miércoles, marzo 02, 2011

Hazañas Buquizas: El Viaje a Santander (I)

Buenas, soy el zampolit. Lo primero de todo, agradecer al Furby Drogado la excelente crónica de la primera victoria en el terreno de juego (que no en los despachos) de la Agrupación Gastronómica Buco Juniors. Que yo no subiera y se ganase 7-1... ¡joder!, da que pensar. Ahora va a resultar que encima de haber sido el peor delantero de la Historia de la Agrupación (toda una temporada sin meter un solo gol) y reconvertirme a un defensa mediocre, soy gafe. ¡Hay que joderse!

Bueno, esto de hablar de fútbol está muy bien pero lo que la gente quiere es carnaza por lo que vamos a continuar con otra hazaña buquiza de las que marcaron época. El Viaje a Santander.

Antes de nada me gustaría matizar que cuando narro todas estas historietas, NO MIENTO. Mentir, mentir, yo solamente lo hago en el trabajo que es el lugar en el que una persona aprende las perrerías más acojonantes para mentir a sus jefes, a sus clientes y a sus compañeros (bueno, a estos no). Vamos, que es como la cárcel. Uno puede ser malo antes de entrar, pero a buen seguro que dentro se convertirá en un hijoputa.

Lo dicho, en todo lo que cuento NO MIENTO. En todo caso, omito alguna información o la exagero. Pienso que la grandeza o la miseria de estos relatos recae en la crudeza con la que son narrados. Por suerte o por desgracia, ocurrieron tal cual. Somos así... Dicho esto, ahí va una de estas historias que uno tendrá ochenta años y seguirá recordando.

Agosto del 2008. Los astros se alinean y nueve bucardos se ponen de acuerdo para irse de vacaciones todos juntos a la ciudad de Santander. La gente normal planea unas vacaciones de este tipo y decide que un día irán a ver Potes, otro día se bañarán en la playa, otro día verán el casco viejo, otro día... yo que sé. Eso la gente normal. Los estafermos que planeamos ese viaje solamente teníamos clara una cosa que ya fue publicada en su momento en esta blog (para gente que no recuerde o no tenga conocimiento de este salvajismo, adjunto enlace)

En su momento, este artículo desató una caterva de comentarios entre la sociedad de Nieblavilla, recuerdo cruzarme a gente por la calle y preguntar que si eso era cierto. Ya entonces, como ahora, les respondía lo mismo. Si estaba escrito, es porque se pensaba hacer. Mentir, no mentimos.

Así pues, la lista de participantes en el concurso para dirimir al buco más tragaldabas estuvo compuesto por,

El cuarteto de Naval:

El doble de Morientes, también conocido como Toño.

La Puta de Vilna, también conocido como Inazio.

Kosovo Desmond Cavendish, también conocido como El Crío, Asier del Horno o Bertolé.

Germinator, también conocido como Ger, Guzmán o el Hombre que puso un flan en la Brasería.


Los de Nieblavilla:

Rusia, también conocido como El Frutas, V. Toré Karpets, el fichaje de Hrade Kralove o Victor Mature.

Portugal, también conocido como Malinas Kaunas, Dany Manning, Chainho, Esquerdinha, Sali...

Lemuskussen, también conocido como el Kaiser Cagón, Paco Truño...

Patxi Panizo, también conocido como... Patxi Panizo

Ugrumov, también conocido como zampolit, el mayor de los Schleck, Capitán Carroña...


Las presentaciones las hago porque luego la gente se me queja de que se pierde con los nombres.

Bien, como quiera que éramos 9 "personas" se decidió subir en 3 coches para economizar (se podría haber subido en 4, cosas peores se han visto). Ya en su día se relató, en parte, el viaje pero como estaba reciente en el tiempo, no había cojones a contar absolutamente toda esa debacle moral acontecida esos días.

Primera noche, quedamos todos en Mierdagoza, ya que el Kaiser tenía que trabajar hasta tarde. Cuando sale del curro, quedamos con los del pueblo jamás conquistado en el "Estudios". Por si alguien no ha estado en ese bar, se describe muy pronto. Nada más entrar apesta que da asco a queso. A los diez minutos el olor ya no se aprecia, porque te has zinclado una botella de vino y te han enronado literalmente en foie gras y embutido.

