El Oro

¡Bravo, Samuel! Ya tenemos el primer oro olímpico y, gracias a Putin (cacique del Mundo), no ha ido a parar a Alejandro Valverde. Espero que los comentaristas de la SER se laven la boca con un buen trago de lejía Conejo para purgar las serias balandronadas que suponen decir, en abierto no a micrófono "cerrado" como Nikola Loncar y su compinche, cuando el hombre más capaz del equipo, como ya apuntó ayer el mago de Ljubjana el gran Alibêgovic, como digo, proclamar para toda España cuando Samuel Sánchez ha saltado del grupo y ha dejado de rueda, una vez más, al Tirurismo rodante sobre la faz de la Tierra, y no quiero crispar, Valverde, soltar semejante balandronada "¿dónde va? ¿qué está haciendo? Alejandro se queda, luego lo pagaremos..."

Muy bien, Samuel, has completado la obra que San Pereiro intentó en el Tour y que privado de fuerzas ante el insistente acoso que le provocaban los putos pinganillos del Infierno, dejó inacabada para autoinmolarse en el "tornante" Pereiro.

¡Bravo! por conseguir el primer Oro, por birlarselo a la conflagración flaiñicrística Valverdil y porque me parece, macho, que te acabas de quedar de patitas en la calle, porque con la llorera que te ha dado en la entrega de medallas mientras sonaba el himno de España, el Euskaltel Euskadi para el año que viene te va a decir que verdes las han segado. ¡Grande!