La actividad del Buco Juniors durante los meses estivales ha sido más fructífera que en anteriores años. Se ha adoptado un patrón de juego definido y parece que los jugadores afrontarán el comienzo de la temporada de mejor manera que, por ejemplo, el deplorable año pasado.
Por poner unos ejemplos, se han disputado los ya tradicionales choques contra el enemigo acérrimo, Construcciones Cons, saldados con victorias inapelables como la infringida el día que les ganamos por 2-0 con un hombre menos por lesión del señor Lecina.
Sin embargo, esta tarde en el Multiusos del Hermanos Argensola se ha podido presenciar un espectáculo de baja estofa que hace muy dificil albergar esperanzas de cara al partido del próximo sábado y que marcará el arranque liguero.
Al no disponer ni de rival ni de campo de hierba para jugar, el cuerpo técnico decidió disputar un partidillo de entrenamiento entre los jugadores del Buco. Ni la hora, ni el lugar (las cuatro de la tarde) parecían ser los idóneos. Los hechos acabarón por corroborar estas sospechas. Se ha de decir, a modo de denuncia, que gran mayoría de jugadores salieron la vispera hasta altas horas de la madrugada y en actitudes en ocasiones bastante lamentables.
BUCO "A" 13 - BUCO "B" 9
Alineaciones:
Buco "A": Berbegal, Isaac, Abizanda, Ali, Ralpy
Buco "B": Trell, Lemus, Miguel, Jesús, Lacoma
El Crack: sin duda, Berbegal. A pesar del juego mostrado por Isaac, las buenas intenciones de Lemus y Ralpy, y algunos destellos de Miguel (exjugador del Buco, vieja gloria de la que se hablará algún día) y de Abizanda. Inexpugnable en su puesto de portero a pesar de no contar con el calzado adecuado.
El Dandy: nuevamente, Berbegal. Permaneció de forma elegante durante todo el partido salvaguardando su portería sin tan siquiera llegar a despeinarse.
Vaya día!: Lacoma. Se encontró pesado en el campo, muy fallón en las tarea de sacar el balón desde la defensa. Sin duda los excesos nocturnos le pasaron factura. Se rumorea que se ha vuelto adicto al carajillo de Disaronno, lo cual le provocaría los bajones de rendimiento. El jugador no supo desmentirlo sobre el terreno de juego.
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