viernes, junio 03, 2011

Hazañas Buquizas: los Tecnogays y otras leyendas

Buenas, soy el cronista habitual. Llevo la cabeza como un bombo debido a varias razones, el trabajo, los estudios y el tiempo de mierda con que nos deleita los primeros compases de Junio. Si en este pueblo se cambiase de fecha las fiestas, seguro que las clavarían esta semana y no cambiaría gran cosa. La gente está de exámenes y todos los días llueve, pero eso que llevaríamos adelantado para el resto del verano...


A lo que íbamos, que aprovechando las circunstancias hoy vamos a recordar la decadente sucesión de acontecimientos que sucedieron hará como 4 años cuando el ayudante de matasanos conocido como la Zeta terminó su carrera y le dieron vía libre para perpetrar en los sanatorios autonómicos. Ese día un nutrido grupo de mardanos, entre buquizos y curicurikeros, se pusieron de acuerdo para bajar a Chepilandia a participar de los fastos del evento. El evento en si, como sabrá todo aquel que haya desfilado por la Putiversidad de Mierdagoza en los últimos tres lustros se compone de una cena "de gala" en uno de los múltiples guariches destinados a tal efecto con la consiguiente barra libre. Quien dice barra libre dice administración de bebidas espirituosas de dificil catalogación con las que uno consigue ponerse verde-azulado y aparecer en Valdespartera tras viajar cuatro veces en la línea de bus haciendo el trayecto de ida y vuelta víctima del comatoso estado metílico alcanzado tras la barra libre de los cojones.


Evidentemente, la mardanada de Nieblavilla nos saltamos la cena y acudimos directamente a la barra libre. De las huestes buquizas éramos de la partida el Marqués Mourinhizado, el Kaiser Cagón, el Furby Amandrilado y servidor. Quedamos con los curicurikeros en uno de esos antros de buffet libre para cenar y a algunos ya se nos puso mal cuerpo de ver al Furby zamparse toda suerte de viandas en múltiples y acrobáticas posiciones y sin ningún orden ni sentido aparente. Ahora la fritanga, ahora un canalón, ahora una pata de pollo, ahora macarrones, ahora un flan, ahora una mandarina, ahora un trozo pizza...


En su descargo he de decir que yo ya llevaba el cuerpo un poco machacado. Por razones que no vienen al caso, el Marqués y yo tuvimos la fantabulosa idea de bajar a Mierdagoza en el coche de línea. Con parada incluida en Güesca. Y con café incluido en la estación de autobuses de Güesca. Y, joder, con una agradable conversación mantenida con un par de agüelas a raíz de que un carnuz, un hijo de la gran puta que estaba sentado en mitad de la jodida cafetería, tenía la hucha del culo a la vista de todo el mundo. Era una visión vergonzosa, escandalosa, una de las tres o cuatro cosas más asquerosas que he visto en mi puñetera vida. Si estábamos 200 personas en ese local, 198 le estábamos viendo la raja del culo a ese matután. Él, por razones obvias a no ser que tuviese el cuello como la niña del Exorcista, no podía hacerlo pero su novia, ¡Joder de Dios!, debía de estar embobadica perdida con el zagal para no darse cuenta de que TODO el jodido bar le estábamos viendo la hucha peluda al mozo. Y no por gusto precisamente, pero era una de esas ocasiones en las que uno no puede apartar la mirada...


Para acabarla de joder en la segunda parte del trayecto al Marqués le dio por hablar de Dostoievski y literatura rusa, lo juro, mientras yo intentaba echar una cabezada. Desde las peripecias de Rodion Romanovitch Raskolnikov hasta las frases más lapidarias de los Apuntes del Subsuelo pasando por la jodida muerte del tontolaba de Iván Ilich... Total, un viajecito para recordar...


Terminamos de cenar, depende de lo que se denomine como cenar ya que hay que recordar que por ejemplo el Furby se encontraba en su fase bostoniana en la que se enjaretaba borguiles de patatas bravas para siete comensales él solito, y nos encaminamos al guariche donde se servía la barra libre en taxi.


No sabía que los onsos tuviesen la facultad de conducir autos. Desde ese día sé que pueden, porque nos tocó en suerte un plantígrado 2x2 en primera apariencia de aspecto noble y bonachón. El Kaiser se adjudicó la plaza de copiloto y el Marqués y yo íbamos en la parte trasera. Ya se sabe que con un taxista en Mierdagoza el 80% de las conversaciones girarán en torno al Mierdagoza. Y ese fin de semana el Mierdagoza debía de "jugar" contra el Pateti, he aquí un extracto de la conversación...


ONSO: Y qué, zagales, le apretará el Zaragoza al Atlético?

KAISER: (políticamente correcto y tras ver el banderín del Mierdagoza colgando del retrovisor) a ver, a ver! Ojalá!

