domingo, marzo 06, 2011

El bizarrismo ilustrado

Hola, amigos, soy El Furby Drogado, y me quedan 23 días de vida. O al menos, eso es lo que creo, porque los acontecimientos de estos últimos meses han sido de lo más extraños. Parece que a medida que me acerco a la maravillosa barrera de los 30 años, la Negror se hace cada vez más intensa e inexorable.

Sí, este va a ser otro de esos artículos en los que tiendo a hundirme en la miseria para que os sintáis afortunados con vuestras relajadas vidas. Ya era hora que volviese a entrar en esa dinámica de publicaciones que hacía ya unos cuantos meses había dejado aparcada. Y más motivo, si tenemos en cuenta lo bizarro que ha sido este fin de semana carnavalesco (¿quién mejor para relatar un fin de semana carnavalesco que un personaje ya de por sí carnavalesco?).

Mientras la persona que esto escribe estaba en Zaragoza, la expedición buquiza comenzaba su tradicional jornada de viernes. No conozco apenas los pormenores de aquella jornada salvo por las fotografías colgadas en facebook. Alguna de ellas se me antoja ciertamente grotesca, y si a ello le añadimos que la expedición abandonó la Leyenda a las 7:15, tal y como me asevera la Alimaña Azucarera, aquello tuvo que ser bastante BIZARRO.

Poco después de que nuestros buquizos decidieran planchar la oreja, me levantaba yo de la cama. Era 5 de marzo, festivo local en Zorragoza, pero me levantaba temprano esperando llegar a Barbastro con tiempo para tratar de cerrar un par de flecos pendientes en mi disfraz de Carnaval. ¡Pobre infeliz! Una vez metidos todos los aperos en mi utilitario, el arranque del vehículo fue accidentado. Llevaba unos días dando problemas, y yo estaba dispuesto a llevarlo al taller en cuanto llegara a casa... hasta que se me paró definitivamente en el primer semáforo. Precisamente el día de Carnaval. Eso fue muy BIZARRO.

Tras unos minutos de nervios, exabruptos de toda clase y puñetazos al volante, me decidí a llamar a la grúa y a salir del coche para "redirigir" el tráfico, ya que era completamente imposible moverme de ahí. La grúa tardó menos de lo que me esperaba, y el conductor revisó el motor por si podía solucionarse el problema sin necesidad de trasladarme.

- Parece un fallo de corriente. No va corriente a la bomba de la gasolina, y eso afecta a la inyección.

- Entonces, ¿no queda más remedio que llevarlo a un taller?

- Sí. ¿Conoces alguno por aquí cerca, o cerca de tu casa?

- No, llevo poco por la zona. Así que estoy a su merced, usted decide.

- Tienes un par cerca de tu dirección, pero creo que estarán cerrados.

- ¡Fantástico! ¡Precisamente hoy que marchaba hacia Barbastro...!

- ¿Pero tienes domiciliado el seguro en Barbastro?

- Si, pero poco importa. El seguro cubre la grúa en una distancia de hasta 100 kilómetros.

- Déjame hacer una llamada.

Tras unos minutos de tensa espera, me dice: - ¡Nos vamos a Barbastro!

Así fue como llegué a Barbastro montado en la cabina de un camión. Por la puerta grande. Eso fue bastante BIZARRO.

Ya en casa, procedí a terminar la preparación del disfraz, pero no pude finiquitarlo con éxito. Aún con todo, iba a sacarlo a pasear. Al fín y al cabo, SIEMPRE mis disfraces me han dado algún problema de última hora, y salir disfrazado de cromo de "La Pandilla Basura" podría otorgarme el reconocimiento de la originalidad.




Tras la comida, somera, ya que tenía partido, me dispuse a tomar parte del mismo. A las 17:30 jugábamos contra Automóviles Serrano, y se presentó el plantel buquizo casi completo. No me voy a extender sobre los pormenores del partido, porque esto no es una crónica del mismo, pero cuando el 7 inicial está formado por Guillén en portería, Pedro y Puértolas como cierres, Isaac y Martín en las bandas, el Negro en medio, y Renton en punta, la cara de tonto que se te queda por perder el partido por una decisión arbitral reprobable es antológica. Ciertamente, ese partido ha sido bastante BIZARRO.

Ya por la noche, me dispongo a salir con mi disfraz de "La Pandilla Basura", o como lo llamó el Zampolit "Schuster con marco". La manilla de unión no sólo no resulta efectiva para sujetar el marco, sino que además el rótulo inferior no consigue permanecer en la posición en la que había venido manteniéndose. "Genial", pensé, "Menudo disfraz de mierda me he sacado de la manga." Sin embargo, parece ser que causé hilaridad entre propios y extraños que conocían la existencia de semejante colección de cromos. Y no sólo hilaridad, tambíen provoqué cierta atracción entre las "uested femeninas", según Cochilín (jejejejeje, menudo cabrón ortográfico soy, ya puedo repasarme las tildes antes de que me crucifiquen). Aquello sí que fue ACOJONANTEMENTE BIZARRO.

Para concluir, cuando has vivido unas cuantas horas de sindiosismo, cualquier detalle te parece digno de mención. Como muestra, un botón: Al llegar con el autobús a Zorragoza, éste realizó su primera parada como es habitual, en el intercambiador del Actur. De un autobús lleno de estudiantes, sólo bajamos ahí Ali y yo. Éste exclamó:

- ¡Qué curioso! Normalmente se bajan unas cuantas personas en esta parada, y esta vez sólo lo hemos hecho tú y yo.

- Sí, parece un detalle estúpido, y de hecho lo es, pero también me ha parecido una situación peculiar.

- Más que peculiar, lo definiría como BIZARRO. Como todo el fin de semana...

- Amén, hermano.

Y con todo esto, queda relatado un fin de semana (no voy a repetir el calificativo por enésima vez) inquietante. Por cierto, a estas alturas de redacción ya me deben quedar 22 días de vida, supongo.

3 comentarios:

renton (defecandose en la cama) dijo...

Zorragoza, Zorragoza, Zorragoza. Me entran ganas de aprender a decir la "r" de una puta vez.

cochilin dijo...

uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

el furby no lo tiene claro dijo...

uiiiiiiiiiiii???

Es un "uiiiiiii" generico para toda la entrada, por algo en concreto, o por el comentario de renton?