La primera jornada de la prestigiosa ronda por etapas "Cuatro días de Dunkerque" partió como viene siendo habitual desde los campos de sport de los Escolapios hacia un destino incierto que ni los mismos organizadores de la carrera podían presagiar minutos antes de pasar el kilómetro cero.
El corredor ruso V. Toré Karpets no dio tiempo siquiera a rodar tranquilamente la zona neutralizada y lanzó un ataque desmesurado hacia la Perdición. Un ataque despiadado que provocó las lógicas reservas de la competencia (el bravo corredor esloveno natural de Zacatecas, Branko Alibêgovic, el iraní de Kazajistán Angelos Ignatiev, el anglogermano Tony Martin y en segundo término, el veterano letón Piotr Ugrumov, la estrella holandesa Robert Gesink y el sueco Gustav Trellsonn).
Conceptuando en su interior que la única manera de alcanzar a Vladimir Toré solamente podía ser tomando un vuelo en la Estrella de la Muerte de Darth Vader, el pelotón le dejó hacer. A su paso por la localidad uzbeka de Samarcanda, el ruso manejaba ventajas de botella, botella y media con respecto al pelotón perseguidor. Fue en este momento cuando los redactores de este artículo decidieron que en lo que respecta a esta jornada la clasificación iba a quedar tal que así:
El Crack: V. Toré Karpets, hay que tener mucho valor para apoderarse de la carrera con esa fuerza desde el primer instante.
El Dandy: V. Toré Karpets, nadie como él puede permanecer cinco minutos estimulándose el tello para acto seguido espetar "Zapater es un falso". Mucha clase.
El Duro: V. Toré Karpets, sus duras reprimendas al grueso del pelotón mientras le instaban a rebajar el ritmo de bajada en el puerto del Elbrus quedarán entre las más decadentes que se han escuchado en una carrera ciclista. "¿Queréis crema?" o "Tú a mi me..." le valen el galardón por lo menos hasta esta noche.
¡Vaya día!: V Toré Karpets, no todo fue gloria en la épica escapada del ruso. A su paso por Ulan Bator, el coche de asistencia de su equipo, el Team Frutas Katusha, decidió poner fin a semejante despropósito. En esos momentos el corredor kazajoiraní Ignatiev había alcanzado al ruso y se batían el cobre en un circuito urbano de la capital mongola. Viendo que el ruso podía caer a lo Tom Simpson por el enorme esfuerzo que llevaba a cuestas, su director decidió subirlo al coche escoba en espera de jornadas más propicias.
Tras estos incidentes, el pelotón se dispuso a ascender el puerto de categoría especial del Parque Nacional de Kamchatka donde los corredores empezaron a desperdigarse, momento en el cual la cobertura por satélite para la radotelevisión letona quedó en standby. Confiamos en que nuestro redactor esloveno pueda continuar narrando las desventuras de tan simpar grupo de corredores y describir como resultó la llegada a Vladivostok.
Por nuestra parte decirles que hoy puede resultar una jornada estruendosa y palpitante con el regreso del ruso al plantel de salida además de nuevas incorporaciones como el Barbol Cancellara, el escotomanés Desmond Cavendish, el gran llegador Toño Boonen quien seguro acudirá para disputar el maillot verde por puntos al corredor que más veces vocifere la palabra mágica, y por supuesto, Cadel Renton de Todos los Santos, el bravo corredor wallabie venido de lo más profundo de Edimburgo. Seguiremos informando.