sábado, agosto 01, 2009

Cuatro días de Dunkerque. 2ª Etapa. Vladivostok-Camporrotuno-Roubaix

La segunda etapa de la prestigiosa ronda por etapas "Inyéctese una cirrosis en vena" resultó ser un bluff de proporciones antológicas. Todos los ríos de tinta que se habían vertido en torno a tal evento quedaron en nada por varias razones. La gente todavía guardaba en su memoria la demostración de poderío del integrante de Frutas Katusha, Toré Karpets. Nada que se pudiese hacer un día después sería suficiente para igualar tal gesta. Por otra parte, alguna espantada de última hora como la del corredor Toño Boonen dejaron huérfana la disputa por el maillot semen.
Problemas logísticos de la organización impidieron llevar un control del transcurso de la caravana así como evitaron que ahora mismo les podamos ofrecer una crónica fidedigna de todo lo acontecido. El barro que ocupaba todo el ancho de la carretera era muy considerable, razón por la cual el helicóptero de enlace de señal no tuvo cojones a realizar el despegue. No me pregunten por qué.
Por diversos mensajes de Radio Tour se supo que en las estribaciones de la estación de control Dharma, un grupo de bravos corredores liderados por el escotomanés Desmond Cavendish quien ayer quería vencer a toda costa en las embarradas carreteras de Roubaix, transitaba muy dandísticamente hacia la victoria.
El kazajoiraní Igntiev se movía entre diversas aguas acompañado por Quijote Cubino y el niño de Zacatecas. Tony Ándres Martin esperaba agazapado para llevarse otra victoria al zurrón.
El grupo de Robert Gesink se mostraba cauto y todo hace indicar que será hoy cuando el neerlandés lance su ataque demoniaco. Por otra parte, Ugrumov y Cadel Renton manejaron la carrera a su antojo y en ningún momento se vieron involucrados en zafarranchos de combate. Ayer no era su guerra.
Debido a los problemas de la radiotelevisión letona para seguir la etapa no nos queda más remedio que pedir encarecidamente a nuestra conexión en Ljubjana que nos relate el final de la misma.
El Crack: Ignatiev. Por lo que se vio, fue el que porfió con más ahinco el alcanzar victorioso la meta de Roubaix.
El Dandy: Desmond Cavendish. Un enigmático mensaje de Radio Tour relataba su épica victoria en Roubaix. ¿O no?. Quizás se tratase de un mensaje de otro tiempo u otro lugar. ¿Una isla del Pacífico Sur a bordo de un Delorean? Quién sabe...
El Duro: Ignatiev. Las duras reprimendas a Ugrumov cuando optó por alcanzar Roubaix bordeando el embarrado adoquinado le hacen merecedor de tal galardón.
¡Vaya día!: Por dárselo a alguien, en esta ocasión el galardón irá a parar a la prima de Robert Gesink que besó el adoquinado de Roubaix, emulando de esta manera a su fiel escudera, Milord Vayaaño. Aunque el galardón debería ser para el poli de los gritetes de Loca Academia. Otro día con más tiempo y dinero contaremos su algarada...

1 comentario:

el Prestidigitador de Lubiana dijo...

Pues si, la etapa transcurrio muy tranquila. Los corredores acusaron los esfuerzos del dia anterior, y los nuevos corredores no intentaron ningun ataque serio. En los primeros compases de la carrera los ciclistas rodaron en grupo comentando la gran actuacion de V. Tore Karpets del dia anterior. Cuando la etapa ya estaba avanzada se vio muy activo en la cabeza del peloton a Jesus Ber BeBroek, pero al final no se atrevio a atacar.
En el tramo final de la etapa, Ignatiev, Alibegovic, Tony Martin y Quijote Garate optaron por no disputar seriamente el sprint para completar una etapa gris que llego con varias horas de retraso sobre el horario estimado.
Hoy llega la etapa grande la la vuelta. Si alguien quiere arrebatar el maillot amarillo a Karpets, tendra que atacar con mucha dureza.