Pedimos una mesa. Nos dicen que esperemos. Nos sacan "algo" (es que poner algo sin más me parece obsceno, con ese "algo" en Etiopia tiran 2 meses, pero en el país entero) para ir haciendo hora. Mientras aprovechamos para sacar la fantabulosa báscula digital que nos acompañará durante el viaje y procedemos a hacer los pesajes antes de comenzar con el higadicidio injustificado (si alguien no sabe de qué va lo de la báscula, que se lea el enlace que he puesto antes porque no lo voy a explicar). Nos ponemos en la puerta y empezamos a pesarnos.

La gente miraba con una mezcla de sorpresa y duda "¿qué están haciendo?". Reconozco que hay que ser muy retorcido o muy maziello para adivinar por qué nos pesábamos.

Nos dan la mesa y viene el camarero. Qué os saco. Saca de todo, que hay hambre. El gacho saca dos o tres tablas de embutidos, vino a discreción, el queso, el paté con pan (que no pan con paté), el paté con pan y con sardinas por encima, más vino...

He visto a gente comer a mala hostia, pero comer a mala hostia para ver quien era el que más se metía dentro en plan competición... hay que ser muy hijoputa para prestarse a algo así y más teniendo en cuenta el premio, pero a todo llegaremos.

Terminamos con todo eso y el camarero, que debía de tener ganas de plegar, nos dice que si ya estamos. Pobrón.

Saca más. Pero qué saco. Nos da igual (sic). Hombre, os da igual, no, algo querreis...

Nos da igual (sic, otra vez). Saca lo que quieras, PERO QUE ENGORDE...

(en esos momentos, el camarero comienza a ser consciente de con qué clase de incivilizados se la está jugando y entonces recibe la estocada certera)

... QUE ESTAMOS HACIENDO UNA COMPETICIÓN, ah, y saca más vino!

El zagal se puso blanco, se dio media vuelta y con toda su mala folla trajo otra ración de esas de paté con pan y sardinas por encima, que es lo más aceitoso e indigesto que he comido en toda mi puta vida. Dos montañas más de embutidos... el Horror. Alguien que no haya estado en el Estudios pensará que exagero. Los que hayan estado, saben que no.

Cuando el zagal vio que aquellos bárbaros se disponían a pedir por tercera vez tuvo un atisbo de lucidez y sacó unas botellas de champán. Venga, que os invito y os saco la cuenta. Ah, pájaro, como te olías que íbamos a pedir más...

Como era la etapa prólogo no quisimos desgastarnos en demasía y con eso dimos por concluida la etapa. Pagamos y nos fuimos fuera a pesarnos otra vez. Alguien puede estar pensando que me invento todo esto. Repito, no me invento nada. Somos así de bastardos (y esperate)...

Comienzan Rusia y Portugal. Incrementos de 600, 700 gramos... Jodo. El Kaiser, Panizo, algo más comedidos. Se pesan los de Naval, me peso yo. Acontece la sinrazón. Desmond Cavendish arroja unos horripilantes 1000 gramos, yo le supero por 100 g. Toñito nos bate con un par de cojones con un incremento de 1300 gramos. 1300 gramos de una sentada.

Alguno dirá que eso son mariconadas, que con un chuletón eso se logra. A ese alguno me gustaría verlo empapuzarse hasta ganar 1300 gramos a base de cabeza de jabalí, jamón, chorizo y queso curado...

Toño es el primer líder. El resto de la noche no tiene mucha miga. La gente rueda despacio, no es cuestión de desgastarse. Sobre todo la gente mingita. Mingita mucho. Hay que estar ligero para el comienzo de la siguiente etapa...

Como nota anecdótica decir que se durmió en el piso del Kaiser y en el de la Puta de Vilna, Inazio. En el de Inazio estaban los del pueblo nunca conquistado y Portugal. En el del Kaiser el resto de gentes de Nieblavilla.

A mí me toca dormir en una habitación con Panizo. Ponemos la tele para ver los Juegos Olímpicos, a ver si hacen las series de 100 m. Pero no las hacen. Y empezamos a pasar canales y en Mierdagoza ya se sabe lo que pasa en estas circunstancias. Que todo es porno.

