Dos motivos y medio para celebrar el 14 de febrero y la conflagración antiperica que se cierne sobre nuestras cabezas

De todos es sabido, al menos para los hombres de bien (usease, excluyendo a flainas, tecnogays, y en definitiva, ñicris) que la fecha del 14 de Febrero, día de San Valentín, es un día estúpido del calendario promovido por la mercachiflería y el hormonar excesivo y salvajemente obsceno de aquellas mujeres (y flaiñicris que las secundan) que no se quedan contentas si su pareja no les regala un zarrio por esta fecha tan señalada para sellar su "amol".

Quien iba a decir que en un día tan genuinamente antibucardo, el Buco Juniors iba a conseguir la primera victoria de la temporada, después de una racha imponente de 12 derrotas consecutivas, y que País de Gales e Inglaterra iban a deparar un partido de rugby tan sumamente pleno de rasmia y cojonera. A una tarde tan intachable estuvo a punto de unirse a la fiesta el Betis del señor Chaparro, que es algo así como el malo malote de "Corrupción en Miami" y que se dedica a malversar fondos con el tráfico de travelos en Tampa Bay. El Betis del señor Chaparro que casi le da un susto al Barcelona, el cual a pesar de todo, merece ganar la Liga por el bien del fútbol. "Le ayudan los arbitros" me dirán ustedes. Pues yo les contesto que me parece cojonudo que los arbitros ayuden al Barcelona y a toda su parentela para que así de esa manera no tengan que tocarle los cojones al día siguiente al pobrecito Espanyol para cubrir las tiradas a la piscina del pordiosero de Capel.

Pero volviendo a lo que nos atañe, que es el partido del Buco, se pudo comprobar como el equipo ha encontrado de nuevo la referencia en ataque que antaño perdió con la desaparición de Ralpy de la escena habitual de las alineaciones. El fichaje del nuevo Zidane ha aportado una nueva dosis de cojonera y efectividad en punta que permite al equipo bucardo hacer el juego que más le gusta aguantando abajo las acometidas del rival y saliendo en rampante contrataque con pases mortales buscando la vertical.

Un temprano gol de Heffner abrió la lata del partido jugado a hora excesivamente temprana más propias para la siesta. Nuestra naturaleza fartoide provocó una lentitud de movimientos provocada por la laboriosa digestión que se efectuaba en nuestras andorgas. No obstante, al enfrentarnos a uno de los equipos de nuestra Liga, este hecho no tuvo la menor trascendencia en el juego, aunque sí en el marcador ya que llegaba la igualada a un tanto.

Nuevo Zidane nos ponía de nuevo al frente del marcador poco antes de que el Buco entrase en una de sus típicas fases de absentismo en las que Dementes aprovechaba primero para empatar y después para ponerse 3-2 en el marcador.

Cuando parecía que, una vez más, el Buco iba a palmar, el equipo se recompuso como en los Viejos Tiempos y echando mano de redaños consiguió de nuevo ajustar la línea defensiva para salir con contras envenenadas a por el partido. En una de estas, Nuevo Zidane ponía el empate en el luminoso. Cuando el tiempo estaba ya a punto de expirar, una nueva carga de caballería conducida por Nuevo Zidane, desembocó en pase a la banda para que Kosovolimotxo concluyera la jugada con una arriesgada maniobra metiendo lo que vulgarmente se conoce como "platanito" y poniendo el definitvo 4-3 en el marcador.

Horas más tarde, Gales ganaba a los inglesitos y er Betí casi se comía al Barcelona. Parecía que el mundo estaba cambiando, pero no... Un hijoputa clembuterolizado hasta las trancas hacía un mate tecnoñicri en el Sprite slam dunk, que no pienso ver jamás en mi puta vida, con la ayuda de una carretilla elevadora y al día siguiente, Capel y el Sevilla se la volvían a meter doblada al Espanyol. Que poco dura la alegría en casa del maziello...