YO: (así revienten los dos)... me es igual, a mí no me va el fútbol (te evitas que te calienten la cabeza)

MARQUÉS: (así revienten los dos)... me es igual, con tal de que le revienten las dos rodillas a Torres (te aseguras conversación hasta el final del trayecto)


ONSO: (profundamente extrañado y estupefacto) ¿¿¿¿cómo??? ¿¿¿Por qué????

MARQUÉS: porque lo odio, quiero decir, LO ODIAMOS. Que estos no dicen nada pero el sentimiento es generalizado.

ONSO: no hombre no, zagal, en este mundo no hay que odiar a nadie! ¡Que está muy feo! que no te guste como juega...

MARQUÉS: ... no, si a mí me trae sin cuidado como juegue, es un débil y punto. Un mierdas!

ONSO: .... bueno, pues por lo que sea. Pero odiar no, hombre...


MARQUÉS: ya bueno, perdone es que (desviándose un poco del tema) ¿sabe que pasa? que somos rudos y toscos, pero de buen corazón, es una manera de hablar. Yo no quiero que le partan las rodillas (los cojones) pero claro, le dan tanto bombo sobre todo en Antena3...

ONSO: ah, pero... en Nieblavilla se ve Antena3???

TODOS A CORO: oiga, no nos joda, que le hemos dicho que éramos de Nieblavilla, no que viviéramos en un nido de aguilas!!!


Y sigue la amena conversación con el simpático y bonachón onso para el que todos los seres de este mundo merecen amor y respeto. ¿Todos? Y unos cojones!


MARQUÉS: bueno y hablando de todo un poco, tampoco estaría mal que el Barcelona perdiera

ONSO: desde luego, desde luego. A mí el Madrid no me tira mucho pero para que gane el Barcelona...

MARQUÉS: lo que pasa es que Etoo está muy bien de forma. Ese hijoputa... bueno, perdón, que ya le digo que somos un poco toscos en nuestra forma de hablar...


Y entonces el Onso comenzó a bramar


ONSO: No, no, ya lo puedes decir bien alto. ESE HIJO DE PUTA (el Kaiser pega la primera mirada hacia atrás presa del pánico, el Marqués y yo nos miramos. ¡Hay partido!) con todas las letras, menudo asco me da!!!

MARQUÉS: Hombre, pero no decía usted que no había que odiar a nadie? (poniendo sal en la herida recién abierta)

ONSO: pero este caso es diferente. Si me hablas de Torres pues bueno... pero me quieres decir ese, ese... ese MONO con ZAPATOS (el Kaiser está lívido, cutio) que se muera, hombre!!!


A partir de ahí la conversación derivó hacia terrenos que jamás hubiese imaginado tras los dos primeros minutos de conversación en la que basicamente el Marqués le daba cuerda al Onso, el Kaiser iba callado sin decir nada acojonado por el cariz de la situación y yo me esmelicaba. Y así terminó la noche también, pero al tiempo. Al final, al onso, casi lo convencemos para entrar a la barra libre...


Total que entramos a la barra libre donde nos reencontramos con el Furby y el resto de mardanos de Nieblavilla. Teniendo en cuenta que tras la segunda ronda se decidió hacer peticiones genéricas en la barra del tipo


- Me pones 3 con naranja, 4 con limón y 2 con cola?

- Pero el qué?

- Da igual, si todo sabe igual...


Muy triste, pero muy cierto. No había cojones a distinguir la ginebra del vodka. Era una cosa...

Todos íbamos vestidos de traje, ya ves tú pa qué, menos el Furby que iba con un conjunto a lo Alejandro Agag con camisa de pichiglás y jersey anudado cayendo por la espalda. Podría adjuntar alguna foto en la que salimos y parecemos de Nuevas Generaciones pero no tengo cuerpo suficiente.


El caso, que a la cuarta ronda se pedía de dos en dos menos el Furby que llegó a ser avistado con tres cubatas en las manos. Muy puerco. Como había que amortizar las dosis de alcohol metílico no quedaba tiempo para acercamientos con zagalas. Alguno sí que lo intentó pero cuando la zagala se mostró receptiva a charlar un poco y se ofreció a sacar una copa al gañán en cuestión, éste ante la inocente pregunta de "¿y tú qué bebes?" no pudo por más que responder, "Vaginesil con limón". GAME OVER.


Bien. Han transcurrido cinco horas y cierran la barra libre. Las huestes buquizas deciden levantar el vuelo. Y cogen uno de los autobuses dispuestos a tal efecto para volver a Mierdagoza. El Furby y yo caemos al asiento como dos sacos de mierda y caemos en un profundo sueño, aunque con alguna diferencia. El Furby se ve aquejado por una extraña agitación febril y nerviosa que le confiere unos espasmos que a todo el mundo pone en espanto.