Y dejamos un canal y empezamos a ver la peliculeta que tenía algo de trama. Mandamos un mensaja a Rusia por si se quiere pasar. En menos de lo que cuesta llegar el sms, se oye el chirriar de una puerta y al cabrón del ruso entrando a nuestra habitación. Se presenta en calzoncillos y rascándose los cojones.

Oye, Frutas, a ver que vas a hacer. Que sólo la quiero ver. Pues resulta que ya la he visto. Que si patatín, que si patatán. Que esta actriz trabaja muy bien. Que mira como tal, como cual. Haciendo una crítica de la porno mientras se rascaba los cojones...

Bueno, al día siguiente quedamos en el Panishop del Actur. Se procede al nuevo pesaje de comienzo de etapa y acto seguido se desmantela medio Panishop para desayunar. Algunos era la tercera vez que desayunaban, como Portugal, pero ya se sabe que a este hombre el tema de la competición se la pela pero que muy mucho. Se iba a quedar sin fartallar hasta que se pesara... los cojones!

Se engancha la autopista. La Puta de Vilna conduce un coche en el que van Toño, Ger y Desmond.

En el coche del Kaiser vamos Portugal y yo (creo).

Y me parece recordar que a Panizo le tocó el premio gordo de llevar al Frutas.

En la primera área de servicio, parada a comprar cerveza. Era necesaria una buena hidratación. La guerra estaba servida y la gente ya tiraba de litrona. Y entonces acontece la idea del día. ¿¿¿Y si paramos en Logroño a comer???

Se aprueba por unanimidad. Llegamos a Logroño a eso de las 14:00. No nos fuimos de allí más tarde de las 17:00. Puedo "recordar" muchos días de Fiestas de Nieblavilla, muchos días del Pueyo, muchos San Pepes y muchas fiestas de Interpeñas en Mierdagoza, jornadas maratonianas en Güesca, fines de semana en Salou, fines de semana sin más en los que se te va la mano... días y días de zorrera, pero como lo de aquellas 3, porque lo jodido del caso es que nada más fueron 3, horas NO TUVO NOMBRE...

Llegamos al primer bar. Un camarero que nos empieza a soltar que si Freddy Mercury en realidad era de Albacete y se llamaba Alfredo Mercurio y lo echaron del pueblo por maricón, que si Michael Phelps se llama Miguel Felpas... una pregunta. ¿Estáis de despedida?

NO, SOMOS ASÍ. Y ponga dos botellas de vino...

Teniendo en cuenta que éramos 9 personas y 3 conducían y no bebían...

Siguiente bar. Antes de nada, para que la gente no pase sed. Por favor, dos botellas. Nos atiende una camarera dificil de mirar. Ger se echa el primer lamparazo por encima y los demás nos hacemos muy amigos de la moza. Además de fea, borde. Decidimos que ese no es nuestro bar. Apuramos las dos botellas y nos vamos.

Siguiente bar. Está cerrado. Pero hay una especie de ventana-mostrador. ¿Nos pueden servir?. Sí, claro ¿qué quereis?. Dos botellas de vino... y de comer lo que usted quiera. Nada de especial en ese bar salvo que era para gente diminuta. Con otro tipo de gente no pasaría nada pero teniendo en cuenta como es el doble de Morientes, a los cinco minutos les estaba señalando (pero señalando, con dos cojones) y atronando la calle al grito de "Míralos, son diminutos".

Otro bar. El nivel etílico se aprecia en que a ese bar ya llegamos con los vasos del anterior. Es entonces cuando el Kaiser nos da una de sus habituales charletas de moralina tipo "Médico de Familia" o "Doce en el Paraiso" o alguna de estas burrufallas de serie. Hágase notar que el Kaiser portaba una fantabulosa venda en la ceja después de partírsela en sanlorenzos la semana anterior yendo ziquilín perdido mientras, según él, "escalaba un rocódromo en un garito de Güesca y me caí". ¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡!!!!!?????.

¿No creeis que os estais pasando?


Sí, tienes razón. Responde Toño, para a continuación pedir UNA botella. El muy bastardo la reparte por todas las copas, se vuelve al camarero y le dice,

Por favor, ahora me puede traer DOS botellas.

