Tarde de Toros e Hijoputismo Ilustrado

La plaza de toros de Barbastro-ciudad sin ley acogió ayer por la tarde otra de sus habituales corridas esperpénticas amenizadas con silbidos y palabras gruesas. La cosa pintaba bien este año pero en el último momento, Finito de Córdoba se descolgó del cartel vía fax. El escaso margen de maniobra para encontrar un suplente se vio compensado por el hecho de que el inefable "torero" Javier Conde se encontraba por los alrededores de la plaza atusándose los cabellos esperando la fatalidad como butre revoloteando la canrroña.

Pero, ah canalla, como te ajustició la plaza más cabrona que ningún torero pueda imaginar. Que ímpetu, que bramidos, que cagarse en la puta madre del torero, que, que... que abucheos, por Dios, no se escuchaba algo así desde el Barbastro-Güesca de hace dos años cuando se escucharon aquellas míticas sentencias que han calado hondo en el acervo local como "ojalá os quedéis en estrecho quinto" o "uno de Güesca no conoce ni a su padre ni a su madre".

La "faena" quedó coronada con cuatro entradas a matar y cinco descabellos al grito indecoroso del público (por el toro digo, vaya una forma de morir) de "uno, dos, tres, cuatro..." como si de un concurso de contar gordas se tratase.

Menos mal que luego llegó el señor Fandilla para desenrrebilar la tarde. Lástima que la muchachada ya había decidido que lo mejor que podía hacer después de soltar 35 napos para sudar como cerdos en tan maravillosas gradas exponente máximo de la pretez, era bufarse como calabazones.

Al cuarto toro de la tarde, el pinchahuesos Conde tuvo la desfachatez de salir otra vez en lugar de estar camino de la estación de tren más próxima para coger el puto AVE de vuelta a su puta casa de donde nunca debió salir para perpetrar simulacros de corrida tan deleznables. A pesar de ello no tuvo reparos en realizar una proeza al igualar las cuatro entaradas con la espada y cinco descabellos. Tuvo suerte de que mucha gente gracias al vino comenzaba a dejar de sentir y padecer y no veía la calamidad que se producía en el coso taurino.

En definitiva, unos callos cojonudos regados con un mejor vino. El resto de la corrida ajusticiada en la plaza de toros más cabrona de España.

---------------------------------------------------------

Quisiera hacer constar por otra parte que, como ya se anunció en esta página como tantas y otras profecías cumplidas (ostión de Pereiro en el Agnello, semifinales de Rusia en la Eurocopa...), no era broma, la Negror está aquí y no parará hasta San Ramón. Esta mañana, un servidor, el caballero Oscuro, ha sentido una convulsión al poco de despertar. Quizás fuera producto del vino ingerido ayer pero una suerte de evacuación negruzca ha salido de mi cuerpo. No entraré en más detalles. Ha parecido como si el extraño ente que me ha poseido durante el verano haya querido escapar a marchas forzadas antes de que la Negror Absoluta se cirniese sobre el Somontano. Al momento (bueno, al momento no, he hecho lo que el Furby no hizo en el baño del Público en su día), al salir a la calle, he podido observar, envuelto en una Oscuridad sin parangón, como todos los coches se encontraban bañados en una especie de capa marronosa y desagradable, sin duda presagio del Apocalípsis.

Para más asombro, mi coche se encontraba en un estado lamentable, como si la furia divina hubiese descargado encima de él. ¿Será una señal?. No lo sé, en cualquier caso, muchachos, y especialmente muchachas, preparaos porque la Negror se nos ha echado ya encima.