ve Antena3???

TODOS A CORO: oiga, no nos joda, que le hemos dicho que éramos de Nieblavilla, no que viviéramos en un nido de aguilas!!!


Y sigue la amena conversación con el simpático y bonachón onso para el que todos los seres de este mundo merecen amor y respeto. ¿Todos? Y unos cojones!


MARQUÉS: bueno y hablando de todo un poco, tampoco estaría mal que el Barcelona perdiera

ONSO: desde luego, desde luego. A mí el Madrid no me tira mucho pero para que gane el Barcelona...

MARQUÉS: lo que pasa es que Etoo está muy bien de forma. Ese hijoputa... bueno, perdón, que ya le digo que somos un poco toscos en nuestra forma de hablar...


Y entonces el Onso comenzó a bramar


ONSO: No, no, ya lo puedes decir bien alto. ESE HIJO DE PUTA (el Kaiser pega la primera mirada hacia atrás presa del pánico, el Marqués y yo nos miramos. ¡Hay partido!) con todas las letras, menudo asco me da!!!

MARQUÉS: Hombre, pero no decía usted que no había que odiar a nadie? (poniendo sal en la herida recién abierta)

ONSO: pero este caso es diferente. Si me hablas de Torres pues bueno... pero me quieres decir ese, ese... ese MONO con ZAPATOS (el Kaiser está lívido, cutio) que se muera, hombre!!!


A partir de ahí la conversación derivó hacia terrenos que jamás hubiese imaginado tras los dos primeros minutos de conversación en la que basicamente el Marqués le daba cuerda al Onso, el Kaiser iba callado sin decir nada acojonado por el cariz de la situación y yo me esmelicaba. Y así terminó la noche también, pero al tiempo. Al final, al onso, casi lo convencemos para entrar a la barra libre...


Total que entramos a la barra libre donde nos reencontramos con el Furby y el resto de mardanos de Nieblavilla. Teniendo en cuenta que tras la segunda ronda se decidió hacer peticiones genéricas en la barra del tipo


- Me pones 3 con naranja, 4 con limón y 2 con cola?

- Pero el qué?

- Da igual, si todo sabe igual...


Muy triste, pero muy cierto. No había cojones a distinguir la ginebra del vodka. Era una cosa...

Todos íbamos vestidos de traje, ya ves tú pa qué, menos el Furby que iba con un conjunto a lo Alejandro Agag con camisa de pichiglás y jersey anudado cayendo por la espalda. Podría adjuntar alguna foto en la que salimos y parecemos de Nuevas Generaciones pero no tengo cuerpo suficiente.


El caso, que a la cuarta ronda se pedía de dos en dos menos el Furby que llegó a ser avistado con tres cubatas en las manos. Muy puerco. Como había que amortizar las dosis de alcohol metílico no quedaba tiempo para acercamientos con zagalas. Alguno sí que lo intentó pero cuando la zagala se mostró receptiva a charlar un poco y se ofreció a sacar una copa al gañán en cuestión, éste ante la inocente pregunta de "¿y tú qué bebes?" no pudo por más que responder, "Vaginesil con limón". GAME OVER.


Bien. Han transcurrido cinco horas y cierran la barra libre. Las huestes buquizas deciden levantar el vuelo. Y cogen uno de los autobuses dispuestos a tal efecto para volver a Mierdagoza. El Furby y yo caemos al asiento como dos sacos de mierda y caemos en un profundo sueño, aunque con alguna diferencia. El Furby se ve aquejado por una extraña agitación febril y nerviosa que le confiere unos espasmos que a todo el mundo pone en espanto.


Al llegar al en su día refugio de ratas urbano más grande de Europa, esto es el Mercado de Mierdagoza, el Marqués suelta un "venga, vamos, al Casco!" a lo que el Furby y yo reaccionamos despertando de inmediato e incorporándonos como dos caballeros ingleses. Al bajar del autobús, el Furby decide marchar hacia casa con una de sus entrañables y cálidas despedidas. Cálidas porque parecen copiadas a los babuinos del Serengeti en cuanto a violencia, agresividad y vocalización. Vamos, que solamente le faltaba lanzarnos excrementos...


Los otros tres decidimos buscar algún sitio para almorzar mientras vamos a casa del Kaiser a dormir, y entonces acontecieron dos hechos que pasaron a los anales del acervo buquizo.


Inmediaciones del Mercado. Tres gañanes, vestidos de traje pero tres gañanes, caminan por la acera en lamentable estado. De frente vienen unos siete u ocho tirurís de unos cinco o seis años menos. Justo al cruzarnos comienzan a reirse en clara actitud de mofa y/o chanza y/o burla. El Kaiser, a quién hacía poco le habían tostao en Mierdagoza, no quiere saber nada del tema, baja la cabeza y sigue caminando. Yo suelto tres o cuatro juramentos entre dientes pero lo dejo correr. El Marqués, muy digno, se vuelve. Se queda mirándolos. Primer golpe. "¿Qué pasa?". Los tirurís no hacen caso. "Que ¿qué pasa?". Se comienzan a girar con risa nerviosa. Dicen algo, se creen en superioridad. Pero la superioridad moral está del lado del Marqués quien espeta


¿De qué os reís? ¿Eh? ¿Eh?, ¡Bah, a la mierda!... ¡TECNOGAYS!


Entonces reaccionaron. Esos flainas, esos ñicris, esos flaiñicris se volvieron y contemplaron con pasmo y estupor como un gacho les seguía diciendo "Basura, sois basura, a la mierda" mientras con la mano les hacía el gesto de "desfilando" y un largo que se descojonaba a su lado mientras aplaudía la escena. El Kaiser, como he dicho, ya había tenido bastante hacía unos días y veía la ostiacina de forma inminente. El término TECNOGAY nació aquel día en esas circunstancias. Por lo que recuerdo, que no es mucho, fue tremendo. Porque esta parte de la historia la debería contar el Marqués, pero como es un vago no lo ha hecho ni lo hará y por eso me toca a mí. Y si del pasaje de los tecnogays me acuerdo poco de lo que viene a continuación me acuerdo menos...


Dicen que transitábamos por Independencia (o qué sé yo) y vete tú a saber por qué salió a colación el año '87. El año '87... en ese año inauguraron el polideportivo de Nieblavilla, en ese año empezó el torneo baloncesto de fiestas, en ese año vino el Zalgiris de Kurtinaitis... iba relatando el Marqués cuando un servidor fue poseido por el vodka que se había enjaretado toda la noche y como si un Gandalf cualquiera fuera iba gritando con el soniquete de "Noooo puedeeees pasaaaar" lo siguiente


Yooooo viiiii a Kurtinaitiiiiiis, yooooo viiiiii a Kurtinaitiiiiiis...


y al tercer grito me puse a correr como si llevase un balón de baloncesto, haciendo bandejas y tirando triples al aire. El Kaiser y el Marqués descojonados no pudieron evitar que un servidor cruzase un paso de cebra botando el balón, haciendo un reverso y entrando a canasta ante la atenta y estupefacta mirada de los dos policías nacionales que habían parado su coche para dejarme pasar. Las dos zagalas que estaban en la otra acera aun lo están flipando, más aun cuando a la pregunta de "¿pero que haces?" recibieron la respuesta de "yo vi a kurtinaitis en 1987".


Agradecería al Marqués que completase esta crónica con sus impresiones acerca de tan memorable fecha pues sin ellas, está incompleta.