Seguimos la marcha por otro bar. El Kaiser ya nos da por imposibles. La gente comienza a mostrarse ilusionada por quedarse esa noche en Logroño. Pero a eso el Kaiser se niega "porque la pensión de Santander ya está pagada". Bueno, pues vale. Por favor, camarero, dos botellas...

Otro bar. Se nos empieza a juntar lo mejor de cada casa. Cuenta tú a las 4 de la tarde lo que puede haber en la calle del Laurel... Pasa para dentro del bar una cuarentona rubia despampanante y alguien suelta, emulando a Berbegal, "señora, si usted fuera mi madre, mi padre dormía en la escalera". La rubia no tiene valor a volverse. Su marido, que va detrás tampoco tiene valor a encararse con esos tipos que ya comienzan a llevar los ojos como conjuntivíticos, lamparones en la camiseta y las manos, sí, las manos, teñidas de vino tinto. Camarero, esto, qué le iba a decir... ah sí, dos botellas más...

Y vamos al último bar. Dos botellas más. El estado etílico es grave. Gravísimo. En estas que pasa por fuera el dueño del primer bar. Cómo sería la cosa, que mete la cabeza por la puerta y suelta,

Ostia! Los de Güesca! Cuídamelos (le dice al camarero), cuídamelos, que son muy buenos! Yo ahora marcho a comer, pero luego a las 7 abro otra vez. Veniros entonces, majos!

A mí me salen en total 15 botellas de vino (pudieron ser más) que divididas entre 6 y la eventual aparición de aquel petao que nos acompañó durante un rato dan una media de 2 botellas y media por cabeza. Pongamos que aquel tío se zumbara una él solito y la media sale a 2,3 periodo con lo que la cosa no mejora. Pongamos que fueran dos botellas por barba... cantidad suficiente para pedir posada en el pueblo y quedarse a dormir la mona.

Pero el Kaiser había tocado la corneta y tocaba retirada. Y comenzamos la vuelta a los coches. Mira que habíamos pisado bares y es justo estar en la calle y la gente se empieza a mear encima. Desmond no puede más y, en un ejercicio de pericia y habilidad de muy dificultosa realización dadas las circunstancias, se saca el cimbrel en medio de la calle. Mientras sigue caminando, y ante la horrorizada mirada de una parejeta que se encontraba sentada en un velador (que se jodan, hace falta ser cafre para llevarse a la parienta a las 5 de la tarde, en agosto, a pasar calor a un velador), el crío con una mano sujeta la última botella de vino y con la otra el vaso.

El cimbrel va a su bola regando el pavimento público.

La gente se tira al suelo de la descojonada. Otra parejeta tiene que cambiarse de acera porque se les viene encima un bigardo con el nardo fuera (lo dicho, se jodan, a pasear con la novia se va con la fresca). Portugal y yo también nos estamos pichando. Pero a pesar de que llevamos una turca importantísima no nos da como para sacarnos la chorra ahí en medio. Buscamos una bocacalle.

Ostia, Dani, ven aquí que este portal es bien espacioso...

Nos ponemos a pichar ahí, con los consiguientes bramidos de Portugal, que si esto de pichar en tierra es lo mejor que hay, que si como pichando en tierra no se picha en ningún lado... cuando de repente el portugués espeta,

Mira, nos están grabando...

¿Cómo que nos están grabando? ¿Quién nos está grabando? Y sí, sí, nos estaban grabando porque en una de las esquinetas de la puerta había una cámara de seguridad. ¿Una cámara de seguridad? ¿Pero dónde cojones estamos pichando, copón?

Miramos a lo que viene a ser el vano del portal y ahí en letras bien grandes y bien hermosas ponía y cito textualmente,

PARLAMENTO DE LA RIOJA

Jopamos de ahí, y nos unimos al grupo. Llegamos a los coches y se reparten las camisetas oficiales del viaje y el maillot de líder.

Las camisetas oficiales consistían en una camiseta negra serigrafiadas con cada uno de los personajes principales de "Loca Academía de Policía". A saber, el Gritetes, el Enaner, Hightower, la Enaneta, la Tetuda, el Oficial Borde, Mahoney, el Negro de los Ruidetes, Tackelberry...