Al llegar al en su día refugio de ratas urbano más grande de Europa, esto es el Mercado de Mierdagoza, el Marqués suelta un "venga, vamos, al Casco!" a lo que el Furby y yo reaccionamos despertando de inmediato e incorporándonos como dos caballeros ingleses. Al bajar del autobús, el Furby decide marchar hacia casa con una de sus entrañables y cálidas despedidas. Cálidas porque parecen copiadas a los babuinos del Serengeti en cuanto a violencia, agresividad y vocalización. Vamos, que solamente le faltaba lanzarnos excrementos...


Los otros tres decidimos buscar algún sitio para almorzar mientras vamos a casa del Kaiser a dormir, y entonces acontecieron dos hechos que pasaron a los anales del acervo buquizo.


Inmediaciones del Mercado. Tres gañanes, vestidos de traje pero tres gañanes, caminan por la acera en lamentable estado. De frente vienen unos siete u ocho tirurís de unos cinco o seis años menos. Justo al cruzarnos comienzan a reirse en clara actitud de mofa y/o chanza y/o burla. El Kaiser, a quién hacía poco le habían tostao en Mierdagoza, no quiere saber nada del tema, baja la cabeza y sigue caminando. Yo suelto tres o cuatro juramentos entre dientes pero lo dejo correr. El Marqués, muy digno, se vuelve. Se queda mirándolos. Primer golpe. "¿Qué pasa?". Los tirurís no hacen caso. "Que ¿qué pasa?". Se comienzan a girar con risa nerviosa. Dicen algo, se creen en superioridad. Pero la superioridad moral está del lado del Marqués quien espeta


¿De qué os reís? ¿Eh? ¿Eh?, ¡Bah, a la mierda!... ¡TECNOGAYS!


Entonces reaccionaron. Esos flainas, esos ñicris, esos flaiñicris se volvieron y contemplaron con pasmo y estupor como un gacho les seguía diciendo "Basura, sois basura, a la mierda" mientras con la mano les hacía el gesto de "desfilando" y un largo que se descojonaba a su lado mientras aplaudía la escena. El Kaiser, como he dicho, ya había tenido bastante hacía unos días y veía la ostiacina de forma inminente. El término TECNOGAY nació aquel día en esas circunstancias. Por lo que recuerdo, que no es mucho, fue tremendo. Porque esta parte de la historia la debería contar el Marqués, pero como es un vago no lo ha hecho ni lo hará y por eso me toca a mí. Y si del pasaje de los tecnogays me acuerdo poco de lo que viene a continuación me acuerdo menos...


Dicen que transitábamos por Independencia (o qué sé yo) y vete tú a saber por qué salió a colación el año '87. El año '87... en ese año inauguraron el polideportivo de Nieblavilla, en ese año empezó el torneo baloncesto de fiestas, en ese año vino el Zalgiris de Kurtinaitis... iba relatando el Marqués cuando un servidor fue poseido por el vodka que se había enjaretado toda la noche y como si un Gandalf cualquiera fuera iba gritando con el soniquete de "Noooo puedeeees pasaaaar" lo siguiente


Yooooo viiiii a Kurtinaitiiiiiis, yooooo viiiiii a Kurtinaitiiiiiis...


y al tercer grito me puse a correr como si llevase un balón de baloncesto, haciendo bandejas y tirando triples al aire. El Kaiser y el Marqués descojonados no pudieron evitar que un servidor cruzase un paso de cebra botando el balón, haciendo un reverso y entrando a canasta ante la atenta y estupefacta mirada de los dos policías nacionales que habían parado su coche para dejarme pasar. Las dos zagalas que estaban en la otra acera aun lo están flipando, más aun cuando a la pregunta de "¿pero que haces?" recibieron la respuesta de "yo vi a kurtinaitis en 1987".


Agradecería al Marqués que completase esta crónica con sus impresiones acerca de tan memorable fecha pues sin ellas, está incompleta.

4 comentarios:

cochilin dijo...

uiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Desmond dijo...

Pena de no haber estado ahi...ainsss

el furby economista dijo...

Aclarar que mis "espasmos febriles y nerviosos" provienen de haber trasegado ese asqueroso alcohol de curar servido en la barra de fin de carrera despues de haberme cebado como un tocino en el buffet libre de "Las Palomas". ¿Pero a quien se le ocurre celebrar una cena en un buffet libre?¿No veis que, en lo que a comer se refiere, no tengo medida? Y si me hubiese contenido,¿no creeis que ir a cenar a un buffet libre seria tirar el dinero a la basura?

El estado deplorable en el que acabe se debe a que, con el afan de amortizar cena y barra libre, me enjarrete toda la comida y toda la mierda liquida que tuve a mi alcance... porque el sablazo que nos jodieron entre los dos actos fue importante.

el furby no lo tiene claro dijo...

Por cierto, ¿os habeis dado cuenta de que aquella noche fue tan surrealista que La Zeta estaba presente, y en la cronica apenas fue mencionado? Eso da mucho que pensar...