La camiseta de líder era amarilla con la estampa del Comandante Lassard. Hay una foto sacada en ese aparcamiento con todos y cada uno de nosotros con esas camisetas que no la colgaré por dos motivos.

Uno y más importante. No la tengo.

Dos (y que cojones, también muy importante). Es obscena. Es obscena incluso para esta blog. 9 tíos con camisetas ridículas entre los cuales hay 6 que llevan una zorrera espantosa, con los ojos cruzaos, sudando, los labios morados de beber vino, las manos mostosas, lamparazos en los pantalones (a saber si de aceite o de orín o de vino, o las tres cosas), con vasos en la mano... ¡y tenedores! Es una foto dura, muy dura.

Toño fue investido con el maillot de líder y, en teoría, si alguien se lo arrebataba se lo tenía que poner al día siguiente (sin lavar, claro está). El liderato, para qué nos vamos a engañar era una putada...

Montamos en los coches. Rusia se va con Panizo. Y el Kaiser se tiene que llevar a Ger porque el resto nos instalamos en el coche de la Puta de Vilna preparados para un viaje que fue apocalíptico. Panizo le tiene que advertir al Frutas que hasta que no se acabe el helado no se sube al coche (porque ya se sabe que al Frutas le gustan mucho los helados). Imaginaos al ruso después de haberse zinclado un par de botellas de vino, con las manos mostosas, esos unglots llenos de mierda, con una mezclilla de helado, sepia, vino... Al final se limpia las manos y Panizo le deja pasar para dentro. Rusia le cuenta una película durante el viaje que para qué. Que si yo tengo carné de conducir, que si yo le cojo el coche a mi hermano cuando quiero... Tiene el DNI caducado de hace cinco años como para tener carné de conducir!

Al cabo de un par de meses, Panizo iba un día con el coche y empezó a oir un "clonc-clonc". Y al día siguiente lo mismo. Le dio por mirar debajo del asiento y ahí encontró un vaso de vino de los de Logroño que el puto ruso dejó ese día ahí abandonado...

Cogemos la autopista. En el coche de Inazio comienza un festival de fragancias insoportable. Una cosa horrible. Para habernos quedado ahí. Ni con las cuatro ventanillas bajadas se mitigaba ese Horror. A Toño le da por sacar la cabeza por su lado a gritar "Hijosdeputaaaa" cada vez que pasaba un coche francés.


(Ejemplo ilustrativo)


Luego era con los coches franceses, catalanes, de Mierdagoza, vascos, algún que otro madrileño, algún italiano... en definitiva, todo lo que no fuera de Güesca. Los coches nos adelantaban con miedo, vaya...

Paramos en un área de servicio que aun hoy mismo no sé muy bien dónde estaba. A Desmond le da por coger las zapatillas de Portugal (porque Portugal cuando viaja en coche va descalzo, es un sibarita de cojones...) y esconderlas en el maletero.

Yo me voy a mear contra la calzada para ver si se me lleva algún vehiculo longo y acabo con ese sindiosismo y luego me tiro en el cesped porque estoy esguazao. El resto van a la tienda. Repito, 8 (bueno, 7) tíos con camisetas de Tackelberry, Mahoney, Lassard... El dependiente no sólo no sale despavorido sino que comienza una conversación con Toño acerca de las ocupantes de uno de los coches que está repostando.
Y en estas que entra en la tienda el 8º pasajero, Portugal, descalzo y diciendo a voz en grito

¿DÓNDE ESTAN MIS ZAPATILLAS? ¿HE DICHO QUE DÓNDE ESTÁN MIS ZAPATILLAS?

La gente mira incrédula como un tío que lleva una camiseta con el negro de los ruidetes de Loca Academia, entra descalzo en la tienda, zorro perdido reclamando unas zapatillas. Muy berlanguiano...

Seguimos el viaje, más horror, más gritos. Llegamos a Santander. Y llegamos con resaca. Aparcamos en un parking subterráneo. Al salir al exterior lo primero que vemos es la estatua de Paquito "Patascortas" el Hidráulico. Con resaca (nosotros, no él que desde el 75 ya no tiene). Lo primero que pienso es qué cojones estoy haciendo allí.

Llegamos a la pensión. Sin tocar las maletas el suelo ya nos han cobrado por adelantado. Gente normal se hubiese duchado y cambiado. Nostros nos quitamos un poco los restos de vino y nos fuimos a cenar (recordemos que continuaba la etapa)

Nos vamos a echar unas tapas, con vino. Comienza la segunda zorrera del día. Bueno, pues no está tan mal esto de Santander, pero estas tapas un poco escasas. La gente se nos mira, "ahí van los de la Despedida". ¿Despedida? ¿qué despedida? si somos así...

Bueno, con esto de las tapas no nos llenamos, ¿dónde vamos?. Por aclamación popular. A un Chino.

Qué quereis. El Kaiser tiembla, hombre, podríamos pedir un menú para 5 ó 6 y vamos que ardemos. Los cojones. Somos 9, pues saca un menú de 9... ah, y saca vino.

Todos sabemos como son esos menús en los restaurantes chinos. El vino, que quereis que os diga... era malo con avaricia. Motivo por el cual la segunda zorrera del día tocó a fin y empezó la segunda resaca del día. Pero la comida... había mucha y lo gordo es que no sobró nada. Definitivamente tenemos un problema (grave) con el tema del farte. No es normal. Quiero decir que estas panzadas que nos pegamos así porque sí no son normales. Supongo que viene de algún tipo de trauma infantil derivado de haber escuchado toda nuestra puñetera vida a nuestras madres repitiendo noche tras noche "ya está??? no quieres más, jomío??? ya has cenado??? no me comes nada, que poco come este crío..." Aquellos chinos alucinaban, como se nota que no son de Güesca...

Salimos del restaurante y claro, había que bajar semejante panzada de comer. Comienza la tercera zorrera del día. Destino, un bar tipo el Edel de años ha, atestado de criallería. Imaginad a Toño, rondando la cuarentena de años, con sus dimensiones 2x2 de humanidad, de amarillo metido ahí enmedio. No tiene precio...

Y llega el momento en el que la etapa se puede decidir. Desmond, transmutado en Eduardo Chozas y yo, transmutado en Claudio Chiapucci decidimos escaparnos del pelotón a falta de 200 kilómetros para la meta.

Repasamos la lista de "cócteles" selectos del bar. Litro de cerveza marca la Pava, litro de calimocho con vino Elegido, litro de cubata McKennon, y... platos combinados!!!

Camarero!!!, dos litros de calimocho y dos platos combinados. Espera que voy a ver si sigue abierta la cocina. Emoción, intriga, dolor de barriga... Que no, que está cerrada. Que no hay platos combinados.

Es este un hecho que debe ser agradecido (y mucho) ahora ya que si en ese momento nos hubiésemos enjaretado un plato combinado recien salidos del Chino, probablemente hubiéramos reventado como el Señor Creosota en "El sentido de la Vida". Pero entonces no éramos conscientes de ello, así que tras repostar otro litro para el camino, salimos fuera a buscar algún garito de bocadillos.
Y lo encontramos. En la esquina que vino a denominarse "la esquina del Maná". En la esquina del Maná uno se sentaba con su bebida y su comida y se dedicaba a ver pasar a las mocetas que ya por aquel entonces llevaban esos pantaloncetes cortos blancos pretos que por estas tierras llegaron como uno o dos años más tarde (a lo mejor todavía no ha llegado esa moda, ya se sabe que en estas tierras el chandal de táctel y la camisa de franela hizo mucho daño). Y ahí echábamos el rato por dos motivos.

Uno. Había que repostar adecuadamente. Un buen avituallamiento es esencial para acabar la etapa correctamente. Y las vistas eran cojonudas.

Dos. Al Kaiser, que se ganó el cielo ese día, le jodía mogollón cada vez que alguno decía eso de "tengo hambre" en medio de algún pub y el resto le seguíamos para comer napolitanas o bocadillos a las 3 de la mañana. Entonces sí que ya era comer por comer y por joder... Y si no, atentos a la escena protagonizada por Desmond en el garito de las napolitanas de la esquina del Maná...

Entramos el Crío y yo. Supongo que Portugal también entraría a fartar, pero ya se sabe que a él el tema de espactáculos y tal se la pimpla muy mucho. Él fartalla y punto.

Qué quereis. Yo un frankfurt. Y Desmond suelta...

YO LO MISMO, PERO CON MUCHA JARCIA

El dependiente, que era como Jose Calderón el del Baloncesto le pregunta. A qué se refiere (nos trataba de usted, trataba de usted a unos gachos con la camiseta del Gritetes y Mahoney, hace falta tenerlos cuadraos), a qué se refiere con "mucha jarcia".

Y Desmond, recorriendo tooooodo el mostrador en el que estaba colocado el queso, la mostaza, el ketchup, la zanahoria rallada, el tomate, el pepino..., le dice,

A TODO ESO

Y el zagal, muy obediente, le jode un frankfurt con tooooda esa jarcia. Cuánto es.

Usted (me dice a mí) 3 euros, su amigo, 4 euros por los complementos. Se me olvidaba comentar que el frankfurt iba acompañado de su correspondiente napolitana de chocolate, para el postre...

De acuerdo. Acto seguido uno de los dos salía a la calle y hacía entrar al Kaiser a soltar la gallina pues el bote (como siempre) lo llevaba él. Y esa escena se repitío una, y otra y otra vez...

Decidimos ir a algún bar con glamour. Ya está bien, ya no tenemos más hambre, vamos a alguna discoteca. Y nos recomiendan acudir al Buenas Noches Santander. Enganchamos un taxi y nos deja al lado. Este garito se encuentra en la playa justo, así es que como buenos garrulos nos dimos un chapuzón a eso de las 4 de la mañana. Para rematar la faena y entra bien puercos y chupidos al garito más "cool" de toda Fachander.

Entramos. Analizad el sentido de esta mera palabra. ENTRAMOS. Nos dejaron entrar, lo cual ya me parece un acto de heroicidad impresionante. Recuerdo la estampa. Camisetas negras con fotos de "Loca Academia" (el onso de 2x2 iba de amarillo), pantalones cortos y zapatillas. Sin afeitar y con lamparazos varios y seguramente oliendo a choto (estaba el cabrón del ruso, así es que SEGURO que oliendo a choto)

Y comienza el festival del cabrón del ruso. Los bailes a lo Rick Astley. Las miradas de doblar cucharas a las mozas del lugar. En uno de los garitos más pijos en los que he estado en mi puñetera vida, nos presentamos con uno de los aspectos más deleznables que hemos tenido y espero no volvamos a tener jamás. Los flaiñicris del lugar directamente nos ignoraban cosa que no les reprocho lo más mínimo. Las mozas, esa mezcla de pijerío de los Madriles y autóctonas del lugar, se nos miraban de una forma bien curiosa.

Primero les debíamos de hacer gracia. No sé porque pero los maziellos les hacemos gracia a las mozas de ciudad, pero cuando empezaban a bajar la mirada, llegado el punto en el que veían, bien un Tackelberry, un Hightower o un Gritetes ponían una cara de ESPANTO y HORROR como pocas veces he visto. Ostia que hartón de reir. Si estuvimos dos horas, las dos horas fueron iguales, mientras el ruso danzaba por el lugar.


Allá las 6 de la mañana a alguien se le hizo la luz y decidimos irnos a dormir porque realmente ya no había nada más que hacer. Supongo que alguno pediría pasar por algún garito a almorzar pero no se le hizo ni puñetero caso. El ganador de la etapa se decidiría en el pesaje oficial de la mañana siguiente, a las 12:00. De lo que ocurrió entonces se hablará en la segunda parte de este simpar y pantagruélico viaje.

5 comentarios:

Desmond dijo...

Ostia que manera de reir...he soltado hasta alguna lagrima...jajajajaja

cochilin dijo...

joer q grande, porq no os conoceria por entonces... , porq no hacen cosas asi?, nos hacmeos viejos???

naxo dijo...

BUaaaaajajajajaja. Qué recuerdos, es espectacular (y todo cierto).

Chus Hefner dijo...

Sería magnífico veros en un reality show de Tele5 o de la 4. Se llamaría "21 días de farte" o "loca academia de farte", o algo así.

zampolit dijo...

Pasaría como con Operación Triunfo este año. Lo cancelarían a mitad, pero no por la audiencia sino por daños graves al organismo de los participantes